Quiere que se vaya Durán y Lleida de la política. Yo también. Y si con él desapareciera «Unió» pues dos pájaros de un tiro. http://www.libertaddigital.com/espana/2015-05-28/sor-lucia-caram-amonesta-a-duran-y-pide-su-cabeza-1276549143/ Pero la coincidencia se limita únicamente a la muerte, por supuesto política, de Durán. Porque, aparte de eso, no entiendo que pinta una monja de clausura criticando a Durán y apoyando a Mas y Trías. No parece haber acertado en su apuesta pero es que una monja de clausura y hasta de no clausura no debería hacer apuestas políticas sobre todo si son mediáticas. Que es el caso de la Caram. La opción particular de una argentina que la manifiesta siempre vestida de monja hará pensar a no pocos de los muchísimos ignorantes que hoy viven en España que eso es lo que sostiene la Iglesia. Cuando no es más que lo que sostiene la Caram vestida de monja. Quizá esa confusión ha cedido algo por haber otra monja, también siempre de hábito, que es todavía más radical y tiene unos ídolos políticos distintos de Mas y Trías. Además, una y otra, sostienen tesis abiertamente contrarias a las de la Iglesia en algunos puntos. Con lo que la confusión, o el lío, aumenta muy considerablemente. ¿Se puede sostener cualquier cosa en la Iglesia si hay dos monjas que lo sostienen? ¿Tiene sentido una Iglesia en la que valga todo? ¿No hay ninguna autoridad en la misma que ponga las cosas en su sitio? ¿Por qué a unas, absolutamente rompedoras, se les consiente todo y a otros, de irreprochable doctrina, se les prohibe hasta hablar?
Por una vez y sin que sirva de precedente estoy de acuerdo con la Caram
| 28 mayo, 2015
Monasterio de Dominicas de Maceratta
https://www.youtube.com/watch?v=dTA1Pl0zr3c
Esa monja estrafalaria si apareciese en los medios de comunicación sin el hábito de dominica nadie la aceptaría en ninguna tertulia y nadie escucharía su voz porque no dice nada interesante si quitamos los acostumbrados tópicos de siempre: la iglesia es muy mala, la derecha española es muy mala, todo el mundo es corrupto, únicamente ella es una buena persona. Se dice que el hábito no hace al monje pero sí convierte en monja política a esa hija de Santo Domingo.
Decía el correligionario separata de Durán y Lleida, López Tena, que aquel tenía “una extensa y variada vida sexual financiada con dinero público”. Esto es el régimen que tanto publicita a la Caram, y esta se cree con derecho a decidir a quienes debe financiar el dinero público.
A la última pregunta, entiendo retórica, tiene una respuesta clara que clama al Cielo: el humo de Satanás está muy dentro y muy arriba de la Iglesia. Manteneos firmes en la fe, no sucumbáis al Maligno, aunque vaya revestido de Dios.
Yo también estoy de acuerdo con usted (con la Caram no. Va contra mis principios fundamentales) y es que la supuesta democracia cristiana catalana (Unio), no se si será catalana (que es lo que le preocupa al adefesio con hábito) pero lo que sí se es que no es ni democracia ni cristiana.
No obstante esta dizque monja con gafas y moto de 500 cc (que no se yo muy bien para que la quiere una monja contemplativa de clausura) es lo más parecido a Unió porque ni es monja (o al menos no se comporta como tal) ni es cristiana, porque no se compadece muy bien ser cristiano y estar enamorado con el representante de la mayor familia mafiosa y corrupta de la política en Cataluña.
Si tanto le interesan los pobres, cosa que dudo y que debería ser verdad (pero no lo es) lo que debería hacer es decirle a su enamorado que dedicara menos esfuerzos a rellenar la bolsa propia y se dedique desde el gobierno a cuidar de esos necesitados a los que el «esperpento monjilete» que es esa señora dice dedicar su vida.
He conocido muchas monjas en mi vida. La mayoría son personas maravillosas y entregadas a Dios y al prójimo, ya sea desde la acción o desde la oración (cada una en su carisma) pero siempre tiene que haber una garrapata entre tanta mariposa.
Quiero hacer constar, y alegrarme que el blogg de La Cigüeña vuelve a estar operativo pinchando en su logotipo, además, creo, que de una manera más amplia y sencilla en el modo de entrar en la información acumulada.
Agradecer al padre Canali su entrada sobre San Agustín de Canterbury, que recomiendo por su interés y oportunidad.
Buscando en Internet el Santo del día, se encuentran verdaderas joyas que nos sirven de guía y edifican nuestra vida, a la vez que nos hacen ver nuestra dificultades más llevaderas en comparación con las que ellos tuvieron ellos que padecer, amén de darnos cuenta de la santidad sobre la que asentamos nuestra fe.
También recomiendo el Año Cristiano de la Bac, que es una colección de doce libros de biografías de santos muy interesante.
Y ambas visten hábito. Luego como dice el refrán el hábito no hace al monje…aunque les pese a los que tanto valor dan a las apariencias externas, a las fotos de las monjas sin hábito para juzgar su doctrina, etc.
La cara es el espejo del alma. Y el gesto de esta señora es continuamente agresivo, altivo, displicente, asqueado y asqueante
Yo no tengo ninguna simpatía por Durán i Lleida, pero si Lucía Caram quiere que se vaya este político es porque a ella le parece demasiado «españolista» para su gusto.
Fiesta de la Traslación de Santo Domingo en la Basílica de Santa Sabina, de la Casa Generalicia en Roma, el 24 de Mayo del presente año -La fiesta en sí fue el lunes 25-.
https://www.flickr.com/photos/orderofpreachers/sets/72157651144931504
27 de mayo 2015
Fray Joachim Kenney, O.P.
La mayoría de los católicos han oído hablar de San Agustín: obispo, Padre y Doctor de la Iglesia, filósofo, autor de las magníficas Confesiones y un sinnúmero de otros escritos.
Sin embargo, pocos han oído hablar del otro San Agustín, Apóstol de Inglaterra y arzobispo de Canterbury, a quien la Iglesia celebra hoy.
En el 596 dC, fue enviado por el Papa San Gregorio Magno para llevar el Evangelio a las gentes de Inglaterra. La isla había sido cristianizada antes, cuando estaba bajo control romano, pero gran parte de ella, posteriormente, había sido invadida por los anglos, sajones paganos y jutos.
Agustín, como es típico de los misioneros, ejemplifica la virtud de la fortaleza. La fortaleza tiene dos características principales: El rasgo primero y fundamental consiste en sortear los escollos y peligros en la búsqueda de algún gran bien. El ejemplo clásico de fortaleza entre los filósofos precristianos fue el valor en el campo de batalla. Soportar el miedo a la muerte en la lucha por el bien común era que soportar la mayor amenaza a la que el hombre puede enfrentarse y hacerlo de la manera más noble. Con el auge del cristianismo, el martirio se convirtió en el epítome de la fortaleza. El martirio implica superar el miedo a la muerte, incluso frente a la injusticia, por la causa de Dios y de la verdad.
Agustín era monje benedictino en Roma cuando Gregorio le llamó para llevar a cabo la misión evangelizadora de los monjes en Inglaterra.
Al principio de la misión, la fiereza de las tribus bárbaras y sus costumbres causó extrañeza al pequeña grupo de Agustín. Con gran temor, los otros monjes, guiados por Agustín, volvieron al Papa Gregorio para rogarle que los dispensara de su misión. Sin embargo, Gregorio tenía gran celo por la conversión de los ingleses. Envió nuevamente el grupo a Agustín, con una suave pero firme exhortación a perseverar en el trabajo y lo nombró abad ordinario de los monjes misioneros. Agustín, soportando cualesquiera temores y quejas de sus monjes, así como los peligros de un largo viaje, los llevó a las costas del Reino de Kent en el ángulo sureste de Inglaterra. Allí, el rey Ethelbert, se casó con Bertha, una princesa cristiana de Francia y esperaba que el rey prestaría oídos a su predicación.
El segundo aspecto principal de la fortaleza es el bien ordenado al ataque.
El hombre valiente, siempre que sea capaz de hacer lo razonable, atacará cualquier obstáculo o males que se interpongan entre él y el bien. San Agustín se enfrentó a la superstición de los pueblos paganos que encontró y a la hostilidad de sus sacerdotes. Luchó con su predicación y ejemplo. Cuando el rey Ethelberto recibió por primera vez a los misioneros, lo hizo en un campo abierto por temor a que si estuvieran en el domicilio de los monjes, éstos serían capaces de lanzar un hechizo sobre él. Después de orar a Dios, Agustín se acercó con calma y, como relata el Venerable Beda, «predicó la palabra de vida al rey y a su corte.» El rey no se convirtió de inmediato, pero dio a los monjes una casa en la capital de Canterbury y el permiso de predicar por todo su reino. Beda dice que Agustín y sus compañeros vivieron como había hecho la iglesia primitiva, teniendo todo en común con gran edificación de las personas que los rodeaban. Con mucha oración, trabajo y sacrificio, convirtieron poco a poco a muchos ingleses, de su paganismo a Cristo, incluso al rey Ethelbert. San Agustín murió alrededor de 607 dC, pero la iglesia que había fundado perduró y se extendió hasta que toda la isla fue nuevamente cristiana.
Como San Agustín de Canterbury, nos enfrentamos hoy en día con la desaparición de una sociedad cristiana. Si tú te sientes alguna vez, tentado por la desesperación, ante los obstáculos planteados por el secularismo, simplemente pide a San Agustín de Canterbury, la gracia de tener la fortaleza de un misionero en la predicación de la «Palabra de vida.»