| 22 abril, 2018
Pues qué quieren que les diga. Parece bastante argumentada.
http://caminante-wanderer.blogspot.com.es/2018/04/cuando-los-santos-vienen-reptando.html
Y eso no se salva gritando ¡Viva el Papa! sino demostrando que tales asertos no tienen fundamento. Que la GeE no es de una mediocridad supina en el mejor de los casos.
Tus amigos zombis
Fray Hyacinth Grubb OP
23 de Abril de 2018
Amistad, Felicidad, Media
Al desplazarte por tu página de redes sociales, es posible que veas las actualizaciones periódicas de algún viejo amigo o conocido, cuya vida se ha orientado desde hace tiempo, en una dirección diferente, y ha habido una desconexión respecto a la realidad.
Estos amigos online perduran en un estado, como si de muertos vivientes se tratase.
Se ha volatilizado cualquier vínculo unitivo originario. Normalmente, eso lleva a una desaparición pacífica de la relación, dejando recuerdos y fotos.
Pero en lugar de certificar la defunción, las redes sociales sostienen esta conexión de una manera larvada, en un estado que no es ni viviente ni muerto. Se trata de tus amigos zombis.
Puede sonar un poco duro decir que una amistad debería haber llegado a su fin y la consiguiente desaparición. Y es cierto. Cada relación tiene un ciclo de vida natural: Nace cuando dos personas se unen en virtud de las circunstancias y la Providencia, madurando en su elección para convertirse en compañeros que comparten la vida y, a menudo, aunque no siempre, todo llega a su fin cuando sus caminos empiezan a ser divergentes.
La esencia de una amistad consiste en compartir aspectos particulares de la vida, siempre en la búsqueda conjunta de un bien.
Ese bien podrían ser los negocios, el placer, la verdad, la virtud, la familia, e incluso, el mismo Dios.
La especie de bien perseguido determina un determinado tipo de amistad. Una amistad durará tanto como la búsqueda compartida de ese bien.
Eso puede ser así mientras vivas al lado de alguien que comparta tus aficiones, o que juntos améis a Dios, le busquéis, y esto se prolongue hasta la eternidad, como ocurre en la vida religiosa.
Si esa búsqueda compartida, que es el fundamento de una vida en común, llega a su fin, también acabará la amistad.
Pero, nunca dejamos a nuestros amigos completamente abandonados, por supuesto. Formaron parte de nuestra vida y de nuestro carácter, dejando recuerdos de amistad e intimidad en la relación.
Sin embargo, no es realista ni creativo imaginar que la amistad en sí va a sobrevivir sin una búsqueda compartida.
No me malinterpretes: Algunas amistades crecen con mayor hondura que su horizonte inicial, y se mantienen fructíferamente durante muchos años y a través de muchos cambios en la vida.
Los teléfonos y correos electrónicos son una maravilla moderna y dan prueba fehaciente de ello.
Las postales y las cartas siguen siendo una opción, ya que poseen su propio encanto.
Pero, tales amistades son pocas y distantes entre sí, poseen un valor incomparable, aunque no requieran la dedicación de un poco de tiempo y de energía.
La mayoría de las amistades perecen al variar las circunstancias. O, tal vez, a través de las artes oscuras de las redes sociales, se transforman en tus amigos zombis, en contactos de escasa profundidad, mantenidos artificialmente mucho después de su fecha de vencimiento, sostenidos por tópicos como «me gusta» y «acciones» como: «Feliz cumpleaños» y nada más.
Un Fraile de nuestro Convento comentó con gran perspicacia no hace mucho, que la llamada «realidad virtual» es una expresión inapropiada.
Hay gente de la vida real, relaciones reales, y existe una red online de conexiones entre ellos. En la medida en que nuestras vidas online reflejan y apoyan nuestras relaciones reales, son sin más vidas reales.
Y en la medida en que no reflejen la realidad y no se ajustan a nuestras relaciones reales, no son más que fantasía y ficción.
Las amistades zombis son ficciones en línea, de relaciones que alguna vez fueron vibrantes y vivas, pero que ya no existen. «Dominus dedit, Dominus abstulit” El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó. ¡Bendito sea Su Santo Nombre!”(Job 1,21).
Deja en paz a tus amistades zombis, y vuelve en tí para relacionarte con aquéllos que están presentes en tu vida.
Atesora los recuerdos, ten un fichero de la gente conocida, pero elimina las conexiones artificiales.
Quizás vuelvas a reencontrar viejos amigos, si no en esta vida, tal vez en la eterna. Pero deja que Dios en Su Providencia decida en ese asunto.
a fred se le olvido mencionar que una de las peores falencias del bodrio bergogliano Jodete et Insultate, es la poca insistencia, por no decir nula insistencia, del cumplimiento obligatorio de los 10 mandamientos, algo absolutamente indispensable para la santidad.
Fred:
A ver si esta cita le gusta más: «recordemos que la santidad está hecha de una apertura habitual a la trascendencia, que se expresa en la oración y en la adoración. El santo es una persona con espíritu orante, que necesita comunicarse con Dios» (147). Si se hubiese dignado a leer la exhortación, sabría que en el capítulo cuarto, donde se destacan algunas notas de la santidad en el mundo actual, se habla de como vivir “en oración constante” (147-157). En el capítulo quinto también se habla de la necesidad de los sacramentos (162).
Wanderer no decepciona y molesta a los «chupamedias». Extraordinario artículo.
Sancho, la cita que escribe, no pasa de ser un brindis al sol. No se puede hablar de santidad y no hablar de la oración y los sacramentos. La santidad siempre es una gracia de Dios y la gracia de Dios nos viene por los sacramentos. Solo hay que conocer un poco la vida de los Santos para ver que es así.
Por otro lado no hay un cristianismo más líquido que el propuesto por Francisco: sin dogmas, salvación universal, comunión para adulterous, etc.
los especialistas de la santidad en la vida ordinaria o santos de lo ordinario, como los del opus, deberían recibir la exhortación Gaudete et exultaste con entusiasmo para, de una vez, ir a los necesitados, sencillos y empobrecidos material y espiritualmente, y enfermos, y tratar de vivir las obras de misericordia y bienaventuranzas como muy bien indica la exhortación y no conformarse con pedir que haya o se reponga la ley de vagos y maleantes, hacer hospitales y escuelas y geriátricos para burgueses y no sólo dirigirse a los más capaces, poderosos y acomodados. La predicación de Jesús la realizó dirigiéndose a todo el pueblo judío, la mayor parte pobre, necesitado y con enfermedades y sin trabajo…como en la dura realidad actual; y «los sabios», fariseos, escribas y políticosy adinerados, y los mismos de su pueblo, le criticaban (salvo honrosas excepciones: Zaqueo, Nicodemo, los Josés…), en todo caso recibía a los pecadores (la parábola de los dos hermanos o del padre bueno enseña como el padre bueno se comporta con el hijo menor que se marcha de casa: le deja su parte de la herencia, los del Opus Dei que se van de la institución se quedan en lo material con una mano por delante y otra por detrás y en lo espiritual con el temor que los jefes les aseguran que como tienen vocación al opus, si se van se condenan, con lo que les inducen a perder la fe en Dios y en la Iglesia. no ocurre así con el hijo pródigo de la parábola del Evangelio. c0n el hijo mayor ocurre que se llena de envidia con su hermano menor y no quiere ir al banquete que ha organizado el padre bueno. la envidia el peor de los pecados capitales: es rechazar la bondad de Dios reflejada en el hermano, es decir, rechazar a Dios mismo. Bien pues el padre bueno le dice: todo lo mío es tuyo y que entre al convite. Escrivá lo echaria ipso facto. y es que en el opus se trata de cumplir -haciendo innumerables normas, costumbres indicaciones; Portillo no paraba incluso de de hablar del cumplo y miento- pero no de amar. Y para acabar que no se sirvan de la iglesia: la Prelatura es una institución de la misma a la que deben ayudar tambien económicamente y con su trabajo y su tiempo. Los creyentes, desde su comienzo, vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían sus posesiones y bienes y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno. esto es una especie de definición de Iglesia, dice Benedicto XVI. La extensión de la iglesia hizo que esta forma radical de comunión material se mantuviera. Pero el núcleo central ha permanecido: en la comunidad de los creyentes no debe haber una forma de pobreza en la que se niegue a alguien los bienes necesarios para una vida decorosa…diakonia, sacerdotes. el amor -caritas-siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa será necesaria la actividad eclesial al servicio del hombre. El opus tiene mucho que cambiar ante la exhortación Gaudete et exsultate por lo menos para desinfestarse de su gnosticismo que como el humo sube a través de sus cimientos.
que pena que algunos amargados no tengan sentido del humor. corrijo, la Jodete et Insultate, perdón, la Jodete y Aguantate no es un bodrio bergogliano de horrenda calidad, es mas bien una parodia bergogliana de gran calidad.
Man With No Name (therefore, no written in heaven):
Aquí lo que es obvio es que lo que es un bodrio soez de horrenda calidad es tu comentario.
Pues, están descubriendo la pólvora. San Josemaria dedicó toda su vida a este tema tratado con lenguaje llano, castizo y atrayente. Y encima propuesto por quién supo adecuar las alturas de la espiritualidad a la comprensión de la gente sencilla.
el wanderer simplemente expone lo que es obvio, que la Jodete et Insultate es un bodrio bergogliano de horrenda calidad.
«Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada» (GeE 1). ¿Ha terminado de leer esa breve y sencilla exhortación apostólica a la santidad en el mundo actual, o prefiere sólo hacerse eco de prolijas andanadas a la misma? Para alcanzar altas cimas de santidad hay que empezar recorriendo las situadas más abajo, como anima Francisco.
¿No era que el caminante desaparecía?