Con una transparencia digna de elogio la diócesis de Zamora ha comunicado sobre la marcha que su obispos acaba de ser operado de un trasplante de riñón.
Como debe ser. Sin esperar a que la noticia se difunda por otros medios con aditamentos o intenciones que no procedan.
Y solicitando a los fieles, también como debe ser, oraciones por la recuperación de Don Gregorio Martínez Sacristán.
Si viviéramos una Iglesia como debería ser, y no es una crítica a la actual sino a la que he conocido a lo largo de mi ya larga vida, los católicos de Zamora deberían estar rezando todos a Dios por la salud de su obispo. Pero hemos llegado a una situación en la que el obispo no interesa a nadie o, si interesa a algunos, es para su rápida desaparición. Y eso católicamente no es normal.
Llevo tiempo diciendo que Don Gregorio está ya amortizado, por su salud, y que el relevo se dice que ya está cocinado. Esta noticia dará más crédito a estos rumores.
Pienso que es una buenísima persona y con pocas condiciones episcopales. Los hay que tampoco las tienen y que además no son buenas personas. Zamora no le va a contar entre sus grandes obispos. Hizo lo que pudo y supo y tampoco se le puede pedir más. Con bondad y dignidad. Más que un error de Rouco pienso que su nombramiento venía más de García Gasco. Pero eso no es para ahora. Lo que hoy procede es encomendar a Dios su salud. Obligación de los católicos zamoranos y también de todos los que nos hayamos enterado de su operación. Yo ya lo he hecho.
http://diocesisdezamora.es/vicarias/detalles-noticia/comunicado-del-vicario-general-132
Don Gregorio nació en Villarejo de Salvanés el 29 de diciembre de 1946. Está pues a días de cumplir 71 años. Fue nombrado obispo de Zamora en 2006. Hace exactamente once años.
Perdón. Ese diácono, ordenado el año 2016, fue ordenado presbítero el 25 de junio de 2017. Su nombre es Agustín Crespo Casado.
La diócesis de Zamora no abarca toda la provincia civil del mismo nombre y, en cuanto a vocaciones, para tener tan poca, dispersa y envejecida población, no anda mal: en el curso pasado tuvo 7 seminaristas y este año ha habido una ordenación diaconal.
La diocesis de Zamora no abarca toda la provincia civil del mismo nombre y de vocaciones no anda mal dado q no tendra mas de cien mil habitantes. Tiene siete seminaristas y este año ha ordenado un diacono.
La diócesis de Zamora tiene una excelente periodista al frente de su delegación de medios, una chica joven además. Zamora necesita un nuevo obispo como el comer y a ser posible alguien carismático y santo. Sé que Uriarte no goza de muchas simpatías por aquí pero en Zamora dejó mucha huella y bastantes vocaciones. Un Uriarte es lo que le haría falta a Zamora que además conozca y respete su Semana Santa, algo indeleblemente unido a la ciudad y a la diócesis
Esta noticia confirma con casi absoluta seguridad que dimitirá el año entrante.Ahora es momento de pedir dos cosas a Dios: que salga adelante este buen hombre, que jamás (que yo sepa) ha dado escándalo alguno en la Iglesia ni montado numeritos heréticos, y que, cuando renuncie, no nos tengan un año esperando a su relevo (no lo merecen ni él, ni la buena gente de Zamora, ni los católicos).