| 27 octubre, 2018
Dos en un mes. Trágico.
https://infovaticana.com/2018/10/26/la-iglesia-en-francia-sacudida-por-dos-suicidios/
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En ambos parece que había conductas desordenadas. En primer lugar encomendémosles a la misericordia de Dios. Y después alguien se debería poner a intentar resolver la crisis de la Iglesia y a no perderse en Amazonías sin sentido.
En un caso, no se trataba de nada relacionado con menores.
En el otro, no sé.
Estoy en contra de la tan celebrada «tolerancia cero».
Tolerancia cero, no. Justicia «10», sí.
Si alguien es culpable, que sea juzgado y, si procede, condenado.
Pero que no sea condenado sin haber sido oído, sin haber podido defenderse.
NI una lagrima de mi parte! Dos PEDOFILOS ABUSADORES que causaron DAÑOS a varios jovencitos.
Mi TOTAL apoyo a las FAMILIAS y VICTIMAS de tales abusos.
El primero no fue como Vd. dice pues aunque nada edificante el asunto fue con una chica mayor de edad. Sobre el otro no ñe falta razón y sorprende que en el seminario le le hubiesen dado el pase. Pero, en conciencia creo que no está de más encomendarlo a ña misericordia de Dios.
Respecto al primer caso,el del Abbé Jean-Baptiste Sèbe, el Obispo de Rouen Monseñor Lebrun, dice que una madre fue a ver al Vicario General de la Diócesis y le dijo que hacía tres años el Sacerdote tuvo una actitud inapropiada, con su hija, ya mayor de edad. El Obispo llamó al Sacerdote y le habló como un padre. Jean-Baptiste reconoció que hacía tres años había tenido un mal momento con una chica, mayor de edad. Dijo que eso era para él una prueba pues no se consideraba a la altura de la imagen que debe proyectar el Sagrado Ministerio. El Obispo le dijo que se tranquilizase, que un mal momento entra dentro de las posibilidades, que volviese a la Parroquia, a ver cómo volvía todo a su cauce. Jean-Baptiste, durante la tarde cumplió con toda naturalidad con su ministerio. Y por la noche entró en el templo y se ahorcó.
Era Doctor en Teología y al día siguiente debía formar parte de un tribunal en París, que evaluase la lectura de la tesis de un doctorando. Fue el Obispo quien descubrió el drama y quedó sumido en un gran dolor. Varias veces se ha preguntado a sí mismo, evocando la conversación, si dijo algo improcedente o le faltó alguna palabra adecuada. Lo que sí ve claro es que hay una infinita desproporción entre una conducta puntual inapropiada y el dramático desenlace. Que la misericordia de Dios haya acogido a Jean-Baptiste. El otro es un caso específicamente distinto. Pero, sólo desear que Dios se haya apiadado de su alma.
El domingo 7 de octubre el arzobispo de Poitiers, monseñor Pascal Wintzer, concelebró la misa ,en la iglesia de St Maurice la Clouère, con un pastor anglicano, Adam Boulter, que comulgó con el arzobispo y los demás curas. (Boulter,casado y con tres hijos, está a la derecha de la foto)
https://www.riposte-catholique.fr/archives/147889
La archidiócesis francesa de Poitiers publica un artículo pro-LGTB …
https://gloria.tv/article/DWH1Emffmtt16F9rYEXKVKkJ3
18 ene. 2018 – La archidiócesis francesa de Poitiers publica un artículo pro-LGTB … «Durante los últimos cinco años, el arzobispo Wintzer ha encargado una
La renovación de la Iglesia local de Poitiers (Francia) – Vida Nueva
http://www.vidanuevadigital.com/…/la-renovacion-de-la-iglesia-local-de-poitiers-francia-alb...
11 jul. 2015 – En enero de 1994, Albert Rouet, hasta entonces obispo auxiliar de París, es nombrado titular de Poitiers en sustitución –por jubilación– de …
¿Qué pasa con Poitiers? – Intereconomia
https://intereconomia.com/noticia/que-pasa-poitiers-20120412-20120412-0000/
12 abr. 2012 – El arzobispo Rouet, ya afortunadamente emérito de Poitiers, diócesis que ha dejado arrasada, fue uno de los peores obispos ya no de Francia .
¿No existe el Diabo? ¿Tampoco los endiablados?
¿Resover la crisis?
¿Quien y dónde si se quiere interconfesionalizar la Religión Católica? El vacío existencial es inevitable. Y la paranoia. Peligro de muertge calaveratis mortis.
Qui Lazarum resuscitasti a monumento foetidum. Tu ei, Domine, dona requiem el locum indulgentiae. Qui venturus es iudicare vivos et mortuos et saeculum per ignem. Tu ei, Domine, dona requiem et locum indulgentiae.
Deus, qui inter apostolicos sacerdotes famulum tuum Petrum sacerdotali fecisti dignitate vigere. Fac ut eorum perpetuo aggregetur consortio. Per Christum Dominum Nostrum. Amen.
Mírame
Fray Cornelius Avaritt OP
19 de Octubre de 2018
Imagina que son las 08 de la mañana de un viernes y todos se están preparando para ir al trabajo o a la escuela o a cualquier actividad del horario matutino.
Cuando alguien llega al trabajo o la escuela, generalmente aflora el deseo de sobresalir en las tareas que tiene que hacer en este día, con el objetivo de complacer a su supervisor, maestro u otra persona constituida en autoridad.
Apreciamos el reconocimiento y el elogio de los demás, y con razón, cuando hacemos algo bien y, nuestro objetivo en la vida se ciñe a no decepcionar a nadie.
Sin embargo, si buscamos siempre el elogio, el reconocimiento y la atención de quienes nos rodean, por nuestras buenas acciones, quizás deberíamos reflexionar sobre si esto es lo único que queremos que la gente vea en nosotros.
Si éste es el caso, tal vez sólo nos estamos viendo a nosotros mismos desde una perspectiva incompleta, que no está a la altura de todo nuestro potencial.
Sabemos que nuestros dones, talentos y logros provienen de Dios y que los recibimos de Su gracia.
Por lo tanto, ¿No debería la gente, ver a Cristo en nosotros? ¿No deberían verlo en nuestras acciones y actividades diarias?
Si lo ven, es que vivimos la vocación a la que se nos ha llamado. Aunque nuestra vida pase por muchas pruebas y tribulaciones, que pueden orientar nuestra atención hacia nosotros mismos, Nuestro Señor nos ha dado un gran ejemplo de lo que significa una vida en la se ve a Cristo: La vida de nuestra Santísima Madre Santa María.
María es la testigo perfecta de una vida centrada en Cristo, una vida en la que Cristo mora en Su interior y brilla en todas Sus acciones.
Ella ejemplifica esto de muchas maneras a través de Su confianza en el Padre, la fidelidad a Su Hijo y la docilidad al Espíritu Santo.
Santa María confía en el Padre cuando acepta traer a Su Hijo al mundo. Cuando Cristo recorre el itinerario de Su vida y ejerce Su ministerio en la tierra, Ella nunca dudará de Sus decisiones y siempre hará las Suyas basadas en la voluntad del Señor.
Ella es dócil a los mociones del Espíritu Santo sometiendo Su voluntad y uniéndola a la de Su Hijo en Su pasión y muerte.
Humillándose a Sí misma, será la Medianera de todas las gracias, intercediendo por nosotros ante Su Hijo, la Fuente de toda gracia. Todas estas acciones y decisiones de María nos ayudan a ver a Cristo cuando la miramos.
Del mismo modo, la vida de Cristo, reflejada en nosotros es el estado de vida al que todos estamos llamados.
Por lo tanto, al vivir los ajetreos de la vida diaria, debemos dar un paso atrás y examinar nuestros deseos y decisiones.
Si tan sólo se ordenan a un fin terrenal, deberíamos pedirle a Dios un mayor deseo de que se cumpla Su voluntad en nuestra vida, para que podamos estar más perfectamente unidos a Él, adentrándonos en la contemplación del Señor Jesús, para que more en nosotros.
Nuestro objetivo es recibir la gloria de Dios y no de los hombres, de modo que cuando nos preguntemos a quién ve la gente cuando nos mira, la respuesta siempre sea: Cristo.