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Nuevo provincial para España de los jesuitas

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Se trata de Antonio España, hasta ahora director del Colegio del Recuerdo de Madrid. Tiene 50 años.

Aunque en Google también aparecen fotografías camuflado por lo menos para el anuncio se puso clergyman.

Leo que quedan 1.030 jeuitas en la provincia de España, el año pasado murieron 68 jesuitas españoles por lo que no es arriesgado pensar que en este año serán ya menos de mil. Y por lo menos la mitad, incluso más, mayores de 70 años.

http://www.revistaecclesia.com/antonio-espana-nuevo-provincial-los-jesuitas-espana/

 

Comentarios
10 comentarios en “Nuevo provincial para España de los jesuitas
  1. En Vigo hay un jesuita que defiende el derecho al aborto y que se presentó a las pasadas elecciones municipales por Podemos.

  2. LA MIRADA DEL AMOR DIVINO

    19 de Mayo de 2017
    Fray Iraeneus Dunlevy OP

    «Es divino amar el ser de alguien.» (Un alma buena de Marilynne Robinson).
    En esta breve frase de su novela «Un alma buena,» la autora, Marilynne Robinson, expresa el amor profundo e inflexible de un padre por su hijo. El Evangelio de Lucas proporciona una imagen de este amor cuando el padre corre hacia su hijo pródigo, que muestra en su porte las huellas de la necesidad.
    Resuelto, persistente y viejo es el amor que va más allá de los «extras» añadidos a una persona. Este amor divino no responde al talento, la realización, la atracción, o cualquier otra cosa añadida a la propia existencia.
    Además, no siente repugnancia ante la fealdad, ni se encoge ante los necesitados, ni le causa violencia su presencia. El amor divino ama porque la persona existe por la acción amorosa de Dios.
    Marilynne Robinson usa la imagen de un padre y un hijo para comunicar este tipo especial de amor, como hace Jesús en el Evangelio. El amor de un padre por su hijo es ciertamente un ejemplo poderoso, y aparece en otras partes de la Escritura.
    Llorando al enterarse de la muerte de su hijo, el rey David se lamenta: «¡Oh hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Habría muerto en tu lugar, oh Absalón, hijo mío, hijo mío!»(2 Sm 18:33). Absalón había usurpado el trono de su padre y lo había expulsado de Israel, al otro lado del río Jordán. Absalón era enemigo de David, pero David amaba a su hijo a pesar de todo.
    Jesucristo nos ordena amar a Dios y amar al prójimo, y este mandato se extiende mucho más allá de los convencionalismos naturales.
    Se nos dice que no hay recompensa si se ama tan sólo a los que nos aman. Debemos amar incluso a nuestros enemigos. En la Cruz, Jesús pone el listón muy alto cuando clama: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen «(Lc 23, 34). Nuestro Dios oró por los mismos que lo estaban crucificando.
    Cristo nos muestra la medida según la cual debemos amar a nuestros enemigos «a quienes amamos movidos por la virtud de la caridad en relación con Dios.»
    Sin embargo, no debemos mirar a Cristo en la Cruz como un ejemplo a emular. Allí vemos algo más que un ejemplo meramente humano de amor. Dios manifiesta Su amor divino en la Cruz, y ama a los pecadores con Su propio amor. «Dios muestra Su amor por nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.» (Rm 5, 8).
    Siguiendo a Jesús, amamos con el amor de Dios. No podemos amar como Jesús o hacer lo que Él hace, con nuestra propia fuerza, convicción y determinación. Tenemos que amar con el amor que hemos recibido de Dios.
    Al hacerlo, nos transformamos en otro Cristo, y con la caridad divina reinando en nuestros corazones, comenzamos a ver la realidad tal como Dios la creó.
    En este sentido, el Papa Benedicto escribió que no sólo vemos de nuevo, sino que nuestra mirada misma tiene el poder de transformar a otros: «Veo con los ojos de Cristo: puedo dar a los demás mucho más de lo que piden sus necesidades externas. Puedo darles la mirada de amor que anhelan.» (Deus Caritas Est §18).
    Cuando amamos el ser de alguien, vemos al prójimo como Dios lo ve, y lo amamos como Dios lo hace.
    Dios no sólo nos da ojos nuevos para que podamos ver, sino que nos da ojos para que otros también vean si nuestra mirada es la del amor divino.

  3. Por razones que desconozco, pero que seguramente tendrán que ver con sus incoherencias ideológicas, bandazos, crisis de valores, o lo que sea, parece que esta Orden no suscita grandes vocaciones.
    De seguir así las cosas, en unas décadas ya solo quedará su patrimonio…, y eso en el mejor de los casos.

  4. Para Candela: ignorante es aquel que ignora. Como por ejemplo, los jesuitas que están tan contentos y aplaudiendo el rumbo de la Compañía que les está llevando directamente al precipicio y a la extinción.

  5. Echenique, seguro que te has ganado a pulso ser tan ignorante! La estupidez también se siembra y por lo que parece la estás cosechando bien!

  6. A este paso, en vez de provinciales, les van a tener que llamar liquidadores. Se lo han ganado a pulso. Se cosecha lo que se siembra.

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