Otras monjas que se multiplican: Las clarisas de Soria

Ya habíamos hablado de ellas en alguna ocasión. Un ejemplo más de que la vida religiosa no muere si se la enfoca bien. Es más, se multiplica. Os enlazo el reportaje que les dedica Religión en Libertad: http://www.religionenlibertad.com/un-pedacito-de-cielo-las-clarisas-de-soria-un-vergel-vocacional-47486.htm Verdaderamente da gusto leerlo cuando tantas casas religiosas se cierran por falta de vocaciones. Y no es un caso excepcional. Ahí está Iesu Communio, el Mater, la Enseñanza de Talavera, Santa María del Sagrado Corazón, las dominicas de Lerma, las claras de Belorado y de otra población castellana que ahora no me viene a la memoria, las monjas de Sijena, las «maravillosas» en no pocos de sus conventos… En las de nueva fundación el crecimiento es menos costoso porque no hay muertes que amortizar pues todas son muy jóvenes. En las que vienen de siglos, como claras, carmelitas o dominicas las nuevas vocaciones no pocas veces tienen que relevar a las que se van por imperativo de la edad. Pero algunas de esas viejas casas han conseguido ya que sus habitantes sean muy jóvenes. Bendito sea Dios. Cabría pensar que existe una solución fácil que acabara con tanto cierre de casas. Copiar a las que han superado la crisis. Pero para muchas ya es tarde. Ni ellas están dispuestas a cambiar una vida que se ha revelado totalmente estéril ni en muchos casos la edad de las que quedan lo permitiría. Por supuesto que no se pueden negar otros factores, la secularización de la sociedad, la natalidad cuasi inexistente y, sobre todo, la inoperancia de tantos sacerdotes y religiosos que han abandonado su celo vocacional y la dirección espiritual de los jóvenes. Si son incapaces de llevar a nadie a sus seminarios o a sus institutos religiosos menos lo van a hacer a congregaciones femeninas. Y con más motivo cuando no pocas veces han sido ellos mismos los animadores a que siguieran la religiosas un camino equivocado que hoy ya vemos todos a donde llevó. Al suicidio. Pero, a pesar de ello, el Señor sigue suscitando vocaciones. Ciertamente selectivas. Que saben donde ir. Por ejemplo a las clarisas de Soria.