| 17 mayo, 2023
¿O el proselitismo es malísimo salvo que lo hagan los jesuitas?
Maestros por otra parte en el hacer prosélitos.
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¿Qué fueron Javier, Fabro, Laínez… sino prosélitos de Ignacio?
¿Y los Apóstoles de Cristo?
«El Papa ensalza la labor misionera de san Francisco Javier: «Salir de la patria para predicar el Evangelio… esto es grande»»
Y hacer proselitismo.
Las palabras no son lo que quiera el primero que tiene una ocurrencia.
Y si es descabellada, menos.
Han tardado mucho en comprender el daño que este Sr. pretendió hacer desde el principio. Yo a los 6 meses de su gobierno opté por no tomarlo en cuenta en sus peroratas contradictorias.
Juan Pablo II: Filosofo; Benedicto XVI: Teologo-Dr. máximo. Bergoglio: Ni filosofo, ni teologo. Aparentemente Pastoreo conciliar, pero al final, nada de nada.
todos los santos, comenzando con los apóstoles mismos, hacían proselitismo sin parar, pero ahora viene don bergoglio a soltar la ocurrencia de que el proselitismo es pecado. vaya genio este sujeto!
No sólo Ignacio; en el Nuevo Testamento se habla de prosélitos y no para condenar el proselitismo, ¿está el Papa Francisco por encima de la Sagrada Escritura?
pues los porristas de don bergoglio creen que bergoglio mismo esta encima de las escrituras y de la tradición misma de la iglesia.
Eso pensé al leer el titular.
Pero, en fin, si lo dice quién lo dice, será… Yo qué sé lo que será.
Y como el Pisuerga pasa por Valladolid, Francisco I el […] no puede evitar la demagogia: «Los viajes en nave en aquella época eran durísimos y peligrosos. Muchos morían en el viaje por naufragios o enfermedades». Lo mismo ocurre en la actualidad «Hoy, por desgracia, los dejamos morir en el Mediterráneo», ha recordado.
Es decir, que el argentino nos culpa a todos, aunque vivamos en Madrid o en Burgos, ciudades que están muy lejos del Mediterráneo. ¿Se incluye a sí mismo, dado que Roma, aunque más cerca, sigue estando lejos? Tan lejos que el todavía papa no ha acogido ni un solo refugiado en Santa Marta. Tampoco los arrupitas, a pesar de que Jorge Mario declaró a bombo y platillo en septiembre de 2013 que los conventos vacíos “no deben servir a la Iglesia para transformarlos en alojamientos y ganar dinero”.
Como siempre, los arrupitas predicando con el ejemplo. Vendieron su céntrica residencia de Bilbao por un puñado de millones -por falta de moradores, quienes se fueron mudando, por razones obvias, a los diferentes geriátricos que tienen repartidos estratégicamente por la geografía española- en vez de acoger a los infelices refugiados que piden limosna a las puertas del la iglesia vecina, -aún regentada por los arrupitas- para ser transformada en el céntrico y lujoso hotel Arrupe, frente a El Corte Inglés.