PUBLICIDAD

Paradoja Eclesial

|

El centenario de Guerra Campos y el Valle

PARADOJA  ECLESIAL

En estos momentos estamos asistiendo, no sin cierto desconcierto y siempre con tristeza,  a un coordinado  y reiterado  escrache periodístico sobre abusos, preferentemente a menores, protagonizados por clérigos o gente de iglesia, a los que, con evidente error, se les califica como “curas pederastas”,  cuando la verdadera  tipificación debe  ser “pederastas que se hacen curas”,  pues dicha desviación afectiva, para unos, o trastorno psicosomático para otros,   aparece  en temprana edad, ya detectable cuando estos individuos ingresaron  en los seminarios o centros de formación, sin que los responsables de dichas instituciones descubriesen esta patología enfermiza, y, muchas veces, delictiva.

Reflexión que hago a la vista de la actitud, poco meditada y escasamente prudente, con dañina e inútil publicidad, de un sector del episcopado patrio, encomendando a un grupo de heterogénea condición profesional la misión de recoger casos de esta naturaleza, evidentemente repugnantes, muchas veces, sin audiencia de los investigados y sin garantías de objetividad, puro voluntarismo, y con intención de remitir al Defensor del Pueblo el resultado de la investigación,  cuando la referida institución carece de competencia para conocer de su contenido ni tomar medida alguna al respecto.

Según noticias, parece ser que uno de los centros afectados por dicha situación que investiga la comisión “ad hoc”, se encuentra  un colegio de religiosos de la diócesis de Tui/Vigo, históricamente aureolado de un prestigio selectivo que se ha descubierto falaz, cuando no inmerecido, actualmente con profesorado seglar, ya que los frailes se han “mudado”  a otra plaza, entendemos, no tanto por esa “noticia” que, sin duda no ha beneficiado su imagen,  sino por los nuevos tiempos que corren y el deterioro de su Orden.

Es triste recordar que por aquellas fechas un miembro de dicha comunidad eclesial/académica, época de los curas etarras y del falso “aggiornamento”, estaba entregado, con pasión digna de mejor causa, en recoger firmas contra el rumoreado nombramiento como obispo de la indicada diócesis del recordado D. Jose Guerra Campos, entonces obispo de Cuenca, donde, recientemente, promovido por esta Diócesis, se ha iniciado su proceso de canonización.

Estamos ante una de las muchas paradojas que ofrece en este tiempo la comunidad eclesial: unos clérigos rechazando a un obispo, con recuerdo de santidad, y sus detractores en la picota, cuando no en la ignominia.

 

Antonio Troncoso de Castro Sarmiento.

     Caballero Orden Pontificia S. Gregorio Magno.

 

Comentarios
2 comentarios en “Paradoja Eclesial
  1. Pues, parece que haciendo esta clase de publicidad, se pueda perdonar a personas como irene montero, que abiertamente defiende la pedofilia. Creo que se trata de un ejercicio coordinado, donde como en el caso de la hormonación de menores, se pondrá la decisión en el manipulado menor, obteniéndose su «consentimiento» y eso lo va a hacer legal, por comparación con supuestos casos del pasado eclesiástico, no debidamente probados y con acusados muertos, pero donde la narrativa, el sonsonete del abuso será la tónica.

  2. El Defensor del Pueblo «estima en 440.000 las víctimas de pederastia en la Iglesia española». La cifra es tan escandalosa que hasta el propio Gabilondo pudo haber encubierto abusos cuando era fraile… sin contar con los capones con los que el entonces religioso obsequiaba a sus alumnos. ¿No eran acaso abusos físicos?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *