Tengo al vicense por muy aceptable obispo. De lo mejorcito de Cataluña y del resto de España. Pero no debemos caer en perfeccionismos porque nadie es perfecto salvo Dios. Todos los obispos, como humanos que son, incluso los mejores, y hasta los santos, tienen imperfecciones. Y no digamos quienes se las critican. Lo importante, en los obispos, y en todos, es el saldo. ¿Qué prima más, lo bueno o lo menos bueno e incluso malo? Uno piensa que el saldo de Don Román Casanova es bastante positivo. Pues para que no nos tiremos a su yugular.
Es el primer obispo español, al menos que yo sepa, que ha salido al paso de la Caram con una nota que os reproduzco. Cierto que era el más obligado pues la monja tiene el convento en la diócesis del obispo de Vich. Esto dice Don Román:
NOTA DE PREMSA
Davant les recents declaracions públiques d’una religiosa, el bisbe de Vic recorda que forma part de la fe de l’Església, des dels seus inicis, que Maria fou sempre verge i que aquesta veritat de fe fou recollida i proclamada de manera definitiva pel Concili II de Constantinoble, essent el primer dogma marià i compartit pels cristians catòlics i ortodoxos.
Per tant, recorda que aquestes declaracions no s’ajusten a la fe de l’Església i lamenta la confusió que hagin pogut crear en el poble fidel.
Vic, 31 de gener del 2017.
Creo que ha estado clarísimo. Esa es la fe de la Iglesia proclamada por el obispo de Vich. Que es lo que tenía que hacer. Tal vez superando miedos muy comprensibles. Porque los obispos, los buenos obispos, hoy están amedrentados. No voy a hacer un elogio del miedo, que no lo merece, pero puedo comprenderlo.
No pocos han considerado escasa respuesta a la Caram. Reclamando excomuniones, expulsiones, sanciones… Creo, puedo estar equivocado, que exageradamente. La monja dominica vive en el obispado de Vich pero no está sujeta a la jurisdicción del obispo sino a la de su orden. Don Román ha hecho lo que podía y lo que debía. Desautorizar públicamente la declaración de la monja. Con valentía y posiblemente tentándose la ropa. O jugándose el mañana. No merece la más mínima crítica sino el reconocimiento general. Gracias Don Román. Dios quiera que otros obispos salgan también en defensa de la Madre de Dios, de la Iglesia y de todos nosotros.
La pelota está ahora en otros tejados distintos del obispado de Vich. Esos tienen la responsabilidad. Cierto que sería buena, diría que obligada, la solidaridad de los obispos españoles con el hermano de Vich. Colectivamente, porque el escándalo ha conmovido a toda España, o si el inane por excelencia sigue callado, con declaraciones individuales en desagravio a la Madre de Dios, Virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Aunque en ellos también impere el miedo.
Pero, ocurra lo que ocurra, y no soy optimista, creo que el obispo de Vich ha cumplido. Muy dignamente y muy prontamente. No estamos en lo de pedir peras al olmo, cosa imposible, sino a perales de escasos frutos. El peral de Vich ya lo ha dado y muy aceptable. Esperemos alguno más. O no.