Otra muestra más del ortodoxísimo catolicismo alemán

El Concordato Imperial entre el antiguo Reich alemán y la Santa Sede, es el más antiguo de Europa. Fue firmado por el presidente, Mariscal Hindenburg, a través del Embajador Von Papen, a quien la Santa Sede condecoró posteriormente con la Orden de Pío.

Precisamente sus derivaciones beneficiosas para ambas partes, lo mantienen. En 1973 Pablo VI recibio al Presidente Socialista Gustav Heinemann, de la República Federal Alemana: ambos alabaron el Concordato y manifestaron que era un insustituible instrumento jurídico para una buena convivencia y leal cooperación. Han transcurrido 41 años y el Concordato sigue vigente e indiscutible

Pastoral del Dr, Stefan Oster, Obispo de Passau, sobre el Cumplimiento Pascual.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
un viejo religioso de la Orden Salesiana me preguntó hace unos pocos años, por primera vez en mi vida, si estaba en estado de gracia. Esto me dejó desconcertado. Con el paso del tiempo, aunque no lo comprendí muy bien empecé a preguntarme sobre el significado y alcance de dicha expresión. El Evangelio del primer Domingo de Cuaresma nos da una respuesta profunda e intensa. En el fragmento evangélico proclamado, podemos oír las primeras palabras de los labios de Jesús en su vida pública.
Nos dice que: «El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios está cerca. Creed en el evangelio «(Marcos 1:15). El tiempo se ha cumplido. Una profunda, y misteriosa palabra. Hay en nosotros momentos de la vida en que podamos decir de corazón: «Ahora todo está bien. Ahora me detengo. Miro el futuro o vuelvo la mirada al pasado, con otros ojos y otra perspectiva, pues ahora todo está aquí, todo es bueno. Por eso podemos quedarnos, pues «Jesús nos dice que con su venida el tiempo está cumplido.»
Pero, ¿qué es exactamente este «todo está bien», que estamos indagando? Jesús dice: «El reino de Dios está cerca!» Este reino tiene un rey. El rey es el Dios Padre de Cristo Rey su gobierno más interior se ejerce a través del Espíritu Santo.
Se dice que el Reino de Dios comienza donde la confianza en Cristo es tan profunda que Él mismo comienza su reinado en mi alma
Él mismo ocupael primer lugar: Él comienza, mis acciones, mis pensamientos y se adentra en mis sentimientos.
Es en ese momento cuando el Reino de Dios comienza en nosotros y entre nosotros.
Los autores de la Biblia nos aleccionan sobre la experiencia increíble, mediante la que, a través de una fe profunda en Jesús, se puede vivir realmente con un mayor amor por Él de manera diferente al estadio anterior.
Podría, por ejemplo, dejar que continuasen los malos hábitos, que propuse corregir previamente. Pero la posibilidad de ser interpelados inmediatamente por un Jesús enojado, modera la tendencia al desorden, a los malos deseos, y se adelantan la paz, la bondad, la paciencia, la benevolencia y no por un esfuerzo titánico e irracional, sino porque tienen consigo la bendición del Señor Jesús y la operatividad del Espíritu.
Han desarrollado en su interior un fuerte sentimiento de paz espiritual, que contrasta y se contrapone al Drausein -un ser alejado del Señor-
Esta lejanía es el pecado, que consiste en la eliminación de Jesús en nuestra vida.
La Escritura dice, que siempre nuevo arrepentimiento, posibilita la reconciliación con Dios por medio de Cristo, para retornar a Su Reino. Por consiguiente, Dios continúa configurándose en sus almas, de modo que Cristo puede ser realmente el Señor, ya que EL REINO DE DIOS Comienza aquí, DONDE CRISTO, en MI ALMA.
Nos dice el Apóstol: «Dejaos reconciliar con Dios!»
(2 Corintios 5:20)
Incluso yo mismo no siempre soy plenamente consciente del increíble e inefable don de Nuestro Señor, Que quiere vivir con nosotros y en nosotros. Pero ¿Estamos realmente reconciliados con Él? ¿Estamos viviendo con Dios, presente en nuestra alma?
Vamos a ir al lado de Jesús por la vida? ¿O estamos simplemente en la Iglesia, a medias, sólo media hora los domingos, sin ser Iglesia viva?
Vivamos en actitud de adoración porque Jesús, nuestro Señor quiere más de nosotros, porque Él
nos ama. Él nos quiere reconciliar a través de este amor una y otra vez con el Padre y que Su Sagrado Corazón poco a poco nos transforme. Puede
La conversión puede hacer que nos transformemos. Tengamos tiempo para bendecir a la Santísima Trinidad, Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Domingo primero de Cuaresma 22 de febrero 2015
Dr. Stefan Oster SDB
Obispo de Passau

La lectura breve de laudes de hoy tiene la respuesta a lo que pasa en la Iglesia actual.

http://la-verdad-sin-rodeos.blogspot.com.ar/2015/03/un-pueblo-rebelde.html

Pues el Obispo de Essen tiene sólo cincuenta años y, para variar, fue elevado al episcopado durante el pontificado de Benedicto XVI.

Que la Conferencia Episcopal alemana esté meando fuera del tiesto no quiere decir que la Iglesia esté mal. Gracias a Dios, la Iglesia es mucho más extensa que unos cuentos Obispos les dé por mirar más al Euro que a la Tradición Sagrada de la Iglesia.

Nuestra oración siempre es la misma, «El Señor es mi escudo y mi salvación» y porque creemos firmemente en eso, nada podemos temer de las insidias del diablo que ha tomado posesión de esos mitrados. Ya sabemos que quien quiera conformarse al mundo no puede ser de Dios.

Por ello, por favor, no teman. El Señor conoce a sus ovejas y sus ovejas escuchan su voz. Quien no reconoce la voz del Señor no pertenece a su rebaño. Confiemos en el Pastor. El nos ha salvado ya de los lobos que quieren destruir el rebaño.

Confiemos en el Señor y dediquémonos a ser santos.

Bendiciones y una Santa Semana del Triduum a todos.

Transcripción literal de la noticia a continuación, tipografiada porque el blog no permite copiar.

Diócesis de Sodoma y Gomorra. En un documento de ocho p´ginas en preparación para el Sínodo sobre la Familia la diócesis de Essen, Alemania, ha pedido al Vaticano la elaboración de un ‘Rito de bendición de parejas del mismo sexo’ pra abolir de facto la indisolubilidad del matrimonio, aceptar el adulterio y permitir el control artificial de la natalidad.
De acuerdo con el documento, la bendición de la práctica de la homosexualidad sería un -cita- ‘signo de justicia y de no discriminación’.

Uno se queda mudo y atónito hasta que punto la ceguera moral puede ofuscar las mentes de los seres humanos, y más tratándose de pastores y laicos cristianos.

Qué alguien nos explique cómo dar respuesta a semejante propuesta sin una doctrina antropológica seria, a pesar de que algunos consideren que la Iglesia anuncia mejor a Jesucristo dejando de lado las frias doctrinas.

Lamentablemente, para el papa jesuita y para los corifeos del cardenal Kasper quizás sería un gesto de misericordia y de ternura concederles ese ritual… ¿y qué hay de malo en ello, dirían?

Afortunadamente, ya ha saltado a la luz pública el manifiesto de quinientos sacerdotes ingleses contra semejante pretensión de normalizar eclesialmente la homosexualidad, tal como Kasper, Bruno Forte y Baldisseri trataron de introducir en la pasada reunión sinodal, con la bendición del papa jesuita.