No parece que James Martin mueva multitudes

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El controvertido jesuita James Martin en una catequesis durante la JMJ

No debían llegar, o apenas superar, doscientas personas.

Y había en Lisboa dicen que un millón quinientas mil.

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Aunque fueran unas cuantas menos.

Pues esa nada  es lo que mueve lo que se nos quieren presentar como una potentísima realidad eclesial.

No importa nada a nadie. Por mucho que se empeñen.

Comentarios
14 comentarios en “No parece que James Martin mueva multitudes
  1. El número habitual en este tipo de encuentros, en los que no todos van a todo sino que la organización los va acomodando en función de donde tengan sus alojamientos.
    En cualquier caso, en la misa de clausura de ayer había muchísima gente, como también es habitual.

    1. Vale, puede que la organización mande ir a un grupo a tal sitio y oír a tal otro… Pero ver y oír al portavoz de la SODOMIA y el TRANSEXUALISMO? No, o acaso te amordazaban y obligaban con amenazas de torturas? Pues eso, uno se escapa y se entera de algo mejor y si no, irse a hacer un ratillo de turismo y combinarlo con rezos y adoración

  2. Sólo pregunto si alguien sabe si en la JMJ se ha dedicado algún tiempo a los cristianos perseguidos, sólo en Nigeria ya son más de 3000 los asesinados. Si no se ha hecho mención de ellos creo que el evento está juzgado.

  3. Todas las catequesis (llamadas «Rise Up» en esta JMJ) tenían una audiencia similar. Busquen y comprueben. No es una cuestión de James Martin. Sino que en función del alojamiento los peregrinos tenían asignados los lugares a los que acudir para esas catequesis. Y así, más o menos todos los obispos tenían una audiencia de jóvenes similar en los cientos de puntos de catequesis habilitados. Nada más.

  4. No hay suficientes homosexuales en el mundo para refundar una iglesia universal. Que se conformen con copar la jerarquía y a su cohorte clerical de aduladores.

  5. La impulsan desde luego los infiltrados y el loby gay en el Vaticano que existe y es muy numeroso. Si sus vidas no son ejemplares pretenden con estas idioteces normalizar entre comillas su situación para seguir viviendo del cuento.
    Se cae en el error de considerar una diversidad muy diversa dentro de una Iglesia que es imposible de mantener a corto plazo incluso. Para no se que minoría el rito amazónico, para otra LGTBI que sólo les falta pedir un rito y así creer que se queda bien con todo el mundo menos con la Verdad y con los católicos comprometidos que fíjense están dispuestos a que se les insulte todos los días y vayan a recibir al Papa con cánticos, vítores y pancartas.
    Bien clara se ve la dicotomía entre un mensaje globalista, buenista y fijador de la Agenda 2030 con una juventud peregrina que practica, reza, y tiene las ideas claras. Parece observarse que han ido muchos grupos cada uno a lo suyo, en una especie de anarquismo organizativo.

  6. Entiendo que usted estuvo allí para conocer la afluencia exacta de fieles a dicho acto. Ojalá así fuera. No le vendría mal tanto escuchar las palabras de Martin como verse rodeado de hermanas y hermanos suyos a los que tanto denosta. Le vendría bien.
    A usted le preocupa mucho la multitud. Le debieron de salir sarpullidos al ver las imágenes de los encuentros de estos días en Lisboa.
    Aunque, ¡se me olvidaba! Usted estaba allí. Debe saberlo.

    1. Estoy de acuerdo en que la preocupación por las cifras de asistencia a un acto es algo sin ninguna importancia en los asuntos de la Iglesia. En un asunto mundano (un concierto, una plaza de toros con un determinado torero-estrella , una presentación de un producto nuevo por parte de una empresa ) el número de asistentes será importante. En asuntos de fe, de creencias, de amor a Dios no se pueden emplear los criterios que usa Mercadona para ver si sus tiendas se llenan y si venden más o menos que en el ejercicio anterior, ni los de un restaurante en ver si se llena más o menos que el restaurante de enfrente. Dios mira el corazón de cada uno, la confianza que se tiene en su Palabra, el amor a sus otros hijos, el espíritu de los que en Él confían. Dios no usa los criterios de una empresa, sino los del Amor

  7. Pobres alumnos de los colegios de la Compañía. La arenga del P. J Martín formaba parte de la catequesis oficial SJ para sus alumnos presentes en la JMJ, entre los que tengo algunos sobrinos. La cizaña en medio del trigo. Y los padres sin enterarse.

  8. Como si fueran cinco, al Papa y la oficialidad los números no les importan lo más mínimo, como para ponerse a «juzgar» con los vacíos del Papa.

    Lo importante es el programa, que es el que quieren.

    Y el poder, que ellos sujetan con garras resecas.

    Católicos fieles somos más, y es claro que la vitalidad de la Iglesia fiel es mucho mayor, pero ya se aseguran de tenerla bajo la bota, por lo menos mientras les duren las estructuras construidas tras el CVII, mientras puedan seguir apuntalando y la ruina que vienen «construyendo» no se consume. Luego el destierro, y los malos pastores huidos, y los fieles perseverando en la persecución.

    Dios nos conceda estar verdaderamente entre los fieles. Que una cosa es decir y otra perseverar y no caer en las diversas tentaciones que nos acechan.

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