Le recibieron felices. Perro me parece notar alguna decepción. El artículo de hoy de Antoninus Pius quiere ser conciliador pero señala carencias. En mi opinión evidentes. Yo no soy un omellista y creo tener motivos para ello. De momento prefiero callarlos. Hasta que piense preferir lo contrario. Que igual no ocurre nunca. O sí.
Hubo un sector de la Iglesia catalana masacrado. Y era el mejor. Por Jubany y por Sistach. A esos, como a los perros, les encantaban los peores olores. Carles fue una incompetencia que no sabemos si quería y no podía, si no quería y podía algo o vayan ustedes a saber qué. Debió sufrir la intemerata pero bajo su pontificado el catolicismo barcelonés siguió hundiéndose.
Ahora esa Iglesia, que es la única que verdaderamente existe, está dubitativa con Omella. Aunque por supuesto mejor la duda que el convencimiento del mal. Uno, sin el menor omellismo, se atrevería a recomendarles la persistencia en la duda, aunque no haya duda que cien años dure ni cuerpo que lo resista. El arzobispo tendrá que retratarse algo de una puñetera vez. Y ya ha pasado un año. Algunos gestitos, encomiables pero e mi opinión muy insuficientes, dicen algo pero bastante poco. Lo de querer ser amado por todos es imposible. Tampoco reclamo una poda radical de lo peor que por otra parte ya se está yendo solo. Pero sí algo más. El problema está en si Omella es capaz de dar algo más. O si siendo capaz, quiere.
Germinans lo desea Y creo que llegó a esperarlo. El canciño apaleado por todos mueve el rabo si alguien le da un trociño de pan. Pero mucho más por la bondad del canciño que por la de quien les echa un mendrugo. Aunque mejor el mendrugo que más palos.
Creo que Omella, de momento, es del mendrugo. Aunque no descarto palos posteriores. Pero como tonto no es me parece muy posible que no quiera tensar más la cuerda con una página muy leída por sus diocesanos. Tensión que no fue precisamente beneficiosa para su antecesor. No soy quien para recomendar a nadie, ni a amigos, y los de Germinans es evidente que lo son, lo que tienen que hacer. Más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena. Y ellos de locos no tienen nada. Pero me atrevería a decirles que de momento paciencia. Porque Omella tendrá que estallar en algún sentido. Ni él se cree que puede circular de ectoplasma permanente sin mojarse en nada o en casi nada.
El artículo de hoy de Germinans, que os enlazo, no es rupturista y tiene no poca razón. Omella seguro que lo ha leído. Pues él verá lo que hace. Y los demás también lo veremos.
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2016/12/por-que-hubo-tan-poco-clero-en-la.html
Vives es un catalanista antiespañol, pero eso eclesiásticamente es licito; en cambio me parece de buena doctrina que es a efectos de Iglesia lo que importa.
Seremos juzgados en la misma manera que nosotros lo hacemos. Algunas veces creo que deberían cambiar al judaísmo porque son del ojo por ojo.
Para finalizar, de verdad piensan que a cualquiera de ustedes le preocupa más la Iglesia que a Cristo?
Los peores obispos (eméritos o en ejercicio) que hay en Cataluña salieron de la fábrica de Carles, cuya labor funesta sigue pagando el catolicismo catalán.Tres ejemplos (y podrían añadirse más): Vives, Cortés y Soler.No sé si ese señor sufrió o no como prelado, y no me importa: no es mi problema.Sus sufrimientos, si los hubo, iban con el cargo. Es indiscutible que, en su elección de colaboradores y en el mecenazgo de lo peor, el valenciano fue pésimo.
Me parece que es usted un poco duro con Carles.