Oriolt descubre su personalidad en Germinans

http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2016/02/mi-historia-en-germinans.html No era tan difícil: Oriolt=Oriol Trillas. Para mí no ha sido ningún descubrimiento. Me considero su amigo desde el mismo nacimiento de Germinans. Con conocimiento personal y absoluta comunión de ideas y esperanzas. Pero si yo lo tuve muy fácil no me parece que fuera difícil para otros. Numerosas veces he manifestado mi admiración por sus artículos. Informadísimos e informativos, bien escritos, siempre desde la serenidad y la mesura… Ejemplo acabado del seny catalán. Creo que cuando se escriba la triste historia de la Iglesia en Cataluña durante esta larga edad de plomo será inexcusable fuente de lo que en ella aconteció. Y señalar algo que a algunos les podrá parecer curioso. La información religiosa más leída está en manos de seglares: Pérez Bustamante, Vidal, Bastante, Oriol Trillas, Alex del Rosal, Gabriel Ariza, Arsuaga, Hertfelder, esta Cigüeña… Y me da la impresión de que ninguno movido por el Vaticano II. Aunque de los citados ninguno lo rechace. Los clérigos tienen que tener más precauciones. Comprensibles por otra parte. Podremos equivocarnos en ocasiones pero eso es lo que hay. Y donde hay. Vean si no las páginas diocesanas y pregunten por sus lectores y su influjo. Prácticamente nulos los unos y el otro. Y todavía más inane la de la Conferencia Episcopal. Lo mismo cabe decir de las webs de órdenes y congregaciones religiosas tanto masculinas como femeninas. Sería igual que no existieran. Como para que se lo hicieran mirar. Cierto que hay sacerdotes muy seguidos en sus escritos y con textos excelentes pero son piadosos, doctrinales… Y tampoco son muchos. La actualidad eclesial hay que buscarla en los seglares o en las agencias de noticias. Y estas últimas generalmente sin mojarse. Sigo añorando la magnífica página, absolutamente informativa, que  Juan Rubio dedicaba, con su nombre, a la Iglesia andaluza. No felicito a Oriolt, a Oriol Trillas, por haber hecho pública su identidad. Su mérito, muchísimo, no estaba en una u otra firma sino en lo que decía y en lo que seguirá diciendo. Sus lectores no acudían por la última palabra del artículo sino por todas las anteriores. Aunque muchos, yo el primero, estuviéramos deseando que llegara el martes. Para leerle. Querido Oriolt, no añado querido Oriol Trillas,  pues bien sabes que sabía erais el mismo, que Dios te guarde para que sigas informando tan bien de tu querida Iglesia catalana a la que quieres germinante y no moribunda. Estás haciendo por ella bastante más que no pocos sacerdotes. Él te lo premiará en el cielo y muchos te lo agradecemos  aquí.