https://infovaticana.com/2024/03/08/el-vaticano-tambien-investiga-al-cardenal-neozelandes-dew/
No tengo la menor simpatía por ese cardenal pero entrar en asuntos de hace cincuenta años, aunque fueran ciertos, que tampoco lo sabemos, me parece de locos. Y en una institución que tenía del perdón y del arrepentimiento esencia constitutiva. Y hasta un sacramento.
Menuda engañifa la de a quienes se los perdonarais les serán perdonados. Retenidísimos toda la vida. Incluso cincuenta años después.
Esto tiene la Iglesia que resolverlo de una vez. Lo pasado, si no ha habido reincidencia, pasado está. Bastante tiene con ocuparse de lo de ahora. Que desgraciadamente no es poco.
Estoy de acuerdo. Deja indefenso, sin seguridad jurídica ni respeto por la reinserción del pecador. La imprescriptibilidad de hecho que puede haber pasado hasta 100 años entre su comisión y la denuncia (pecó a los 20 siendo seminarista y vive hasta los 120 y es acusado supuestamente con estos 120 años), es una violación de todos los derechos humanos fundamentales en derecho penal. Una bestialidad y brutalidad bárbara que ha de ser anulada ya. Se queda uno vitaliciamente a merced del chantaje, soborno o amenaza de cualquier mindundi o mafia de poder e intereses. Además, si está enfermo e incapacitado, las pruebas ya no pueden darse con garantías absolutas (en el ejemplo, han pasado 100 años) no hay garantías de un juicio justo por ningún sitio, pues es un delito que, a diferencia del genocidio, no deja ningún tipo de rastro material operativo.