El odio a lo católico

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Raro es el día en el que no nos enteramos de actuaciones delictivas contra la Iglesia y los sentimientos de los católicos. Ayer por duplicado. El intento de incendiar la capilla de la Universidad Autónoma de Madrid y romperle la nariz de un puñetazo a una pobre monja, además deshabitada, y sin otra razón que la de ser monja.

http://www.abc.es/espana/madrid/abci-ataque-capilla-autonoma-iglesia-mas-ilumina-arde-201706240120_noticia.html

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https://infovaticana.com/2017/06/23/religiosa-agredida-granada-me-dio-golpe-monja/

Se podrá decir que dementes los hay siempre y que son incontrolables.  Pero cuando abundan tanto y además se van siempre de rositas pues la cuestión pasa ya de castaño oscuro.

Se ve que un Papa populista y tan abierto al lío no detiene nada a estos salvajes en los que el menor sentido democrático de respeto a opiniones ajenas no cabe ni suponerlo.

Están por un lado llamadas al odio a la Iglesia de partidos políticos legales que la presentan como una ladrona por sostener algo tan obvio como el que las iglesias son de su propiedad. Y hay retras que se lo creen. Y hasta obispos que disculpan atentados a capillas como chiquilladas sin responsabilidades penales. Pobrecitos agresores.

A este paso ser católico va a ser un profesión de riesgo y si se es cura o monja todavía más. En una sociedad libre los católicos, los podemitas, los del PP o el PSOE, los gays y los trans, los forofos del Madrid o el Barcelona,  los españolistas y los independentistas tienen todo el derecho del mundo a circular libremente, a poner en el balcón de su casa la bandera que se les antoje y a que se respeten sus centros. Excluida si se quiere la provocación. Quiero decir que uno que es muy dueño de salir a la calle con una bufanda del Madrid o del Barça no debe ir a la grada más radical del campo de fútbol contrario con su bufanda. Ni la chica que va a una playa nudista presentarse de esa guisa en la Almudena. O los partidarios de un partido político acudir a reventar un acto de sus contrarios legalmente autorizado.Pero, salvados esos extremos, provocadores, la libertad no es que deba imperar es que tiene que ser sostenida por la autoridad. Con las penas correspondientes a quienes la transgredan.

Y en eso no cabe el perdón de un obispo si se ha profanado un templo o el de Almodóvar si se ha asaltado un local gay. Porque los agredidos han sido muchos más que el obispo o el director de cine. Y ni el uno o el otro pueden hablar por los sentimientos de muchos más que se sintieron heridos por el  hecho.

Luego está lo que cada uno quiera hacer en el recinto sagrado de su domicilio. Yo puedo invitar a comer en mi casa a Carolina Bescansa y a su bebé, a Puigdemont o a Maroto, al presidente de Vox o al cardenal Burke. Eso es cosa mía y de ellos si quieren venir. Y ninguno tiene el menor derecho a venir si no le invito previamente. Ni yo la menor obligación de abrirles  las puertas de mi casa si no quiero. Entiendo perfectamente que haya amigos, ciertos o presuntos, que viendo mi acogida a otros decidan no volver a pisar mi casa e incluso a dejar de hablarme. Pero no que por ello me encuentre con una bofetada cualquier día en la Puerta del Sol.

La convivencia pacífica, que es lo deseable, se está poniendo complicada. Y siempre por parte de los mismos. Pocos colectivos más pacíficos que el católico. Aunque tal vez haya alguna excepción, rarísima, que se pudiera aducir. Las de los otros son cada vez más frecuentes. Lo de romperle la nariz a una religiosa, además camuflada, por ser monja me parece de enorme gravedad. Por todo lo que lleva detrás. Gente así sólo puede estar en un centro psiquiátrico o en la cárcel. Y no estaría de más que los partidos anticatólicos reprobaran públicamente semejantes conductas. Tan antidemocráticas.

Comentarios
17 comentarios en “El odio a lo católico
  1. Mi apoyo total al comentarista que firma como Francisco. Espero que cunda el ejemplo. Sin llegar al nivel de violencia de los musulmanes, que no dudarían en cortar el cuello de cualquiera que se atreviese a algo semejante. Pero creo que sería muy conveniente que esta gentuza infame se lo pensase dos veces ante las posibles consecuencias. Ya está bien de que a los católicos se nos asocie con el apocamiento y la cobardía.

  2. Estos enemigos externos que pueden matar el cuerpo y destrozar lo material, pero temo más a los enemigos internos que matan el alma. Y estos últimos hacen mucho más estragos .

  3. Efectivamente: D. Pedro Muñoz Seca.

    Sr: Las denuncias son papel mojado para estos seres.

    El buenismo es de lo más preocupante. » Esos eran otros tiempos…» que tú crees que en el siglo XXI no se pueden repetir.

    Desde la Transición hasta la aparición de los podemitas ¿ Cuántas agresiones contra católicos o edificios católicos ha habido?

    ¿ Y desde que apareció «Podemos» hasta ahora?

    El gran error a que tendemos todos es creer que estos se rigen por nuestras filias y fobias.

    Ellos sólo se mueven por sus propias fobias.

  4. Libre: esos eran tiempos en los que si no disparaban tú, te disparaban ellos. Hoy día está la vía pacífica, y por supuesto la denuncia legal, la cual aplaudo en mi comentario. Al Padre Jorge Guadalix, cuando un mindundi le metió en una lista de adeptos al Yunque, le animé a la denuncia, por injurias.

  5. Abro la web de 13tv para seguir la retransmisión de la ordenación episcopal del nuevo obispo de Plasencia y me encuentro una gran publicidad de Tarot. Pero 13 tv qué hace? Estoy de acuerdo en que necesitamos ingresos de publicidad, pero no cualquiera.

  6. Mientras no mostremos con naturalidad y valentía nuestra condición de católicos en todo momento y lugar, no se acostumbrarán a nosotros ni nos respetarán….. «al que me niegue yo le negaré ante mi Padre»; si esto no mueve a un santo temor de Dios a las altas jerarquías, tan contemporizadoras, es que el nivel de fe anda bajo mínimos, y los pobres católicos asustados por la propaganda anti Iglesia, no dirán ni mu. Cabría preguntarse si alguno de estos rimbombates fariseos modernos estarían dispuestos a morir por el Señor y su doctrina, creyéndose como aparentan, ser imprescindibles, con su voz hueca, sus filacterias y capisallos, que mueven más a risa que a fe.

  7. El binomio Sánchez-Iglesias está llevando a la izquierda española a una deriva cuyos resultados pueden ser catastróficos.
    Falta en nuestro pueblo el impulso militante que desplegaron los creyentes franceses en La Vendée, en medio del terror jacobino de la Revolución Francesa o el compromiso militante actual.
    Que algún moro descerebrado haga eso -siendo injustificado, es comprensible en las actuales circunstancias-, pero que sean ciudadanos españoles no tiene sentido, salvo que les salga gratis como a la Pitita Maestre, que ahí la tienen de portavoz de la Carmena. El que agredió a la religiosa debería estar ya en la cárcel, y no salir en diez años.
    Los creyentes deberán aprender a organizarse y mostrar también la faceta agresiva, como el Señor, cuando expulsó a los mercaderes del templo.
    Conocí a un Vicario de Aviación, ya fallecido, que en los años de la infausta República era Coadjutor de Sóller en Mallorca . Me refiero a Don Jorge Company. El día del Viernes Santo de 1937, los del comité anarquista dijeron que se suprimía la procesión con el Vía Crucis. Don Jorge Company se puso el sobrepelliz y la estolla y él mismo tomó la cruz y empezó la procesión. No pasó nada, pues el lenguaje de Don Jorge tenía expresiones contundentes.

  8. El binomio Sánchez-Iglesias está llevando a la izquierda española a una deriva cuyos resultados pueden ser catastróficos.
    Falta en nuestro pueblo el impulso militante que desplegaron los creyentes franceses en La Vendée, en medio del terror jacobino de la Revolución Francesa o el compromiso militante actual.
    Que algún moro descerebrado haga eso -siendo injustificado, es comprensible en las actuales circunstancias-, pero que sean ciudadanos españoles no tiene sentido, salvo que les salga gratis como a la Pitita Maestre, que ahí la tienen de portavoz de la Carmena. El que agredió a la religiosa debería estar ya en la cárcel, y no salir en diez años.
    Los creyentes deberán aprender a organizarse y mostrar también la faceta agresiva, como el Señor, cuando expulsó a los mercaderes del templo.
    Conocí a un Vicario de Aviación, ya fallecido, que en los años de la infausta República era Coadjutor de Sóller en Mallorca . Me refiero a Don Jorge Company. El día del Viernes Santo de 1937, los del comité anarquista dijeron que se suprimía la procesión con el Vía Crucis. Don Jorge Company se puso el sobrepelliz y la estolla y él mismo tomó la cruz y empezó la procesión. No pasó nada, pues el lenguaje de Don Jorge tenía expresiones contundentes.

  9. Gracias a Francisco y a tantos otros valientes por proteger un Derecho fundamental arriesgando su integridad física.

    Para mí que a los caballeros santiaguistas que defendían la Fé a espada y mandoble les recibieron con todos los honores en el Cielo, una vez llegada su hora.

  10. Les recuerda la vacuidad de sus vidas y la esclavitud de su pecado y el destino de infelicidad eterna que les espera y eso les resulta insoportable. Del odio se puede pasar al amor. Lo peor, la indiferencia que propugna el pensamiento único.

  11. Algunos somos muy malos catolicos y confiamos en que Divina Misericordia nos acoja a pesar de no haber puesto la otra mejilla ni aguantado ofensas a nuesrras creencias ni otorgando perdones no solicitados y que no nos corresponden dar por profanaciones.
    Para que el desagravio de la Capilla de la Complutense se produjera en paz, algunos «dialogamos» con otros en las «periferias» de la Capilla, y «hubo comunicacion» sin mayor complicacion que evidenciar que podiamos hablar el «mismo idioma».
    Soy de los que cree que no hay que cubrir como prudencia lo que solo es cobardia.

  12. Escribe un comentarista sobre la talla intelectual de los jóvenes católicos.

    Es evidente que quien ama a Dios, desarrolla sus potencialidades, es inherente.

    Pero que yo sepa la talla intelectual y espiritual de Alfonso Paso y de tantos otros católicos no le protegió de las balas de sus asesinos.

  13. Pues anoche en una entrevista en el Informativo de Intereconomía un cura (no sé quién era porque cogí la entrevista ya comenzada) nos decía que no había motivo de alarma, que eran, como siempre, «cuatro exaltados». Lo de siempre. Siempre son «cuatro exaltados» hasta que son cuatro aquí, cuatro allá y cuatro acullá que hacen en definitiva 400.000… de verdad que hay gente que calladitos estarían más guapos.

  14. Algo que me consuela un poco de este tema es la posición de la Iglesia-Pueblo de Dios, (no la Iglesia oficial), y es que no va más allá de denuncias ante agresiones, rezos de desagravio ante Dios… Cuando roban un Santísimo en Toledo, o intentan destruir una capilla, no veo a los muchachos católicos ir a pegar ni a destruir. Y eso me da una idea de la talla intelectual y moral de los católicos españoles: desde luego mucho mayor que la de la ultraizquierda y los enemigos de Dios.

  15. Enemigos de Dios los hay de dos clases: externos e internos. No es de extrañar, pues, que los enemigos externos se envalentonen, se crezcan, si dentro de la propia Iglesia es donde cuentan con sus más valiosos aliados. Y no hace falta dar ningún nombre de quienes, desde dentro de la Iglesia, promueven su demolición. Son de sobra conocidos. Basta leer la prensa, seguirlos en las redes sociales, leer sus páginas web…

    (Johnny-Gin)

  16. Pues siéntese y espere, porque los enemigos de Dios ni piden ni pedirán perdón jamás (por eso precisamente son enemigos de Dios y de su Iglesia).

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