Aparte de sumarme a lo expuesto por George Patton tengo que decir que esa objeción de que «sólo van los convencidos» no se tiene en pie. Primero porque no sé de dónde sacan que SOLO van a ir convencidos. Y con unos pocos que se gane a la Fe Católica ya justifica el viaje. Segundo: hay que distinguir entre convencidos y fanáticos. Si hay convencidos es porque tienen argumentos y los argumentos se sacan de escuchar conferencias, leer libros….Si no fuera así desaparecerían los convencidos y sólo quedarían fanáticos.
Lo que no sé es qué pinta aquí Mons. Schneider, que se ha convertido en algo así como el Santiago Agrelo del tradicionalismo, alguien que como se aburre en una diócesis sin feligreses viaja por todo el mundo dando conferencias a las que solo asisten convencidos (tanto en un caso como en otro) y escribiendo artículos que solo leen los que están de acuerdo con él para ver confirmadas sus opiniones (ídem).
Aparte de sumarme a lo expuesto por George Patton tengo que decir que esa objeción de que «sólo van los convencidos» no se tiene en pie. Primero porque no sé de dónde sacan que SOLO van a ir convencidos. Y con unos pocos que se gane a la Fe Católica ya justifica el viaje. Segundo: hay que distinguir entre convencidos y fanáticos. Si hay convencidos es porque tienen argumentos y los argumentos se sacan de escuchar conferencias, leer libros….Si no fuera así desaparecerían los convencidos y sólo quedarían fanáticos.
Es el libro de Sardá??
Mi pregunta es: ¿Qué hace Mons. Schneider viajando por todo el mundo?, ¿no tiene trabajo en su diócesis?
Lo que no sé es qué pinta aquí Mons. Schneider, que se ha convertido en algo así como el Santiago Agrelo del tradicionalismo, alguien que como se aburre en una diócesis sin feligreses viaja por todo el mundo dando conferencias a las que solo asisten convencidos (tanto en un caso como en otro) y escribiendo artículos que solo leen los que están de acuerdo con él para ver confirmadas sus opiniones (ídem).
vaya torpeza, comparar a todo un obispo catolico como monseñor schneider con un mamarracho episcopal como santiago agrelo.