Otro al que habría que echar ya: el James Martin de la Compañía de Jesus.

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Que mezclar ambos nombres: James Martin y Jesús, debe ser blasfemo  salvo que sea para manifestar la blasfemia.

A mí también me parecen espantosos los apoyos a ese jesuita y por supuesto también lo manifiesto.

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¡Y qué cobarde es usted por no dar nombres!

Ah, ¿qué es usted tan imbécil que no se ha enterado?

https://infovaticana.com/2024/08/14/el-encuentro-lgbt-del-padre-james-martin-presidido-por-un-irreverente-icono-obra-de-un-sacerdote-gay/

Y del pintor, también parece que jesuita, pues me gusta la fruta.

 

 

Comentarios
9 comentarios en “Otro al que habría que echar ya: el James Martin de la Compañía de Jesus.
  1. En cambio, leo en religiondigital que a quien están pensando en expulsar del sacerdocio es al cura Olivera Ravasi, bloguero de infocatolica, en castigo a sus opiniones políticas. Me parece increíble que James Martin tenga cartas de apoyo, y Olivera Ravasi arriesge la expulsión. Desde cuándo la Iglesia no castiga las desviaciones morales, pero sí reprime las opiniones políticas. Me parece un verdadero escándalo.

  2. Yo me preguntó por qué el papa Benedicto XVI no expulso del estado clerical a James Martin, quizás por miedo a la compañía de Jesús.

  3. Un asco por todos los costados. Ni estética, ni ética, ni fe. Y el Papa le manda cartitas y besitos cada mes. Es que se merece el regalo de ese adefesio.

  4. Si se le echan al Martinete de los eggs ¿a qué se dedicará? No hay problem, aquí en Barcelona, como en otras importantes ciudades, hay hoteles al gusto de los patos cojos y de los que pierden aceite.

  5. Lamento discrepar. No es ese tal James Martin el problema. Por tanto, a quien hay que echar de la Iglesia de Crisrto es a la banda de Arrupe, que controla lo poco que queda de la otrora esplendorosa Compañía de Jesús. Contraviniendo las enseñanzas de su santo fundador, ese gigante del espíritu que fue y sigue siendo -menos para los arrupitas- San Ignacio de Loyola. Evidentemente, con la complicidad absoluta del todavía pontífice.

    Está claro que el Señor, a través de la biología, está extirpando este cáncer -demasiado extendido ya- de su casa, que es la Iglesia de Cristo. Pero, mientras tanto, estos enemigos del bien seguirán haciendo todo el daño que puedan: a la Iglesia de Cristo y a la sociedad, creando enfrentamiento y división. Para luego acabar diciendo: «Quién soy yo para juzgar».

    En cualquier caso, a los arrupitas, hay que desearles «suerte», porque… DE DIOS NADIE SE BURLA.

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