¿Otro Friol en Vitoria?

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Parece que no va a ser tanto. Unos feligreses expresan su disgusto y hasta su indignación por los cambios que ha hecho el obispo en una unidad pastoral. Están en su derecho a expresar lo que les parezca siempre que no rompan la unidad de la Iglesia. Y entre ello a mostrarse disgustados, incluso indignados, acertada o equivocadamente, por una decisión del obispo, acertada o equivocada, justa o injusta y generalmente mediopensionista.

Hay un principio general que es intocable. Quien gobierna la diócesis es el obispo. Y nadie más. Así quiso Cristo a su Iglesia. El obispo debe consultar, asesorarse, pesar pros y contras, pero la última decisión es suya. Y en unas cuantas no acertará. Y hasta en algunas cabe mala voluntad episcopal. Que los obispos, por serlo, no son santos.

Los fieles tienen derecho a manifestar su opinión ante los actos de los obispos. Pero son lentejas. Que como el obispo no se vuelva de su decisión van a misa. La Iglesia, por constitución divina, no es democrática. Y no puede serlo. Una vez expresado el disgusto y hasta la indignación no cabe más que el ajo, el agua y mucha resina. O irse.

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Luego hay otra cosa a tener en cuenta. Cuando se dice que una parroquia está indignada y en pie de guerra hay una enorme exageración por parte de los medios, no pocos de ellos interesados en magnificar el conflicto y generalmente desde una opción antieclesial. La parroquia levantada en armas no suele pasar de una número más bien escaso de parroquianos y normalmente manipulados. Hay otros a quienes les parece muy bien el cambio y la mayoría acepta sin el menor problema el nuevo sacerdote que les manda el obispo. Pero esos son los que no salen con pancartas a manifestarse.

El obispo de Vitoria ha tomado una decisión, seguro que pensada, lo que no quiere decir que acertada porque como humano que es se puede equivocar. Pues a ello hay que estar. Si los sacerdotes eran buenísimos también otras parroquias tienen derecho a disfrutar de ellos. Que el párroco no es propiedad de ningún parroquiano. Y si fueran normales otros llegarán parecidos, algo peores y hasta tal vez mejores. Si a mí alguien me presta un coche, que no pasa a ser de mi propiedad, me podrá fastidiar que un día me lo reclame pero es suyo y no mío. Y si además me prestara otro en sustitución tendría escasísimo sentido que fuera con mi familia enarbolando pancartas ante su casa por haberme cambiado el coche.

Hemos tenido recientemente en Galicia un caso parecido aunque mucho más llevado al esperpento. A unas parroquias le cambian el párroco y a armar la de Dios es Cristo. Reclamando un diálogo con el obispo que no tenía el menor sentido pues no había nada que dialogar. Porque era reposición del cura o nada. No se reclamaba la menor conversación, simple y llanamente la bajada de pantalones del obispo. Todo eso parece haberse terminado. No sé si por aburrimiento de los vecinos revolucionados, que eran sólo una parte de los feligreses, de los medios que se hacían eco de sus manifestaciones o de todos a la vez.

Las fotografías suelen ser la prueba del algodón. Lo mismo en la Plaza de San Pedro, en Friol, no tienen que darme las gracias por traerles de nuevo a la actualidad perdida, tengo gran simpatía por su vila y debo ser uno de los poquísimos españoles que la conocen, que ahora en Vitoria.

¿Si esa era la concurrencia de los protestantes e indignados, de verdad cree alguien que merecía hacerse eco de tanta protesta e indignación? ¿Se trataba tal vez de meterle el dedo en el ojo al obispo de Vitoria? ¿Aunque fuera por tan descafeinado motivo?

http://www.periodistadigital.com/religion/diocesis/2017/07/31/ante-los-cambios-en-la-unidad-pastoral-religion-iglesia-elizalde-vitoria.shtml

 

 

 

vitoria.shtml

Comentarios
8 comentarios en “¿Otro Friol en Vitoria?
  1. Con ese artículo, simplemente aclarar que los vecinos ni están aburridos, ni han desaparecido. Simplemente están en espera, por el futuro de su párroco.
    Gracias

  2. Entra en negociación el caso del cura de Friol para volver a sus parroquias
    Hay un principio de acuerdo para que retorne este año si las protestas siguen paradas

    LUGO / LA VOZ 01/08/2017 05:00 H

    El caso del cura de Friol que el Obispado de Lugo envió a Quiroga contra su voluntad, y por lo cual un grupo de vecinos y feligreses iniciaron protestas, entró en vías de negociación. Hace algunas semanas se reunieron en Lugo el vicario general del Obispado, Mario Vázquez Carballo, con un representante de los vecinos y del concello de Friol. En dicha reunión se habría llegado a un principio de acuerdo según el cual la plataforma de vecinos dejaría de hacer protestas ante el palacio episcopal y demás actos eclesiales, y el Obispado por su parte se comprometería a reponer al cura José Ramón Pérez en sus parroquias de forma progresiva hacia final de año. Mientras tanto, el párroco se toma tiempo de vacaciones y descanso, ya que había pasado unos meses de mucha tensión. Este principio de acuerdo fue el que hizo que la plataforma desactivase sus movilizaciones, empezando por la que tenían prevista en la catedral de Lugo durante la ofrenda del Antiguo Reino de Galicia. Este había sido anunciado como el acto de protesta de más trascendencia, dado que estaba prevista la presencia de diversas autoridades civiles en Lugo en la misa oficial del obispo. Sin embargo, la plataforma ya no apareció ese día de junio, y tampoco hubo más manifestaciones desde entonces.Ayer mismo, la portavoz del colectivo de Friol aseguró que habían rebajado el nivel de las protestas a la espera de que se acerquen las posturas, aunque aseguró que en las últimas semanas no hubo movimientos. El caso del cura José Ramón Pérez había saltado a la polémica después de que los vecinos y feligreses se opusiesen a su traslado manifestándose en diversos lugares. Posteriormente fue el propio sacerdote el que decidió dejar las parroquias de Quiroga que le habían encomendado. Y más tarde vinieron los problemas en las parroquias de Friol que había dejado porque otros sacerdotes renunciaron a ir para ellas debido al boicot que le hacían los feligreses a los nuevos párrocos que fueron enviados a Friol.Tras aquellos conflictos, siguieron las protestas ante el obispado en varias ocasiones para que el obispo recibiese a los vecinos, pero la recepción no se produjo, así que ellos insistieron con otras protestas en diversos lugares a donde acudía el obispo o uno de sus vicarios, como confirmaciones, o incluso un acto en O Cebreiro. Sin embargo, una vez pasado el día de la reunión se desactivaron todas las protestas y así seguirá.

  3. Tras el paso del concilio y los curas «eta progreta» el cristianismo en Vitoria está aniquilado, después de ser tierra de miles de sacerdotes y religiosas. Hace poco vi los miles de musulmanes que controlan partes importantes de la ciudad y me quedé alucinado.

  4. Este es uno de los desaguisados del Concilio; conozco un caso en mi diócesis que un párroco de concurso gano a su Cardenal Arzobispo la permanencia en su parroquia conforme al Código del 18, La actual situación ha disminuido de tal forma a los párrocos que hoy no pueden más que decir amen en lo bueno y en lo malo a lo que el obispo opine; se accedía por méritos no por libre designación y se podía realizar una labor pastoral

  5. Estas cosas no pasaban cuando había párrocos inamovibles, pero la reforma postconciliar del Derecho Canónico atribuyó a los obispos un poder absoluto dentro de sus diócesis. Y eso que el Concilio supuestamente se hizo para «democratizar» la Iglesia.

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