Después del monumental fracaso del escrache contra el cardenal Rouco ahora los curas de Entrevías convocan un funeral, o lo que haya sido, por las víctimas en el Mediterráneo. El motivo era atrayente porque esos muertos nos conmueven a todos. Era además un acto plurireligioso en el que además de los curas de San Carlos intervinieron un musulmán, un budista y vayan ustedes a saber si alguno más. Pues… algo más de cien personas. Nada. Y el número lo da la simpatía. Igual ni llegaron a cien. Pues ese es el poder de convocatoria de San Carlos Borromeo. Nada. Como para que lo tengan en cuenta quienes deben tenerlo. Se cierra el chiringuito y no se entera nadie. Y menos la Iglesia. Porque de esos cien, si llegaban, católicos, y también es un decir, igual no eran ni la mitad. Y para eso tres curas dedicados. Claro que si esos son los resultados mejor que no los manden a una parroquia. http://www.periodistadigital.com/religion/solidaridad/2015/04/26/baeza-no-se-puede-construir-una-nueva-europa-sin-acoger-a-todos-aquellos-que-vienen-funeral-borromeo-mediterraneo.shtml
Otro acto multitudinario. Los organizadores dicen que más de 100 personas
| 26 abril, 2015
Buen comentario, Xom. No interesa si son cuatro gatos y que nadie los conozca, lo importante es salir en los medios. Hoy un perfecto desconocido se puede hacer famoso en un día. Eso nos debe hacer reflexionar sobre los medios católicos, que son pocos pero haylos, por ejemplo, EWTN, que a mi me gusta pero no creo que mi vecina lo sintonice como sintoniza otros canales. A ese medio católico le falta acercarse más al «mundo», darle lo que le gusta pero con criterio católico. Como decía San Pablo: hacerse griego con el griego. Utilizar su lenguaje para introducir principios católicos y cristianos. Desde hace décadas que los países de mayoría católica han sido inundados con series de televisión y películas que vienen de la protestante Norteamérica y todas las historias tienen un marcado acento protestante, el resultado es que nuestros hijos terminan «pensando» como protestantes. Con sus películas han «evangelizado» nuestra cultura tradicionalmente hispana y católica. Pregunten a los sacerdotes por estos lares, ahora los nombres al bautizarlos son «jeison», «piter», «Yony», etc., al punto que el sacerdote tiene que preguntar cómo se pronuncia el nombre del bebé. Ya no los bautizan «juan», «pedro», «luis». Cómo conseguimos que los católicos «piensen» como católicos? La influencia de los medios es poderosa, lo saben bien los enemigos de Cristo. Pocos se escapan a su influjo.Con razón Juan Pablo II dijo que la televisión es la peor maestra. Los medios católicos como EWTN tienen una ardua tarea por delante, lo que hacen es meritorio pero les falta mucho para convertirse en influencia católica en el mundo. Tienen que producir series, telenovelas, películas, con criterio católico, y no es fácil. Series, telenovelas y películas que vayan «contra corriente» y pongo de ejemplo una telenovela turca «Sherezade» que arrasa en sintonía en Sudamérica y donde todas las mujeres musulmanas están vestidas recatadas y que femeninas se les ve. Los protagonistas casi ni se besan, con las justas se agarran de la mano. Nada que ver con las telenovelas mexicanas, brasileras, etc., todas las mujeres con escotes y minifalda y escenas en la cama muy explícitas. Por qué tiene tanta sintonía esa telenovela turca tan conservadora? Creo que refleja que la gente está cansada de tanto sexo y violencia. En lugar de esa telenovela musulmana debería ser una telenovela católica la que debería estar arrasando en el rating y evangelizando la cultura con principios cristianos.
Lo cual demuestra una cosa: En el mundo de hoy, no importa la verdad, sino salir en los medios. Tal vez ese mismo día hubo 10 veces más en otro acto (de cualquier carácter), pero si no salió en los medios no existe.
Tal vez esa misma noche salieron 20 jóvenes de misioneros, o fueron a ayudar a los sin techo, o decidieron dejar sus vacaciones para irse a enseñar a niños sin posibilidades. Pero no sé hizo ‘la puesta en escena’, no se ‘llamó a los medios’… y no existen.
Y no siempre vale lo de que ‘Dios que ve en lo escondido te recompensará’. Salir en los medios es una forma de mover conciencias, de arrastrar.
¿A qué es más fácil que se apunte uno más al grupo de la noticia a que lo haga a un grupo de cuya existencia nadie ha oído hablar? Pues eso.
O se domina el lenguaje de los medios… o estamos muertos. Es la realidad de la sociedad del siglo XXI
Si este tinglado pseudo religioso no es puesto en cuarentena debe pensarse que lo permiten cuando menos, si es que no lo sostienen y animan los responsables del poder religiosos antaño católico. Si Osoro se presentó como obispo de todos también lo es y será de estos periféricos a mil leguas más allá de las fronteras. Y si Rouco quiso, pero no pudo proceder a su liquidación por derribo, puede suponerse que la Nunciatura lo frenó. Sirve como prueba de una vergüenza más en la desacralización católica, diluir para disolver.
La manifa de 12 personas a las puertas del piso de Rouco las podría disolver el portero del portal, pero eso sí, la noticia salió en Telecinco y en todos muchos medios. Semejante multitud necesitaba ser noticiada, claro. Eso sí, para las concentraciones contra el aborto, dos imágenes de pasada y rapidito rapidito. Vaya manipuladores.
Hace años que conozco algo la experiencia de esa parroquia tomado por ex-curas.
Me pareció que no era más que la apariencia de una ONG prácticamente sin actividad y que solo servía para autojustificar a unos pobres hombres perdidos. Puede que ello sea la razón de la para mí extraña tolerancia de Msr. Rouco; creo que equivocada pues me pareció que los excuras eran utilizados e instrumentalizados por una serie de elementos pintorescos y que a veces daban la impresión de ser carentes de escrúpulos.
Y sin embargo se mueve.
Quiero decir que estamos acostumbrados a los actos multitudinarios como este y al menos yo, encuentro normal que los medios se hagan eco e incluso hagan reportajes, pero que la jerarquía se sienta amedrentada, no lo entiendo. Salvo que la jerarquía esté pendiente de gentes que quieren el mal para la Iglesia, que todo puede ser.