| 31 octubre, 2024
Os enlazo la necrológica que le dedicó Pikaza pues me parece muy acertada. Solo requiere considerar malo lo que a él le parece bueno y bueno lo que considera malo.
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Y a los que les molesta el título con el que despido a algunos, decirles que con ellos a mí no se me va nadie, que en absoluto les echo de menos. Si hay quienes se duelen por su marcha serán las lágrimas cosa de ellos. No mía.
Dice Don Francisco José Fdez de la Cigoña:
«Y a los que les molesta el título con el que despido a algunos, decirles que con ellos a mí no se me va nadie, que en absoluto les echo de menos»
Simplemente yo me pregunto si esa manera de despedir a una persona que deja este mundo encaja a la perfección con el Catecismo de la Iglesia Católica aprobado por Juan Pablo II en 1997 que dice en su número
814 «Desde el principio, esta Iglesia una se presenta, no obstante, con una gran diversidad que procede a la vez de la variedad de los dones de Dios y de la multiplicidad de las personas que los reciben. En la unidad del Pueblo de Dios se reúnen los diferentes pueblos y culturas. Entre los miembros de la Iglesia existe una diversidad de dones, cargos, condiciones y modos de vida; «dentro de la comunión eclesial, existen legítimamente las Iglesias particulares con sus propias tradiciones» (LG 13). La gran riqueza de esta diversidad no se opone a la unidad de la Iglesia. No obstante, el pecado y el peso de sus consecuencias amenazan sin cesar el don de la unidad. También el apóstol debe exhortar a «guardar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz» (Ef 4, 3) «
Misericordia y Justicia.Ahora ,como todos ,recibirá su muy justo salario.Ya se ha presentado ante Dios Nuestro Señor y no valen aquí abogados de este mundo.Solo; su alma y Dios
No conocía a este señor. Sus propuestas me dan escalofríos.
Paz y bien.
Que el Señor tenga misericordia del Hno. Garrido y mucha bondad para los que seguimos peregrinando en este valle de lágrimas.
Amén.
Y (…) Pikaza, alabandolo y sin referencias a sus abusos. Descanse en paz quién hizo perder la fe a media Navarra y cientos de religiosos