Creo que es evidente que no soy un acérrimo omellista. He dicho numerosas veces que sus inicios sacerdotales me parecieron penosos. Después, promocionado por el infausto Yanes, siempre en mi opinión que no tengo por infalible, incluso si el Papa Francisco in articulo premortis le nombrara cardenal, se manifestó, desde que tuvo diócesis propia, más prudente. Y lo reciente de Zaragoza, pues cuando se aclare, si llega a aclararse.
Entiendo a Germinans, canciño, memoria de mi venerado monseñor Guerra Campos, apaleado permanentemente, hasta en tribunales civiles, al encontrase hoy otra cosa. Y reconozco el mérito del nuevo arzobispo e incluso su valentía. Los aragoneses son muy suyos Para bien o para mal. Y ya puede chuflar el tren que algunos no se apartan.
Uno, como gallego tal vez sea más desconfiado y menos proclive al entusiasmo inmediato. Aunque reconozco que de momento, con alguna claudicación seguramente inevitable, lo está haciendo francamente bien. Incluso bastante mejor de lo que esperaba aunque es cierto que mis esperanzas eran bastante descriptibles.
En el día de hoy la página en cuestión vuelve a volcarse con su arzobispo:
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2016/09/el-toledano-juan-pedro-pulido-nuevo.html#more
Espero que no sea la reacción de un perrito apaleado al que le arrojan un mendrugo de pan o le pasan la mano por el lomo y el rabo, ante lo nunca ocurrido, se convierta en torbellino.
Da la impresión de que monseñor Omella quiere ser padre de todos y valerse de todos. Lo que ya sería una pica en Flandes aunque en esta ocasión en el Principado. Y que además no le van a torcer fácilmente, como aragonés, su determinación. Dios quiera que sea capaz de mantenerla al menos sustancialmente.
Es imposible que en una diócesis tan difícil como Barcelona su arzobispo no tenga que pastelear. Lo importante es el saldo. Y que ese mejore lo que hay. Empiezo a pensar que con Omella es posible. Esperemos que mi pronóstico se confirme. Aunque haya nombramientos, que los habrá, desesperanzadores. Sin ser tan entusiasta como Germinans pienso que puede ser así. Los inicios no son malos. Y lo óptimo puede ser enemigo de lo bueno.
Como se dice en otra parte de esta página, el pseudo teólogo Juanjo Tamayo (curioso teólogo, un teólogo (?) que no cree en Dios) está furioso con don Juan José. Buena señal, ¿no cree, don Francisco?
Confirmados los nombramientos de los sacerdotes de la Hermandad del Sagrado Corazón y del nuevo párroco de Santa María de Gracia de Barcelona:
http://www.arquebisbatbarcelona.cat/node/6471?lang=es&
Lo que cuenta usted, don Joaquín, del prelado de San Feliu, si es cierto, da la medida de su talla.El tal Cortés ¿Descortés quizá?) es otro de los impagables hallazgos de monseñor Carles, al que espero que, donde esté, lo hayan enviado a un oculista.
El nuevo formador del seminario barcelonés, según contaban en su día nuestros amigos de Germinans, quiso retirar de la catedral de Sant Feliu la enorme senyera que colgaba de un ventanal. La clerigalla progrenazionalista se puso furiosa y su obispo «se fue por la pata de abajo» y la dejó.