No me parece buena medida la del obispado de Orense para confirmar vocaciones sacerdotales

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7 comentarios en “No me parece buena medida la del obispado de Orense para confirmar vocaciones sacerdotales
  1. Una crónica más, de otra muerte anunciada. Colegios católicos, en Orense, ya sobran; en el centro, y no en un arrabal de la ciudad.
    Los resultados académicos que han tenido hasta ahora son pésimos y, últimamente, hasta en la presentación que han hecho de «eso», en medios de comunicación y demás, ni siquiera se nombra a Dios.
    ¿Qué padre católico, con sentido común, mandaría a su hija a semejante sitio y para qué?
    Esto es un capítulo más del modernismo eclesial que está devorando a la iglesia: secularismo, racionalismo, supuesto aggiornamento y, finalmente, destrucción.
    Ampararse en aquello de que «el poder del infierno no prevalecerá sobre ella», para decir que la iglesia no puede desaparecer, ni por esta ni por otras cosas semejantes, en este y en tantos otros sitios, es una boutade. Con que siga existiendo una viejecita, rezando el rosario en una montaña; o un alma, en el purgatorio; o las que haya en el cielo, seguirá habiendo iglesia: militante, en la viejecita; purgante, en esa alma que purga; y triunfante, en esos santos que están con Dios, en el cielo.
    Todo lo demás habrá desaparecido, porque nosotros, como en este caso, lo hemos potenciado, o lo hemos permitido.

    P. D. Eso de debate es hablar, por hablar. Había una consigna previa y el supuesto debates es una excusa para eludir la propia responsabilidad y, de paso, aparentar «sinodalidad». ¡Como si eso fuera algo bueno!

  2. Don Marcelo, de quien estos días se conmemora el cincuenta aniversario de su Carta Pastoral «Un Seminario Nuevo y Libre, más sacerdotes o más seglares», afirmó siempre que el Seminario Menor debería ser siempre «un verdadero seminario», es decir que en los alumnos existiese un verdadero germen de vocación sacerdotal que se pudiera cultivar, con un oportuno discernimiento. Un seminario así, económicamente va a resultar siempre ruinoso pero, pero vocacionalmente muy útil, pues, tras este discernimiento, siempre habrá jóvenes que decidirán a pasar el Seminario Mayor. La experiencia del Seminario Menor es única, y extraordinariamente rica para el seminarista y para la diócesis. Lo de Orense será un colegio Diocesano, más o menos controlado por la diócesis, pero nunca un seminario. Pueden llamarle lo que quieran pero eso no será un seminario. Recuerdo un seminario menor de una diócesis levantina, famoso por el alto número de seminaristas menores que declaraba tener pero luego había que ver cuantos pasaban al Mayor, y habitualmente no pasaba ninguno. Era la muestra clara de que aquello no era un seminario.

  3. Ojalá sirva también para, como ha dicho el Sr. Obispo, despertar y acompañar la vocación religiosa en las chicas y que las órdenes femeninas prosperen.
    Me encantará, en el futuro, ver el resultado de esta iniciativa y deseo fervientemente que aquellos que ven con malos ojos todo cambio se encuentren con una nueva realidad.

    1. Catalino. Para suscitar y acompañar las posibles vocaciones a la vida consagrada femenina (y a la masculina laical) lo primero que se necesita es saber distinguir claramente la vocación sacerdotal de la vida religiosa. Me da la impresión que el obispo de Orense, alegando el posible fomento de estas vocaciones femeninas, lo que pretende es disfrazar su más que discutible decisión. Sin querer ser muy malpensado, con una cierta distancia, la impresión es que ahí hay motivaciones de tipo económico, relativas al mantenimiento de un seminario menor que siempre será muy deficitario y la rentabilidad de un colegio mixto concertado que, si lo cuidan un poco, puede ser un buen negocio. A pesar de todo, vocacional mente será un fracaso, aunque tal vez esto no les preocupe demasiado. Para las vocaciones femeninas, puedo asegurarle, (con muchos testimonios) que lo mejor son congregaciones religiosas creíbles y no geriátricos de abuelas, es posible que bienintecionadas pero desnortadas. Por ejemplo Iesu Communio, las Hijas de Maria del Sagrado Corazón de la madre Félix, la Orden de Maria Nuestra Señora de Talavera, las Clarisas de Soria, las Siervas del Hogar de la Madre, etc.

  4. Es un colegio que será mixto, como los son muchos otros seminarios menores. La residencia, que es lo importante a nivel vocacional, se mantiene para chicos. Es la única forma de darle viabilidad a un centro y ofrecer a las familias un colegio católico en condiciones. Los seminarios menores no son centros de formación, sino de discernimiento vocacional. Lo que tienen que procurar es un ambiente de encuentro con Cristo, no hacer un seminario mayor en miniatura.

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