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Otras monjas en boom: Las dominicas de Lerma

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Lista de espera para hacer las Jornadas de Vida Monástica con las Dominicas de Lerma Parece que la ciudad de aquel que por no morir ahorcado se vistió de colorado es tierra fértil para que crezcan vocaciones. Primero fueron las clarisas, ahora Iesu Communio, las que llevaron a la ciudad ducal a la plena actualidad religiosa. Como un fenómeno verdaderamente inaudito en días de pertinaz sequía. Aquella aventura en seguimiento de Dios rompió todos los moldes y Lerma se quedó pequeña. Pero les ha llegado un inesperado relevo en un convento situado al lado del palacio del duque. Y de nuevo, sin que sepa nadie bien como ha sido, la primavera ha vuelto a Lerma. Bueno, nadie, no. Dios si lo sabe. Las claras y las dominicas languidecían entre años y oraciones. Eran sendos conventos como tantos de España. De inciertísimo mañana. Hasta que… La maravilla de Iesu Communio es conocida. Las dominicas le van a la zaga. Y parece que por muy buen camino. Religión en Libertad les dedica hoy una entrada que vale la pena leer. Sobre todo en días de decaimiento tanto. Y dar gracias a Dios por ello. http://www.religionenlibertad.com/lista-de-espera-para-hacer-las-jornadas-de-vida-monastica-con-21883.htm

Comentarios
0 comentarios en “Otras monjas en boom: Las dominicas de Lerma
  1. Seguramente la foto corresponde, como dice un comentarista, a una reunión de dominicas en Caleruega. Puse la foto que aparecía en el enlace. Me parecen muchísimas para Lerma. Pero el hecho importante no es la fotografía sino que es una comunidad con vocaciones. Como gracias a Dios unas cuantas otras.

  2. Hace un año, antes de fallecer mihermano (no muy creyente) por un cáncer, unos amigos le llevaron a ver a las Dóminicas de Lerma. Mi hermano dentro de su excepticismo vino muy renconfortado, y con una gran paz interior. Creo que fué para él un encuentro liberalizador. Lo que si que puedo asegurar, y estoy viendo las fotos de mi hermano es que eran muchas menos. Quizá no bajaron todas al locutorio, o quizá como apunta alguién, la foto no responde a la realidad.

  3. Pastillas para la tos o velas?
    03 de febrero 2016
    Fray Leo Camurati OP
    Un cristiano atento se dará cuenta de muchas peculiaridades en el curso del año litúrgico, y la bendición de las gargantas en el día de hoy, sin duda puede ser contada entre ellas.
    Ayer fue un poco más fácil de entender: En la Candelaria, la Iglesia conmemora la presentación y la dedicación de Cristo, cuarenta días después de su Nacimiento. Es un día de alegría, que brilla como la última reverberación del Tiempo de la Navidad y Epifanía.
    Sin embargo, la celebración es agridulce: el anciano Simeón se alegra de ver al Mesías tan esperado por las profecías, pero también aparece el anuncio de la espada que traspasará el Corazón de Su Madre, la Virgen.
    Hoy el día parece dominado por cierto desánimo, si se compara con la oración de Simeón (que cantamos en las Completas, como el Nunc dimittis) y su profecía. Pero…¿Qué evoca a la gente la fiesta de San Blas?
    «A través de la intercesión de San Blas, Obispo y Mártir, Dios te libre de todas las enfermedades de la garganta y de todas las demás dolencias: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.»
    El día de San Blas ofrece su propio tratamiento médico: Las velas, que fueron bendecidas ayer y llevadas en procesión solemne, se atan, y se usan para bendecir a los fieles que quizás están sufriendo resfriados, tos, o el terrible peligro de la asfixia hasta morir.
    La gracia de hoy concuerda con la de ayer? Dada la hermosa conversación que ayer se mantuvo, anunciando a Cristo, la Luz del Mundo, que brilla y Se revela a Sí mismo para nuestra salvación eterna, el que hoy nos centremos en la salud de nuestras gargantas, ¿no puede parecer demasiado mundano, demasiado egoísta, una versión cristiana de una moda de la salud? ¿Se nos distrae en cosas secundarias?
    En respuesta a la pregunta de si debemos orar por las necesidades temporales (es decir, las cosas secundarias), San Agustín responde que es legal orar por lo que es lícito desear. Al comentar esta respuesta, Santo Tomás distingue entre la oración por las cosas temporales como fines en sí mismas (es decir, recurrir a ellas de una manera que resta valor a nuestra relación con Dios) y orar por los bienes temporales para ayudarnos a avanzar hacia el logro de nuestro fin último, es decir, Dios mismo. La primera es desordenada, la segunda legítima y loable.
    El Evangelio de San Juan nos ofrece un ejemplo de esto después de la alimentación de la multitud, tras la multiplicación de los panes y los peces, en Juan 6: 1-15. La gente muestra su gratitud a Cristo por el pan que les proporcionó milagrosamente, y tratan de hacerle rey. Por supuesto, Él es Rey, pero su Reino no es de este mundo. Interpretan el milagro como un signo de prosperidad terrenal y es aquí donde deja de existir sintonía con el Reino de Dios. Cristo tiene la intención de darles una solución más duradera en la Santa Eucaristía.
    Pero para aquéllos que no entienden el gesto de Cristo, y que escucharon y recibieron su posterior enseñanza en el resto del capítulo sexto de Juan, sobre el Pan de Vida, el signo de la multiplicación de los panes y los peces ha sido la ayuda necesaria en su preparación para recibirlo.
    Tal es el lugar de estas velas en el día de San Blas, aunque en menor grado. Al igual que las acciones del mismo Cristo, la Iglesia ha asumido este signo, como una manera de preparar a la gente para recibir una bendición especial. En su Sabiduría, el poder de la Redención de Cristo se puede aplicar con las velas cruzadas, al igual que se hizo visible el poder de la Cruz en el en el ministerio de un Obispo armenio que se fue instrumento para salvar de la asfixia a un niño, a punto de morir, al imponerle las velas cruzadas.
    La Iglesia ve cómo una bendición eclesiástica para nuestro bienestar físico, puede ser un instrumento para nuestro bienestar espiritual.
    La Iglesia, en su sabiduría, resumió el poder de los sacramentales en el Vaticano II:
    «Por lo tanto, para los fieles bien dispuestos, la liturgia de los sacramentos y sacramentales santifica casi todos los eventos de sus vidas. Se les da acceso al flujo de la gracia divina que emana del misterio pascual de la Pasión, Muerte, y Resurrección de Cristo, la fuente de la que reciben su poder todos los sacramentos y sacramentales. No existe prácticamente ningún uso correcto de las cosas materiales que no pueda ser dirigido hacia la santificación del hombre y a la alabanza de Dios.» (Sacrosanctum Concilium, 61)
    Incluso si este signo parece más críptico y enigmático, la Iglesia nos invita en este día, a recibir la bendición de San Blas, en la confianza, de que nuestras voces podrán alabar al Señor con claridad, después de haber sido liberados por su gracia y poder.

  4. Hermenegildo: Se entiende muy bien que unas religiosas que tienen muy claro cual es su carisma y que precisamente él es el que atrae vocaciones, se lo piensen mucho antes de mandar a algunas religiosas a otros conventos necesitados donde van a encontrar un ambiente muy distinto al que querían cuando entraron en Lerma. No es lo mismo la vida para una joven en un convento joven y que crece, que irse a otro agonizante en el que su labor será sobre todo velar a ancianas y limpiar cacas. Me parece mucho más lógico que poner remiendos funden, cuando ya sean muchas, otra comunidad que tenga el mismo espíritu.

  5. Una dominica ha escrito en Religión en Libertad que la foto no corresponde a la comunidad de Lerma, sino a un encuentro nacional de monjas dominicas en Caleruega.
    .
    En todo caso, esperemos que estas dominicas no se encierren en sí mismas y envíen religiosas de refuerzo a otros monasterios que sufren sequía vocacional.

  6. Está clarísimo que esto pasa en congregaciones muy católicas , devotas y con hábito. En cambio las social-progres feministo lesbofilo y deshabitadas se extinguen

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