| 25 enero, 2022
En pocas horas ya un amable lector nos confirma la noticia. Se van. Otras más.
Y la fotografía lo dice todo. Para nada entro en los méritos de sus vidas. Los que fueren. Posiblemente bastantes. Hoy son unas ancianas solo capaces de recibir cuidados. Y que sabemos que son religiosas porque nos lo dicen.
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Su vida, hoy, es un inmenso fracaso. El de su congregación que agoniza. Ya. No han sabido conservarla.
Dos pensamientos que siempre que leo este tipo de entradas me vienen a la cabeza:
Uno, el corto periodo de tiempo en que se está produciendo la descristianización de la sociedad en España. No sólo es un proceso intenso por la desaparición del acervo cristiano en las costumbres y formas sociales. Además es un proceso muy rápido, teniendo en cuenta la escala en que se miden estos cambios sociales. En apenas dos o tres generaciones la sociedad española perderá o está perdiendo la religiosidad personal, familiar y social. Viniendo de una cultura impregnada de lo cristiano en todos los órdenes.
Y por otro lado, ¿que será del inmenso patrimonio inmobiliario de las órdenes y parroquias?. Espero que al menos sirva para mantener en su vejez a los ancianos y ancianas de las fotos. Pero cabe esperar además que la Iglesia gestione prudentemente esos bienes y los ponga al servicio de sus fines, que son la salvación de las almas y la continuación de la presencia de Nuestro Señor Jesucristo en la historia.
Buenas tardes; esta noticia no sorprende a nadie pues es un capítulo más de la crónica de una muerte anunciada. Esta congregación fundada en Mallorca y con una fuerte raigambre en cada población mallorquina hace 40 años que no despierta una sola vocación. Existe un único y sencillo motivo y es que esta congregación después del Concilio no solo se quitó el hábito, sino que sus monjas empezaron a vestirse con colores vistosos, floreados, poniéndose complementos y abalorios en su cuerpo y transformándose poco a poco en simples señoritas. A todo ello empezaron a reinventarse en cuanto a su carisma abandonando el trabajo de campo en los barrios marginales o las cárceles y las misiones donde llegaron a tener muchas vocaciones pero que ante el declive espiritual, las aborígenes del lugar prefirieron volver a las rices vicencianas y separarse de esta congregación fundando una propia, como sucedió en Burundi. Es curioso que también se prestaron a convertir los servicios de la pastoral penitenciaria de Mallorca no en un acompañamiento social y espiritual propio y noble de los padres mercenarios, a los cuales han ido arrinconando , sino en una empresa de pingües beneficios. Y solera mediática donde lo único importante no es el interno sino el dividendo. Un lector augura vida hast el año 2030 y no va desencaminado. Será la contribución de Taltavull a la agenda 2030 sin duda pues ante este repliegue que no podemos olvidar que es habitual en los últimos 10 años de cierre de conventos de esta congregación y el de otra, las franciscanas de la Misericordia, calco de las otras. Todos estos cierres pues no reciben ni el más mínimo comentario de Taltavull, el mismo que anuncia a bombo y platillo la inminente llegada de dos congregaciones latinoamericanas pra ocupar dos boyas cerradas hace años y que al final ni están ni se las espera pues al conocer el percal han preferido huir a otros derroteros donde ni el hábito ni la fraternidad, la oración en común y el servicio a los pobres no sea un tabú ni algo considerado de otros tiempos, aunque estén en el ADN del Evangelio. Eso importa poco y más en este régimen agónico al cual le urda un año, que puede ser eterno……
Las Hermanas de la Caridad son una de las «desórdenes» cuya caída ha sido más acelerada. Como mucho, les queda hasta el 2030.
Usted, Don Francisco José, lo ha dicho muy bien y lo rubrico totalmente. Dando un poco, o bastante, la vuelta a la noticia, triste, desde luego, me llama la atención una cosa en la foto. Unas religiosas que han estado 180 años en una localidad, no sé si con muchos o pocos habitantes, que se despiden del pueblo, y acuden como mucho, 30 personas, cuando tenía que estar el templo a rebosar, y la calle abarrotada… … Que triste y que desagradecidos, los lugareños. Las pobres monjas les importan un bledo y que las zurzan, dirán. Yo me hago la reflexión, que , hemos llegado en todos los aspectos, a unos niveles de desapego, indiferencia, pasotismo, etc que produce escalofrío, pensar , como será esta sociedad dentro de poco tiempo. Que Dios ponga su mano.
Un fracaso como el de tantas otras. Quedará bien poco en pie
La vocación no nace de uno, Dios llama y a partir de ahí podemos discutir. El pelagianismo nos dice que mis obras me salvan y eso no es así. El ejemplo de que Dios llama lo tenemos en Saulo. Si Dios quiere, en este momento, la paganizacion, eso pasará.