Nota de los obispos gallegos sobre la amenaza de la desaparición institucional en los actos religiosos

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Los obispos están preocupados pero en mi opinión llegan tarde. Ahora se ven relegados a la celebración privada de lo que quieran pero circunscrita a su propio ámbito. Me parece que es antesala del paso siguiente. Que será el de no salir del tempo. Que la calle es laica y no para uso, aunque sea por breve tiempo, de los católicos. Los obispos se mostraron felices con la laicidad del Estado. Superados afortunadamente los días de la confesionalidad del mismo que ahora parecían abominar. Pues tienen lo que se buscaron. Lo de la sana laicidad es una eutrapelia. La nota de los obispos gallegos ante el gravísimo riesgo que corren la ofrenda al Santísimo Sacramento de Galicia en Lugo, o la que se hace al Apóstol en Santiago, García Page ya está amonestado para no acudir al Corpus de Toledo, está bien argumentada. Aunque basada en una tradición histórica que hoy ya nadie considera inamovible en cuanto tal. ¿Se han cargado todas y va a subsistir sólo esa? ¿Por qué? http://www.diocesetuivigo.org/castellano/obispo/documentos%2015/nota%20de%20los%20obispos.html   Lo entendería como argumento adicional pero no como el básico. Eso se debe mantener porque así se ha hecho durante siglos. Pues entonces se debería haber mantenido la misa tradicional, el manteo y la sotana, la bula de la cruzada, la presentación de obispos por el Estado… Esas ofrendas, y el mismo respeto a la Iglesia, han quedado tocadísimos con la aconfesionalidad del Estado. Solamente merecen alguna consideración por el respeto que la autoridad civil debe tener por las ideas de un grupo importante de sus ciudadanos. Pero los obispos se encargaron de desmovilizar a los católicos y hoy pueden tener la seguridad de que apenas nadie va a respaldarles si propusieran una movilización contra todo eso. Pues han hecho un pan como unas tortas. Y lo que han derruido es muy difícil de levantar y llevaría mucho tiempo. Memez tras memez han llegado a la situación actual. Que empeorará. Curas y monjas sosteniendo a los más extremistas ante el silencio episcopal que era pura complicidad. La inmensa mayoría del episcopado español bendiciendo la Constitución que nos ha llevado de momento a esto y mañana a más. Obispos que recomendaban el voto socialista y ahora vergonzantemente, por sus medios de comunicación, al PP. Pésames al «marido» de Zerolo que era un declarado sostenedor de todo radicalismo laicista, además de abierto transgresor de la moral católica… ¿Y ahora lamentan esto? ¿Qué era la crónica de una muerte anunciada? Claro que un ministro o un alcalde ateos podrían participar en las ofrendas de Lugo o Santiago. Porque no las hace Fulano de Tal sino en la representación que tiene. Pero no llevamos años minando a la persona sino a su representación. Y a la Iglesia misma. Asaltando capillas universitarias, profanado sagrarios de parroquias, poniendo bombas en catedrales y pintando las paredes de  templos con frases como la de que la única iglesia que ilumina es la que arde. Y ante todo lo que estaba viniendo, desde hace muchos años, la memez de que lo que teníamos que hacer era votar en conciencia cuando se llevaba todo ese tiempo sin ilustrar las conciencias católicas. Que naturalmente han procedido sin ilustración. Aunque la culpa no fuera suya. Supongo que van a venir días en los que esto va a cambiar. Porque van a ser peores y a los obispos los van a correr a cantazos. Hasta les van a quitar sus catedrales. Lo de Lugo, Santiago y Toledo es sólo un anticipo. Pues para que sigan dando pésames a los contrarios y patadas en los cataplines a los suyos. Hace falta ser gilipínfanos. O border lines. Y lo próximo deberá ser borrar el escudo de Galicia porque tal cual es resulta impresentable.