| 09 septiembre, 2016
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Me parece un error más del Carmelo masculino
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Pagola invitado por los carmelitas
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Tela, tela, tela…
Sinceramente, da igual cuántos congresos monten y a cuántos impresentables lleven (que visto el programa son unos cuántos, por cierto)
El problema es que ni a los propios carmelitas les interesa ya vivir la mística, por mucho que hablen de ella.
Si no no se entiende que el único desierto que les queda en España, el Desierto de San José de las Batuecas, esté -literalmente- desierto de monjes. Sólo se mantiene Fr. Ramón de la Cruz (monje íntegro y fiel al carisma de la orden de los pies a la cabeza) como monje carmelita de clausura. Ni uno más. El resto prefieren vivir en cualquier otro sitio lejos de la soledad, la oración y la mística que un día hizo grande a la orden de los Carmelitas Descalzos…
la dirección del Carmelo pretende -en otro caso no invitaría a semejantes individuos- formar a sus monjes y novicios en la errónea, falsa y demoniaca cristología de Pagola y Sobrino. De esperar seria que algún valiente monje y/o novicio, aun no deformado por estos tipejos ni por la dirección del Carmelo, tras las palabras de los «invitados» (a lo mejor cobran, que no me extrañaría) levante la mano y les haga preguntas y comentarios breves y directos enunciando la fe de la Iglesia y desacreditando las estupideces de los pagola y sobrino de turno. Aunque lo más sensato es no perder el tiempo acudiendo a escichar estupideces de gente inicua.
Decimos que Pagola, ¿y Jon Sobrino, que también está invitado?
Efectivamente, Luis H., no sólo es Pagola. Es que es resulta difícil entender qué tienen que aportar él y la mayor parte de los demás invitados, a una reunión sobre Biblia, mística y músicas teresianas.
Recuerda a Mastropiero, el personaje de»Les Luthiers», y sus congresos de folkloristas y ginecólogos. Sólo que el quinteto argentino lo glosa para hacer reír, y lo de estos-as carmelitas es de llorar.
El problema no es Pagola, que uno se te puede colar. El asunto es que Anselm Grün y Jon Sobrino SJ son de la misma estirpe o aún más heterodoxa. Ahí ya no cabe la casualidad
El problema de Pagola, es que crea confusión incluso aunque su planteamiento en un caso concreto sea plenamente ortodoxa. El que sea acogido por una orden religiosa, puede dar la sensación de que se mueve en la ortodoxia católica, cuando no es así y su pensamiento de raíz está envuelto en planteamientos, cuando menos dudosamente católicos.
Creo que le problema se resolvería si se presentara como un protestante o brahmán hindú, pues la gente sabría a que atenerse ante un enfoque distinto del católico, pero que puede tener interés e incluso ayudar a apreciar más el pensamiento católico.