| 07 octubre, 2021
Arar en el mar. O sea, estupideces sin sentido.
Esa es la pastoral que se lleva. Naturalmente con desastrosos resultados.
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Pues a seguir insistiendo con el suicidio.
Arar en el mar. O sea, estupideces sin sentido.
Esa es la pastoral que se lleva. Naturalmente con desastrosos resultados.
Pues a seguir insistiendo con el suicidio.
Una vez más, muchísimas gracias, don francisco José. No me cansaré de dárselas. Amén de mis oraciones, por usted y los suyos.
«Pilar Alegría reduce un tercio las horas mínimas de Religión para reforzar Lengua, Matemáticas, Ciencias y Arte»
«Las enseñanzas religiosas, que con Zapatero tenían al menos 90 minutos a la semana, pasan a ocupar una hora»
https://www.elmundo.es/espana/2021/10/07/615eda31fc6c830b658b4574.html
No se puede hacer mejor análisis de la situación de nuestra querida Iglesia Catolica en un breve artículo mejor del que ha hecho Don José Luis.
¡Vamos!
¡A trabajar ahora!
Cada uno somos responsables de nuestro microentorno. Yo soy padre, catequista, profesional… ¡Que por mi no sea!.
Decía San Juan Pablo II en el Bernabeu en Madrid: «venced al mal con abundancia de bien».
Pido perdón de antemano a don Francisco José, cuya paciencia emula y quizá supere a la del santo Job, por lo que voy a decir: estoy harto, dolorosamente harto, brutalmente harto y descorazonadoramente harto de que nadie haga nada, absolutamente nada, contra las termitas zapadoras que llevan medio siglo destruyendo la Iglesia desde dentro. Mientras en Roma no sean conscientes de que la podredumbre y la putrefacción están dentro, la deriva de la Iglesia, que se asemeja al que intenta evitar deslizarse por un plano inclinado, no tendrá otro fin que este: su desaparición en dos o tres décadas. Don Francisco José: perdóneme el desahogo, pero NO PUEDO MÁS.
ÁNIMO!!! somos unos cuantos que no PODEMOS MÁS!!!. Pero tranquilo, ya han conseguido los enemigos de Cristo llegar a la cima, o sea, a los picos de la «montaña» (léase pontificado)… Ya no van a escalar más.
Extraordinario el comentario del padre Aberasturi, en efecto.
Yo añadiría reflexionar sobre cuál el sentido de los colegios católicos en los que hay alumnos que no cursan Religión. Esos alumnos lo que buscan es la calidad educativa que no encuentran en la educación pública y quieren ahorrarse de los costes de la enseñanza privada. Hay que empezar a decir a estos padres y alumnos que la seña de identidad de un colegio católico es la educación religiosa y no la preparación para sacar un 10.00 punto en las pruebas de acceso a la universidad. Y MIENTRAS priorizamos más esa nota que la educación religiosa que sufragamos como podemos.