| 12 marzo, 2022
De quien además sé poquísimo.
Pero por lo que leo en el artículo que enlazo ya me gustaría que muchos de ellos, ellas, elles o lo que sean fueran por lo menos así.
<
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Mario Vaquerizo es un personaje de grandes contrastes. Tiene cosas muy buenas, con las que estoy de acuerdo, como la que nos ocupa, y luego hay otras con las que no. Nunca pude entender el programa de televisión que tuvo en una cadena nacional, en el que Alaska y el, abrían las puertas de su casa a personas diversas y variopintas. Todo era alegría, gozo, juerga, buen rollito, y si ahondamos más, todo quedaba en superficialidad y poco fuste. En la vida de este hombre, ¿ Todo va bien ? ¿Todo armonía? Sinceramente, no me lo creo. Si lo que intentas transmitir es tu vida, tus vivencias, habrá de todo, digo yo. Dejé de ver aquél programa porque me parecía bastante falso y postizo. Y que conste, que considero a Mario un hombre muy valioso, culto y con mucha labia. Hasta ahí. Cada cual con su rollo.
Puede que Mario haga suya la rotunda y sabia afirmación que Oscar Wilde hace en El abanico de Lady Windermere,sobre el fango y las estrellas.
Lo cual dice mucho en su favor.
Yo tampoco lo voy a canonizar, pero es una persona sensata, de lo poco que sé.
He oído hablar de Alaska desde mi juventud y siempre pensé que estaba muy a la izquierda, por lo que no le presté mucha atención, aparte que la música posterior al XVIII no me interesa mucho. Pero últimamente he tenido ocasión de ver algunas intervenciones de la pareja y me han parecido muy sensatas y dignas de considerarse.
No conozco a Sra Mendizabal, pero me da la impresión que es, por decirlo suave, manifiestamente mejorable, de modo que imagino que el Sr Vaquerizo no tuvo mucha dificultad para torear semejante manso. De todas formas decir ciertas cosas en la secta tiene su mérito.
En definitiva, por lo poco que sé, son una pareja que cae bien y se debe escuchar lo que dicen.
Olé por lo democrático d Marío Vaquerizo.