| 15 junio, 2023
Si tuviera que definirlas con una palabra diría: inteligentes.
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¿Cuánto tiempo va a mantener la inteligencia?
¿Todo su pontificado? ¿Unos días?
Yo no tengo ni idea.
Ya se verá.
Si tuviera que definirlas con una palabra diría: inteligentes.
¿Cuánto tiempo va a mantener la inteligencia?
¿Todo su pontificado? ¿Unos días?
Yo no tengo ni idea.
Ya se verá.
cobo se muestra ambiguo con referencia a la homosexualidad, por ende no es de fiar.
Ya la he terminado de leer. Ha mejorado un poco, pero ahora una reflexión: Imagina la misma entrevista, con las mismas respuestas, pero que te dicen que es un pastor protestante en lugar de un obispo. Al final d la entrevista hace referencia, de pasada, a hacer misa por la mañana y rezar un poco antes de empezar el día y al terminarlo, pero ni hablar del Espíritu Santo, no nombra para nada a la Virgen, todo puro activismo, no nombra la importancia de la Eucaristía, ni la necesidad de los sacramentos… Es más de lo mismo. Dicen que son simpáticos, amables, que no son una ONG, pero cualquier «CEO» de amnistía internacional demuestra más espiritualidad que un obispo, futuro arzobispo. Adiós Fe sobre la tierra. Ni esa religiosidad natural, ni catolicismo ni nada. Adiós trascendencia. Adiós vida eterna. Hola antropología. No sé dónde ve usted la inteligencia. Prefiero un obispo tonto con un montón de Fe que un listo listísimo, inteligente sobre titulado – poli doctorado, cuyo oxígeno para seguir viviendo no sea la adoración Eucarística. Recuerden a Chesterton, creo que era, “No, yo no soy un escritor católico, yo soy católico, lo que pasa es que cuando escribo se me nota”. Este parece un buen activista escondido tras un báculo. Repito lo de antes. Creo en el Espíritu Santo y en su poder transformador, no en las entrevistas, que es en lo que en realidad más se parece al Papa Francisco. No sé cuántas lleva ya en dos días.
Agradezco este «balcón» para expresar lo que, entiendo, parece crítica, pero apuesto más por ser corregido. Cuando escribo estas cosas, mi mayor alegría es cuando me dan un corte o me dejan en ridículo por «orinar» fuera de tiesto. Prefiero estar equivocado yo, que no soy nadie, a que lo esté un obispo o el mismo Papa. Pero si no lo estoy, entonces ya la pelota está en el tejado de quien lo lee y a veces, en este medio, es el destinatario directo. Rezo, de verdad por la diócesis de Madrid y su nuevo pastor. Un saludo.
A mí también me han gustado tanto las preguntas como las respuestas de la entrevista. El arzobispo ha sido claro y templado a la vez, especialmente en las preguntas relativas a la antropología de género y la misión de la Iglesia de acogida y de presentación del Evangelio y de la Tradición. Efectivamente, parece una persona inteligente. Lo que hay que ver ahora es si sus actos se corresponden con sus palabras. Por lo que sé, es alguien cercano y cariñoso, pero con eso no basta para ser un buen arzobispo: hace falta un plan pastoral y llevar a la práctica esa claridad templada que denotan sus palabras.
Para ser sincero no he pasado de la cuarta pregunta. He tenido que ir al baño y después tomarme un Almax. En menos de cinco años estará secularizado y buscando piso en Madrid para vivir con su futura, futuro o future, tal cual el emérito de Solsona. Si no entiende que besar el anillo no es besar la mano con que se limpia los mocos si o besar al apóstol y no al hombre, si no entiende que «entre santa y santo pared de cal y canto», y se dedicar a besar y eliminar distancias y hablar de «tú» pensando que el hombre ha llegado a un nivel de «madurez» en el que ya las distancias no importan, le auguro un problemático gobierno. Lo siento. Me entristece. Eso de que «se ha currao la diócesis, entre drogatas» y no sé qué más, es patético. Si fuera verdad no lo diría. Los ha visto al pasar con el coche por las calles al ir a confirmar a alguna parroquia, pero imagina echarse encima esas flores de «tío Guay» que «entiende» sin mancharse del todo a la Santa Madre Teresa. Patético. Triste. No sé si han entendido bien la entrevista, pero entre líneas sólo leo cosas que me asustan. Espero que cuando tome posesión, en la ceremonia baje el Espíritu Santo y modifique las cosas. Realmente a Osoro, pocos de Valencia entendemos qué narices pasó en la A3, porque salió de aquí una persona y llegó a Madrid otra totalmente distinta. Esperemos que con su ilustrísima el Señor Don José Cobo pase lo contrario. Rezo por Madrid y su nuevo obispo.
Añado que de todas las entrevistas que he visto y oído hasta ahora de nuestro nuevo arzobispo, esta es la que me parece mejor hecha (La peor, la del tontaina de la cadena SER, un tal «Aimar», un cúmulo de tópicos progresociatas del que nuestro hombre, por cierto, salió con bastante habilidad). Hecha por alguien bien informado, sin rehuir temas polémicos, sin arrimar el ascua a su sardina (no como Jesús Bastante Mal Informado) y cogiendo el toro por los cuernos.