Porque reúne todas las malas condiciones que hoy tanto se cotizan.
Del último Specola;
«El arzobispo de Milán, Mario Delpini, escribe carta pastoral » Vivamos una vida recibida», con segundo capítulo, dedicado a la educación afectiva. La archidiócesis de Milán abraza plenamente la línea trazada por el lobby gay que ahora ha tomado el mando de la Iglesia católica. No se trata, como hipócritamente se dice, de acoger a personas con tendencias homosexuales, lo que ciertamente no sería nuevo, basta leer el Catecismo, sino de legitimar los actos homosexuales, empezando por considerar la atracción hacia personas del mismo sexo como una de las posibles variantes de la sexualidad. Delpini, aunque tímidamente, se cuida de recordar la importancia de «aceptar el cuerpo como don de Dios», luego menciona la «relación entre el hombre y la mujer». Pero en realidad entra en juego la palabra clave: «acompañamiento». Sí, pero ¿acompañarte a dónde? Esto no está claro; Por supuesto, cada uno debe descubrir «su propia vocación de amor», pero este amor es un concepto tan vago que se puede poner cualquier cosa en él».
Pues si es el de la foto, sí que tiene la pinta para que lo hiciera cardenal…..
Ay, don Cigüeña, al parecer el fulano aquel está buscando el cardenalato, pero olvida que papapancho está contra el carrerrismo. Y lo otro, Zuppi, que sí es amigo, no podría asegurarse el mayor porcentaje de electores italianos posible, navaja de ockham que le dicen. Aunque si como supongo al actual papa le quedan 8 o 10 añitos más de pontificado, tiene unos cuantos consistorios por delante para hacerlo.
Pues se entiende muy bien. Bergoglio funciona por el miedo más que por el convencimiento, entonces sabe que muchos imitan sus gestos, su supuesta idea de Iglesia, su tan cacareada misericordia de mercadillo de tercera y como es lo que es y lo ha demostrado en su dilatada vida de Provincial, de arzobispo y tal y en el fondo se ríe de ellos. Es lo que le ha pasado a Osoro
Si el arzobispo de Milán es malo, mejor que no alcance la púrpura. El problema está en que los de Venecia, Turín, Nápoles, Génova y Palermo tampoco son cardenales (pero sí hay un cardenal para Rabat y otro para Ulan Bator). Estos otros italianos, ¿son también malos? ¿Y en el Este de Europa solo hay capelo para los polacos malos? Y en Hispanoamérica, Perú, Panamá y Venezuela se quedarán sin votantes el año que viene; ¿son malos todos los prelados hispanos, pero Argentina merece cuatro votos? Y Portugal, ¿otros cuatro? Y París no, pero Ajaccio sí. ¿Qué clase de broma macabra es esta? Y ¿qué me dicen de los dos nuncios «caducados» que van a recibir el birrete en este consistorio?