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Omella menos sonrisas y más actuaciones

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Resultado de imagen de omella

https://www.dolcacatalunya.com/2017/11/setmanari-catalunya-cristiana-esdeve-panflet-separatista

https://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2017-11-22/independencia-cataluna-revista-iglesia_1481617/

http://www.libertaddigital.com/espana/politica/2017-11-21/la-iglesia-en-cataluna-ofensas-al-rey-y-adhesiones-a-puigdemont-1276609509/

Porque lo de ir de el obispo sonriente ni pasa ni queda.

Su página, la suya, es infumable. Y usted repartiendo sonrisas a troche y moche. Es que ya le han visto su tarannà. Ya se lo conocen todos. ¿Va a hacer algo? ¿Algo más que taranná tarannenete por ese sitio me la meten?

En Calahorra apenas nadie se enteraba de su existencia. Usted feliz y los que no se enteraban, también. Pero Barcelona y la púrpura son ya más serias. No valen ya los Abilios ni las abulias. Usted verá. O Su Eminencia.

 

Comentarios
6 comentarios en “Omella menos sonrisas y más actuaciones
  1. En el servil discurso de salutación vasallaje a Fernando VII en 1827, atribuido al canciller de la Universidad de Cervera, el clérigo catalán Ramón Dou, diputado provincial por Cataluña en las cortes de Cádiz, entre otras cosas dice en su discurso: “Lejos de nosotros la funesta manía de pensar”. Es comprensible que para los independentistas, esta sea la tradición más sólida y cómoda de Cataluña, pues resulta dura estudiar la historia, religión y cultura hispánicas en Cataluña – que no catalanas inexistentes– pues al fin y al cabo eso no serviría para medrar. Más incomprensible resulta en un personaje talludito, que ha vivido parte de la historia española reciente, incluida la desarrollada en Cataluña, y que ha tenido estudios elementales en los que se enseñaba la tabla de multiplicar, los montes y los ríos, los reyes godos, la invasión musulmana y la reconquista, los mandamientos y un poco de historia sagrada, en la que no decía que Moisés o Santiago fueran catalanes y en una escuela en la que se insistía que el cerebro estaba para pensar.

  2. La Iglesia en Cataluña está cansada de sus actuaciones públicas donde puede lucirse, y aparecer como el gracioso de «turno» que intenta parecer campechano y cercano al pueblo. Pero el momento en que estamos viviendo en Cataluña no está para risas, no está «el horno para bollos», sino que necesitamos un representante de la Iglesia serio, que sepa poner a los párrocos de su diócesis «firmes» y hacerles respetar sí o sí, bajo pena de suspensión económica o salario, que se limiten a predicar el Evangelio sin posicionarse políticamente desde el altar.
    Estamos cansados de tener que salir de las Iglesias escandalizados de lo que se predica, de un pasotismo y sacrilegio a los sacramentos y a las Instituciones civiles y religiosas.Yo en mi barrio no puedo asistir a ninguna Iglesia católica de las que hay cerca, porque o bien se predica un evangelio progre en el que todo es relativo y vale, o bien se politiza desde el altar y se vitorea un comunismo exacerbado. ¡¡¡Basta ya señor Omella¡¡ no quiero más sus risas, sino su contundencia , su seriedad y que discipline a estos hijos de Dios que no están obedeciendo el llamamiento para el que fueron llamados. Tenemos ganas muchos cristian@s fieles de verle actuar con equidad, así como destituyó a pastores ·españolistas», tenga el mismo coraje para hacerlo con «comunistas» y «progres». Una cristiana entristecida.

  3. Pedirle a Omella que actúe es como pedir a un niño que reflexione. Ni uno ni otro saben qué hacer con el pensamiento. El de Cretas no sólo no da la talla, sino que tiene un complejo de inferioridad y un síndrome de Estocolmo clamorosos. Al carecer de formación se siente acobardado ante la clerecía que le rodea y que son los que le marcan la pauta.Sus homilías no es que sean buenistas, es que resultan pueriles. Confunde la cortesía institucional con la humillación de la Iglesia ante el poder civil. Como un parvenu se siente importante cuando Junqueras va y le tiende la trampa de la mediación. Como ignora el derecho se presta a mediar entre unos delincuentes y el etado. Como es lógico, el desdén con que se le recibió fue de época. Buenas personas hablan de prohibición del Vaticano. La verdad es que se le dijo: señor Cardenal, no haga el ridículo. Propio de los acomplejados es ser fuerte con los débiles. Y así se mostró tirano con nervios desatados contra un sacerdote cumplidor y ejemplar, pero crítico con los disparates de una jerarquía secesionista. Baste comparar las opiniones del resto de obispos de España con las singulares concepciones del derecho natural y de la ley moral de los monseñores de acá. Obispos, los de acá, que pontifican sobre cuestiones civiles cuando tienen una formación académica eclesiástica muy mejorable y una formación civil nula..

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