| 27 febrero, 2015
Me parece sumamente sensato: https://app.box.com/s/eyuetvzwzwv65g1yyxsnfhuju3cl362l Y quiera Dios que se siga puntualmente y no que nada más enterarse de cualquier acusación, sin comprobar previamente si tiene alguna verosimilitud prime de entrada la presunción de culpabilidad. Como ocurrió recientemente en Sevilla que en ausencia del arzobispo se fueron por la pata abajo y sin ni siquiera buscar algo tan fácil como el cadáver de la acusación del clérigo acusica, que sigue tan pancho en su cargo, procedieron a suspender cautelarmente al sacerdote acusado por la estupidez o la mala fe de un compañero.
Las Conferencias Episcopales…esas instituciones postconciliares que se dedican a frustar cualquier atisbo de gobierno directo del obispo sobre su diócesis sin un acuerdo previo consensuado por todos.
Ojalá venga un Papa que las destruya y se vuelva a recomponer un estado eclesiástico donde el obispo no tiene más superior que el Papa y no un «supuesto» Presidente de Conferencia Episcopal que, sin serlo, toma consideración de superior de todos los obispos de ese país.
Otro ejemplo más de hacia adónde nos ha llevado esta obtusa colegialidad postconciliar.