A mí ya no. La primera vez sí, las tres siguientes ya algo menos, ahora absolutamente nada.
Lo de que el juzgar es sólo cosa de Dios me parece, con todos los respetos, una estupidez suma. Dios nos dio el juicio para que juzguemos. Si no fuera así hubiera sido una estupidez de Dios, cosa inimaginable. Todos los días tenemos todos que juzgar infinitas veces. Si me levanto y voy a la oficina o al tajo o si me quedo durmiendo, si regaño a mi hijo pequeño por algo malo que ha hecho o si me lo callo, si una persona a la que voy a contratar es idónea o no, si mi cura o mi obispo merecen mi confianza o si son unos impresentables o como poco unos majaderos, si la persona con la que estoy saliendo merece que me entregue a ella, para todo la vida, como marido o mujer, o no, si debo hacerme médico, periodista o repartidor de pizzas… Y así hasta el infinito. Juzgando.
Y el Papa nos da todos los días sobrada muestra de sus infinitos juicios. Hoy una vez más. Como supongo que no se creerá Dios pues ya me dirán donde está su coherencia. A mí, y a otros muchísimos, nos juzga permanentemente. Somos pelagianos, rigoristas. contamos rosarios. no tenemos misericordia, autorreferenciales, conejas no pocas, anclados en un pasado deplorable, negados a la misericordia, con cars de pepinillos en vinagre… ¿No habrá espejos en Santa Marta? Es el ejemplo más acabado del consejos vendo que para mí no tengo. ¿Dónde está su misericordia para con nosotros? ¿Y el no juzgar?
https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-pide-no-juzgar-a-los-demas-dios-es-el-unico-juez-23704
Uno simplemente lo constata. Por una parte dolido y por otra sin preocuparme ya nada tantos juicios suyos que según él nadie deberíamos expresar. Salvo al parecer sólo él.
Es mi Papa. De momento no tengo otro y además el momento no es cosa mía. Ahora, entusiasta con tanta incoherencia, tampoco.
¿Quién soy yo para juzgarlo? Esta es una de las frases favoritas del tal Bergoglio. Es una de esas frases que hacen furor en las redes entre la manada anti Dios. Por eso él insiste e insiste en tópicos, demagogias, populismos. Le gusta el más difícil todavía y jugar a la provocación con la parroquia mientras «vacila» con los enemigos. Es lo que hay. No hay mal que cien años dure.
¿Quién soy yo? el papa, amigo; el papa.
la bergogliana Marian dando lecciones, que risa me da.
«Parmi les pontifes cités, a-t-il poursuivi, deux sont “déjà saints“, Jean XXIII et Jean Paul II. Quant à Paul VI, “il le sera cette année“, a alors informé le chef de l’Eglise catholique. Et tandis que la cause de béatification de Jean Paul Ier est en cours, “Benoît et moi sommes en liste d’attente“, a plaisanté le pape François.»
Le Forum Catholique.
bergoglio criticando las caras de pepinillos en vinagre, sin embargo solo hay ver la cara de pepinillo en vinagre de bergoglio mismo. hipocresía bergogliana una vez mas!
Señor Cigüeña, Echenique me ha traido a su blog. Yo no creo que lo de que juzgar sea cosa de Dios sea una estupidez suma. El Señor pide que no juzguemos, que no condenemos… no son estupideces. Que tengamos capacidad de juzgar y lo hagamos no implica que hagamos bien haciéndolo. Los ejemplos que pone no ilustran las palabras de Jesús, en mi opinión. Tampoco creo que el Papa vaya juzgando, como dice. Lo que sí creo es que no entiende, como no entiende Echenique, las palabras de Jesús. Le pido respeto por el Papa y lor las palabras del Señor. Siento que Echenique haya usado sus palabras comentando otro artículo, dice poco de Echenique y de usted… que mal amigo se ha echado…
Gonzalo y Antonio, es que una cosa es juzgar a las personas, cosa que sólo puede hacer Dios, y otra es juzgar los actos. Estos últimos sí son, de por si, buenos o malos y como tales tenemos que considerarlos. Las motivaciones y razones íntimas sólo las conoce Dios, y ahí no podemos entrar. Otra cosa es juzgar como actúa cada uno, cosa que podemos y debemos hacer. De lo contrario iríamos por la vida como gallinas sin cabeza.
El problema con el Papa es que habla de una manera que no se sabe si tiene clara esta distinción o no y, por lo tanto, crea confusión. Para mi este no es el «papado de la misericordia», cosa que me parece ridícula, como si los anteriores no lo hubieran sido, sino el de la confusión extrema.
sobre si andar por la vida juzgando a los demás o suspender el juicio, nos dice Tomás de Kempis en su libro LA IMITACIÓN DE CRISTO : » PON LOS OJOS EN TI MISMO y guárdate de juzgar las obras ajenas. En juzgar a otros se ocupa uno en vano , yerra muchas veces y peca facilmente ; pero juzgando y examinándose a sí mismo se emplea siempre con fruto »
» el que en todo calla , en todo tiene paz»
Sobre la frase de que no debemos estar amargados, y que al parecer a algunas personas les ha parecido poco acertada o incluso ofensiva ( no sé por qué ) el Papa dijo » a veces estos cristianos melancólicos tienen más cara de pepinillos en vinagre que de personas alegres que tienen una vida bella», añadió.
«La alegría no puede quedarse quieta: debe caminar -continuó-. La alegría es una virtud peregrina. Es un don que camina, que camina por los senderos de la vida, camina con Jesús, predicar, anunciar a Jesús, la alegría, alarga el camino, lo amplía. Es una virtud de los grandes, de los grandes que están por encima de las nimiedades, por encima de las pequeñeces humanas, que no se dejan implicar en las cosas pequeñas internas de la comunidad, de la Iglesia: miran siempre al horizonte”.
“La alegría es una peregrina”, afirmó. “El cristiano canta con alegría y camina llevando esta alegría”, dijo.
Todo esto que dijo el Papa en mayo de 2013 animando a estar contentos por sabermos Hijos de DIOS , no es muy diferente a lo que dijo en el año 1939 Escrivá de Balaguer en su libro » Camino » :
nº660 : «Nunca te desanimes si eres apóstol ; No hay contradicciones que no puedas superar ; ¿por qué estás triste ? »
nº661 : » caras largas , modales bruscos ; facha ridícula ; aire antipático ¿ así esperas animar a los demás a seguir a Cristo ?»
nº 662: ¿no hay alegría ? piensa que hay un obstáculo entre Dios y yo . Casi siempre acertarás .»
nº 664 : » no estés tiste ; ten una visión más nuestra , mas cristiana de las cosas »
y ya puestos a citar a Escrivá de Balaguer cuando aquí , o en cualquier otro sitio, se habla de » me han dicho aunque no sé si será cierto » · » me cuentan » » me ha llegado un rumor «y frases de eses estilo seguidas de algo horrible o negativo a mi se me viene a la mente algo que voy a copiar textualmente; es el nº 449 de Camino, que dice así : » eso se llama : susurración , murmuración , trapisonda , enredo , chisme , cuento , insidia , ….¿ calumnia ? , ¿vileza ? Es dificil que la función de criterio de quien no tiene por qué ejercitarla , no acabe en faena de comadres «
Jesucristo nos dijo a sus discípulos, efectivamente, que no juzguemos. Pero también nos advirtió que no nos dejáramos engañar, ya que vendrían falsos profetas que engañarían a muchos. Yo comparto la tesis del artículo de D. Francisco José y la del blog adoracion y liberacion, aludido en otro comentario. No se deben hacer juicios temerarios, ciertamente. Pero una cosa es eso y, otra, suspender totalmente el juicio. Esto último yo tampoco creo que sea algo que Dios quiera de nosotros; de otro modo, Cristo no nos habría advertido contra los falsos profetas y los fariseos. Más aún: A veces, no queda más remedio que denunciar públicamente el mal y poner en evidencia a los malvados, para evitar confusiones dañinas. Cuando el mal es evidente, cuando la mala actitud de una persona es clara y conlleva escándalo y mal ejemplo para otros, yo creo que no queda más remedio que denunciarlo. Es lo que acaba de hacer, por ejemplo, Mons. Aguer respecto al Gobierno argentino de Macri, denunciando su falta de principios morales. Muy bien que ha hecho el Sr. Arzobispo de La Plata en decir lo que ha dicho, es su deber.
Con respecto al no juzgar, entre lo que diga este papa y San Pablo, prefiero creerle a San Pablo:
«Al escribiros en mi carta que no os relacionarais con los impuros, no me refería a los impuros de este mundo en general o a los avaros, a ladrones o idólatras. De ser así, tendriais que salir del mundo. ¡No!, os escribí que no os relacionarais con quien, llamándose hermano, es impuro, avaro, idólatra, ultrajador, borracho o ladrón. Con ésos ¡ni comer! Pues ¿por que voy a juzgar yo a los de fuera? ¿No es a los de dentro a quienes vosotros juzgáis? .A los de fuera Dios los juzgará. ¡Arrojad de entre vosotros al malvado!»
Cigoña, tampoco hay que pasarse…
Joooooroooobaaaa! Es cierto,Canali? Si Jorgefrancisco ha dicho eso,apaga y vámonos!
Recientemente Bergoglio comentó: «Pablo, VI será canonizado este año, Juan XXIII y Juan Pablo II ya son santos, Juan Pablo I está en camino, Benedicto y yo estamos en lista de espera.»
https://infovaticana.com/blogs/adoracion-y-liberacion/vais-ir-al-infierno-no-se-puede-juzgar/
Paco Pepe tienes toda la razón. Es un tema absurdo, aburrido y demagógico. Estoy contigo al cien por cien.
Hace unos meses ya escribí un artículo hastiado de este tema.
Me remito a él.
https://infovaticana.com/blogs/adoracion-y-liberacion/vais-ir-al-infierno-no-se-puede-juzgar/
Estoy contigo
Cuando se habla de juzgar en el Evangelio, la referencia es escatológica: La krisis o juicio. con carácter definitorio y determinando cómo será nuestra eternidad, ejercido por el Justo Juez. En este sentido, cuando dice:» No juzguéis,» nos advierte, de que al ejercer con plena legitimidad nuestro juicio, debemos evitar suplantar al Señor, pues habría un grave desajuste ontológico con derivaciones morales: sería idolatría. Y esa propensión está muy arraigada en cada uno debido a las heridas del pecado original, de las que habla San Agustín.
Podemos y debemos juzgar: es una faceta del famoso discernimiento jesuítico, de raíces paulinas. Pero nunca sobrepasar nustras lindes y…a veces, por el bien de la paz…suspender el juicio. Puedo juzgar que la Amoris laetitia es un bodrio plagado de herejías. Pero, por el bien de la paz suspendo el juicio, a sabiendas de que personas con mayor autoridad y la Providencia de Dio, teniendo como aliado e decurso temporal, dirimirán el asunto.
bergoglio dice que no hay que juzgar pero juzga e insulta descaradamente a sus contradictores reales e imaginarios. hipocresía bergogliana una vez mas!
Las exégesis son siempre complicadas y yo no me las voy a dar de exégeta. Pero podré expresar mi extrañeza de que haya alguien que se pase todos los días diciendo que no juzguemos y él se los pase todos juzgando. Tal vez no me haya leído el texto de Lucas y en él se diga que no juzguemos nadie salvo Francisco. ¿O eso es un apócrifo?
Realmente si nos creyéramos las palabras que dice el Evangelio sobre el juicio tanto como nos creemos las de la indisolubilidad del matrimonio otro gallo cantaría, también al Papa, por supuesto, y con todos los respetos que me merece el obispo de Roma. Pero si al final de la vida es cierto eso de que » así como juzguéis seréis juzgados» muchos católicos que lo escuchamos tan alegremente y no hacemos ni caso (me incluyo) las vamos a pasar canutas, porque como dice Santiago «el juicio será sin misericordia, para el que no practicó la misericordia». Bienvenidas las palabras del Papa, aunque no las practique el mismo, pues son el Evangelio mismo, y nos viene muy bien esta Cuaresma recordar cosas tan serias, en que según el Evangelio nos jugamos la salvación.
Puede que el evangelio tenga algo de razón, y la celebración de la Santa Misa de hoy el texto del evangelio decía.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,36-38):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».
Y este texto es Palabra de Dios, recibida como tal en la Iglesia.
Un poco de respeto a Nuestro Señor Jesucristo, y al Papa.
Hay otro texto que dice, que si uno llama a su hermano imbécil es reo del fuego, y podríamos seguir.