| 18 octubre, 2017
Sí, aquel que convirtió su iglesia en centro electoral.
Vaya historia la de ese elemento.
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2017/10/el-parroco-de-vila-rodona-se-ha.html
Aunque a mí me parece más peligroso para la Iglesia su arzobispo. Porque los sargentos hacen lo que les mandan o permiten los capitanes.
Y al morir su pareja volvió a ejercer… Vamos, que esta persona está donde está por la escasez de clero.
Hace unos días se conmemoró el fusilamiento de Companys, que se jactaba de no haber dejado ningún cura en Cataluña.
No se entiende, sin embargo, la actitud del Obispo Pardo de Gerona con uno de sus sacerdotes. En concreto Mn Cinto Busquet, promotor del manifiesto de los sacerdotes separatistas. El Obispo le conoce bien. Conoce bien también del pie que cojea y del que recientemente tuvo que advertirle. Pero ninguna advertencia por sus manifestaciones públicas, políticas que dividen y señalan al diferente. ¿Qué parte de culpa tiene Cinto Busquet en el trato recibido por las policías en Calella? Ciertamente todo acaba descubierto, también lo que esconde Pardo sobre Busquet. Y ésto no le va a beneficiar a corto plazo. Como tampoco a la imagen del clero gerundense.
Una y otra vez nos quedamos en el dedo olvidando la luna. El problema son los Obispos y no sólo de los que debieran ser pastores en Cataluña. La mediocridad genera miedo y dictadores. Al final el ejercicio pastoral de nuestros Obispos suele seguir el principio «fuertes con los débiles y débiles con los fuertes». Lógicamente los fuertes son los independentistas y los débiles quienes sólo intentan vivir el Evangelio por encima de veleidades políticas. Los respetados son los independentistas, los demás han de ser reducidos al silencio. Insistía nuestra Sta. Teresa, auténtica reformadora aherrojada por importantes eclesiásticos al olvido de los pies luteranos, a sus prelados y superiores que le enviaran para sus conventos confesores letrados que de que fueran santos ya se ocuparían ellas. La falta de letras es un gravisimo inconveniente para cualquier gobernante, máxime en la Iglesia. Quizás la ignorancia y el afán de subir tan característicos del mediocre sea el telón de fondo de tanta cobardía episcopal. La cuestión más que el cura trabucaire es la del Arzobispo cutral.
Donde hay patrón no manda marinero.En este caso, el patrón es pésimo y el marinero, su simple lacayo, y ambos, peones del Enemigo.Sólo veo una cosa positiva: al mentecato tarraconense le queda un año y un par de meses para dimitir y, salvo que su sustituto sea Novell, no creo que su puesto lo cubra alguien peor que él.
Si ese es cura yo soy ingeniera astrofísica.
Tiene cara de glotón y de ser un desquiciado mental. Fíjense algo común a todos los protagonistas del procés es su cara de exaltados y desquiciados, es como si estuvieran alucinados o esquizofrénicos. Lo pueden observar en Rufián personaje singular, Tardá, Puigdemont, los presos de la ANC y Omnium cultural, Monseñor Novell, etc.
Parece que el Mosen colgo los hábitos para aplacar pasiones y vicios mundanos con una ex monja para ser recogido nuevamente por la madre iglesia.