Brasil era una nación absolutamente católica. Extensísima por lo que parece muy normal que se creen nuevas diócesis. Esta con un nombre muy hermoso: Cruz das Almas.
Nada que objetar a su erección. Seguramente muy obligada. Pero… En un país que era absolutamente católico la nueva diócesis, con una población de 324.000 habitante sólo tiene ya 191.228 católicos. Y la de la que se segrega, San Salvador de Bahía, está en una situación mucho peor. Se queda con 3.214.224 habitantes, cifra que seguramente será la correcta o muy aproximada, de la que ya son católicos 1.503.089. Menos de la mitad. Y para comprobar el catolicismo de la mayoría. Para correr a gorrazos a los obispos brasileños. En cualquier empresa, con esos resultados, estarían todos destituidos. Eso es una vergüenza. Con Francisco o sin Francisco.
El problema del Brasil no es una insignificante minoría amazónica que precise la ordenación de viri probati et sponsati. Eso es una burda trampa para colar la abolición del celibato sacerdotal en el rito latino. Abolición de pésimos resultados donde se ha dado. La cuestión del catolicismo brasileño no está en la Amazonía, burdo pretexto para otras maldades, sino en la total incompetencia de un episcopado menos que mediocre, con las escasas excepciones que quepan, que se está dejando arrebatar sus fieles a riadas de millones.
Seguramente los obispos alemanes, los belgas, austriacos y malteses, los argentinos, son teológicamente peores que los del Brasil. Pero esos saben lo que quieren. Con los brasileños, aunque ya el caballo hace muchos años que ha dejado de ser medio de comunicación de sus Desilustrísimas, si alguna vez alguno se acercara a ese antaño animal de transporte de tantos obispos seguiría siendo válida la vieja regla para distinguir a no pocos de la tan utilizada bestia. Por la inteligente mirada del caballo.
La Iglesia de Brasil va camino de su desaparición. Las cifras son del Vaticano. El problema no está en las sectas ni en los brasileños. En la recua de sus obispos. Es que ni buscados aposta para acabar con el catolicismo de una nación que fue catolicísima.
http://1. I dati statistici della nuova diocesi di Cruz das Almas sono i seguenti:
1. I dati statistici della nuova diocesi di Cruz das Almas sono i seguenti:
| Superficie | 2.409 km2 |
| Popolazione | 324.392 |
| Cattolici | 191.228 |
| Parrocchie | 16 |
| Sacerdoti diocesani | 19 |
| Sacerdoti religiosi | – |
| Diaconi permanenti | 7 |
| Seminaristi | 4 |
| Religiosi professi | – |
| Suore | 18 |
2. I dati statistici dell’arcidiocesi di São Salvador da Bahia dopo la dismembrazione sono i seguenti:
| Superficie | 1.184 km2 |
| Popolazione | 3.214.224 |
| Cattolici | 1.503.089 |
| Parrocchie | 100 |
| Sacerdoti diocesani | 125 |
| Sacerdoti religiosi | 103 |
| Diaconi permanenti | 88 |
| Seminaristi | 31 |
| Religiosi professi | 22 |
| Suore | 647
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La Iglesia en estado de marasmo desde el tremendo Vaticano II. Los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI no se atrevieron a desautorizar sus modificaciones y lo estamos pagando. Ahora de modo más acelerado con el misericordiante y ruidoso ( por lo de hacer ruido) Francisco.
La Iglesia en estado de marasmo desde el tremendo Vaticano II. Los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI no se atrevieron a desautorizar sus modificaciones y lo estamos pagando. Ahora de modo más acelerado con el misericordiante Francisco.
Eso se arregla pronto: nuevos y mejores obispos y no acémilas con mitra.Y, en el ínterin, quitarles un par de purpurados votantes y darles sus capelos a, por ejemplo, un gabonés y un zambiano, que hay muchos católicos por allí.
hablando de la iglesia del brasil, 9 millones de brasileros dejaron de ser católicos desde 2014, http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=28144. otro “éxito“ de este desastroso pontificado bergogliano.
Ya no existen católicos en Brasil? Que catástrofe…
Creo que la pregunta habría de ser «¿Cómo es posible que todavía queden católicos en Brasil?» Y es que con bufonadas como las perpetradas en el Santuario de La Aparecida, el segundo templo de mayor tamaño de los templos católicos tras San Pedro de Roma, en la Novena Solene de octubre de hace unos años, aparecieron los Santos Evangelios al son de una marcha circense y rodeado de acróbatas que realizaban todo tipo de piruetas. Ignoramos todo lo que se ha podido hacer tras la Hazaña Circense, pero ya se sabe que el lema de los circos es el «Más Difícil Todavía», y en otro año vimos la imagen de la Virgen de la Aparecida, entrando en un carro triunfal con basuras. El año pasado, en esta misma novena y en este mismo «escenario» apareció una escuela de Samba, que ciertamente no vestía de modo indecoroso (al menos en el vídeo que hemos podido ver), pero que muchos creerán, sobre todo si han podido oír hoy al santo padre, que tal vez no era lo más adecuado. Y es que si esto lo vemos en el templo más grande de Brasil, no es de extrañar que la gente tras ver semejantes barbaridades, desvíe sus miradas y preste sus oídos, a personas que están fuera de la Iglesia Católica, pero que están menos dispuestas a hacer el payaso que algunos de la jerarquía católica brasileña. Y es un problema al que podríamos enfrentarnos en España, pero del que de momento estamos liberados, más que nada porque nuestros líderes protestantes no son unos números uno. Que si no, estaríamos como Brasil o peor.
La situación resulta tanto más triste siendo Bahía la diócesis más antigua de Brasil en el siglo XVI y una de las más antiguas de América.
Es cierto que la responsabilidad nos corresponde a todos los cristianos que hemos recibido el encargo de «id y predicad», pero desde luego la mayor responsabilidad corresponde a obispos y sacerdotes.
Me quedo con un dato esperanzador dentro de la debacle brasileña : tienen un seminarista por cada 4 sacerdotes, mientras que, en España, pueden ser uno cada 15 o más. A quienes habrá que correr a gorrazos será a los obispos españoles, que han perdido y siguen perdiendo porcentajes de fieles muy superiores a los brasileños.