Da compasión leer lo que prácticamente es un escrito de despedida tras su XXI Capítulo general.
Hace año y medio solo quedaban 102 por lo que hoy ya serán menos de cien. Y se van en la ancianidad, el deterioro cognitivo y el alzheimer. Duele oírlas. Reconocen, al contrario de tantas otras que en situación muy parecida se autoengañan con renovaciones imposibles y mentirosas promesas de primavera cuando todo es crudísimo invierno, su agonía. Su despedida, porque eso es su mensaje, es tan digno como triste.
Y vayan ahora a repetirles la inmensa mentira de que la renovación conciliar iba a traerles un futuro maravilloso. Lo que les trajo, como a tantas, fue la muerte. En los días del Concilio eran unas cuatrocientas, con vocaciones, ilusiones y mañana. Hoy, ni lo primero, ni lo segundo ni lo tercero. Pecaron de ingenuidad pero les ofrecían el oro y el moro. No supieron ver que solo había moro.
Hoy reconocen que se van. Su testimonio desgraciadamente en solo un anticipo de muchísimos más.
https://www.confer.es/noticias/xxi-capitulo-general-de-las-misioneras-del-corazon-de-maria
Al menos lo reconocen, creo que eso les da dignidad ante la desaparición.