| 13 octubre, 2021
Un emérito que lo borda siempre.
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Y del que deberían tomar ejemplo la multitud de eméritos inútiles que ahí están aunque nadie lo perciba.
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Lamentablemente, la parresía sólo se encuentra hoy en los obispos jubilados y no en todos ellos.
Ojalá en España cundiese el ejemplo de Hungría y Polonia.
A mí me entristeció ayer la misa desde el Pilar. Un arzobispo desaliñado y un ambiente desangelado, tratado todo con mínimo cuidado y mimo. ¡Señores, que se trata de la Virgen, que mira toda España!