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No conviene precipitarse: Franco y el cardenal Parolín

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Pienso, lo he dicho más de una vez. que la pretendida exhumación de los restos de Franco es una cuestión mucho más política que eclesial.

La Iglesia no reclamó los restos de Franco ni los rechazó cuando el Rey y el Gobierno solicitaron que fueran recibidos en el Valle de los Caídos. No es ningún caso excepcional aunque hoy no sea habitual. Los Reyes católicos están en la catedral de Granda. Carlos V y Felipe II en la iglesia de El Escorial, no en el Panteón Real sino en lugar destacadísimo del templo. El general O’Donnell en Santa Bárbara  de Madrid, como Fernando VI y Bárbara de Braganza. Menéndez Pelayo en la misma catedral de Santander. Adolfo Suárez y Sánchez Albornoz en el claustro de la catedral de Ávila. Y seguro que algunos más en otras iglesias o catedrales.

Derecho a ser enterrado allí. Ninguno. Méritos, sobrados. La Iglesia en España se salvó gracias a quienes ganaron la guerra civil. Los otros, asesinaron, se dice pronto pero la cifra en tremenda, a doce obispos, siete mil sacerdotes y religiosos y casi trescientas monjas. Y quemaron, destruyeron, saquearon la mayoría de las iglesias que cayeron en la zona que dominaron. Y eso no quiere decir que Franco, Suárez, O’Donnell, Sánchez Albornoz, Menéndez Pelayo, Fernando el Católico, Carlos I,  Felipe II, los reyes enterrados en la catedral de Toledo, en Poblet, en la catedral de Santiago, en Nájera, Oña…  no cometieran pecados, no tuvieran errores, fueran santos…

Hace cuarenta y tres años que murió, en el poder, Francisco Franco. Después de ganar un cruenta guerra y permanecer como Jefe del Estado, treinta y nueve años.  Lo que quiere decir que todo español de menos de 53 años no tiene el menor recuerdo vivido de Franco. Sólo lo que les hayan dicho. Y no suele ser Franco a partir de 1975  tema habitual de conversación en las familias españolas. De la Guerra ya es arqueología. Quien en 1936 fuera combatiente con 17 años, tal vez hubiera alguno de 16, en 2019 tendría cien años. Y los de 1938, 98. No debe quedar prácticamente ninguno y la mayoría de los escasísimos que todavía estén en este mundo igual ni se acuerdan ya de que hicieron una guerra ni de nada.

Abrir el baúl de los recuerdos ya de muy pocos, el que esto suscribe cumplirá este año 79 años y nació un año después de que la guerra hubiera terminado, o intentar crearlos en personas que tienen otras preocupaciones mucho más importantes para ellos que enterrar o desenterrar a Franco, se le ha ocurrido a un Gobierno a la deriva en un impulso visceral que ahora no sabe como cumplir. Mintió cuando anunció la inmediata ejecución de su propósito y dos veces asegurando el respaldo vaticano a sus intenciones.

Ahora parece que ya se han convencido de que inmediato no va a ser y que la Iglesia ha adoptado la postura que tenía que adoptar. El Vaticano diciendo, con toda razón que ese  no era tema de ellos sino de la Iglesia española. Y ésta , también con toda razón, pónganse de acuerdo con la familia y por nosotros cuando ambos quieran, además, como la familia tiene en propiedad una sepultura en la cripta de la Almudena, donde puede enterrar a quien quiera, la Iglesia de Madrid no tiene nada que oponer a que ejerzan ese derecho, y si no hay acuerdo entre el Gobierno y la familia tendrán que decidir los tribunales y a esa decisión se avendrá la Iglesia. Todo sensatísimo por parte de la Iglesia.

Pero siempre hay precipitados. En el Gobierno, ya se ve. Y en algunos otros, del otro lado, también. Y picaron, por segunda vez, en el anuncio gubernamental de que el Vaticano les respaldaba. Pues no. No hay tal respaldo. Ni traición de la Iglesia. Como si la misión de la Iglesia fuera predicar a Franco. Que le debía agradecimiento, me parece indudable. Y durante bastante tiempo se lo demostró. Luego surgieron problemas aunque la sangre nunca llegara al río. Basta ver los testimonios de los obispos, incluidos Tarancón, Jubany, Díaz Merchán…, cuando murió Franco. Y ahora tampoco ha habido ninguna traición de Parolín. No es santo de mi devoción pero no es ningún bobo que se deje convencer por la Calvo. Y así parece que ha sido. Al menos de momento.

También mintieron los que aseguraban que la actitud del prior del Valle, Fray Santiago Cantera era contraria a la de la Iglesia española y a la del Vaticano. Me parece que el prior ha estado siempre donde debía y tiene el respaldo que tiene que tener.

Leo que hace unos días han profanado las tumbas de La Pasionaria y de Pablo Iglesias. Me parece también deplorable. ¿No sería mejor dejar que los muertos descansen en paz en sus sepulturas? Ello  por supuesto sin prescindir del juicio histórico, muy distinto del histérico, a quien toda figura importante está sujeto y que no será coincidente en todos los historiadores, excluidos los analfabetos que suelen ser los que más abundan.

http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=34271

 

 

Comentarios
32 comentarios en “No conviene precipitarse: Franco y el cardenal Parolín
  1. Francisco E:
    Creo que conviene tener un mínimo de criterio:
    El mausoleo, está dedicado a enterrar dignamente a los fallecidos durante la Guerra Civil de ambos bandos, lo que lo hace único, y cuyos familiares lo aceptaron (un familiar mío asesinado durante la guerra, su viuda no quiso que se enterrase allí).
    Aunque los recurso procedieran de impuestos o de donaciones durante la guerra de pequeñas joyas de oro en zona nacional, como me consta en muchos casos, y de los beneficios de loterías con ese destino, es irrelevante. En ningún caso un gobierno tiene potestad para desenterrar muertos, ni en ese mausoleo, ni en un cementerio civil, ni derribar un crucero de un municipio y precisamente por estar construido con las aportaciones de todos los españoles sean donaciones o impuestos; otra cosa es que lo haga por las bravas.
    Todo ello, al margen de que no creo que Franco debiera haberse enterrado como único muerto que no lo fue en la Guerra. Además creo que contra su voluntad. Pero el hecho es que está ahí por voluntad de un gobierno y es un acto mezquino desenterrar a los muertos en lugar de enterrarlos y respetarlos.

        1. Creo que sí, Hermenegildo; él quería ser enterrado junto a su esposa, según se cuenta.

          Otra cosa es que no lo dejase dispuesto o lo que sea, pero la versión de aro la he oído yo también.

          1. El arquitecto del Valle, Diego Méndez, contaba que Franco, de visita a la Basílica, le dijo en referencia al lugar donde posteriormente fue enterrado: “Bueno, Méndez, y en su día yo aquí, ¿eh?”. El arquitecto Ramón Andrada o el delineante Antonio Orejas, dos personas que trabajaron con los planos del interior de la basílica, le oyeron decir lo mismo más o menos.

            En cualquier caso, fuera ésa o no la voluntad de Franco, a los muertos se les debe dejar descansar en paz. Desenterrarlo para ultrajar su figura a título póstumo no tiene nombre.

  2. A Hermenegildo, que nos traemos un buen debate ahí:

    Ya te he dicho que «no es exagerado decirlo», pero:

    (Y más o menos estamos diciendo lo mismo, sólo que) yo matizo la palabra «salvar». Me explico:

    Con Franco (y uso palabras tuyas) se «puso», o la Iglesia «gozó», de una posición privilegiada en la Sociedad. Pero «salvarla» no me parece la palabra adecuada ahí.

    De aquello creo que viene el «efecto rebote» actual que comento, por imposición y demás (que ya es opinión mía).

    Es decir, cuando una religión pasa a ser la Religión Oficial de un Estado, puede que las Instituciones sean muy «católicas», pero normalmente se desvirtúa el cristianismo en las gentes hasta los extremos que estamos viendo hoy día; y con «lo material» se pierde credibilidad en la evangelización (ver artículo del discurso de Benedicto XVI, sobre ello, interesantísimo).

    A éso me refiero con instaurar una especie de reino de Dios terrenal y estatal (acuérdate de los muchos estados del SIR que eran teocracias, gobernadas por obispos, que luego fueron protestantes).

    No digo que «no haya cristianismo desde Constantino hasta el Concilio Vaticano II (tú sabes de Historia).

    Pero en tiempos de las «catacumbas» o Iglesia primitiva, al que no estaba bautizado se le invitaba a salir fuera en la Consagración, o el Padre Nuestro casi era oración ‘secreta’ que se explicaba y transmitía a uno cuando era «tiempo de ello», por ejemplo.

    Con Franco (y sin él también, después), la sociedad nacional era de «Domingo de Misa y rabas» y hala, y ahora vemos exactamente lo contrario.

    Tampoco digo que no haya traido cosas buenas el nacional catolicismo (ni mucho menos), pero no es ésa, yo creo, la esencia del cristianismo y por éso no se sostiene nunca.

    Digo Rusia, por ejemplo, porque la Iglesia ortodoxa es fuerte allí, pese a la persecución comunista, y es cristiana también.

    1. Yo sólo sé que cuando España era confesionalmente católica, la sociedad española era mucho más católica que ahora: abundaban las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, los matrimonios cristianos, la práctica religiosa era elevada… Desde que España ha dejado de ser católica, el catolicismo se ha hundido en España hasta llegar a la debacle actual. Son hechos objetivos.

      1. La pregunta entonces es: por qué pasa ésto ahora.

        – Porque dudo que hayamos decidido dejar de ser católicos todos a la vez y no creo que Dios nos oculte de repente su rostro a la mayoría, porque el gobierno deje de ser confesional.

        Mañana dice el Papa que Dios no existe y que nos hemos equivocado, que mejor nos vamos….y a mi no me convence, ni me voy. Sé de sobra que Dios existe y si me preguntas quién es Dios, yo te puedo hablar de mi vida.

        1. Todos no hemos dejado de ser católicos a la vez. Las generaciones de más edad, que se educaron y crecieron bajo el franquismo son las que sostienen hoy día la Iglesia en España. La mayor parte de los sacerdotes, religiosos y fieles laicos provienen de aquella época. De las generaciones que han sido educadas en el postfranquismo, muy pocos somos los que frecuentamos la Iglesia.

          1. Efectivamente, de acuerdo ahí.

            Ahora bien, hay otras realidades y carismas, surgidas del Concilio Vaticano II, que también están ‘sujentando’ fuerte la Iglesia (como pueblo de Dios).

            En las instituciones y gobiernos, la tendencia es a ir quedando reducida a mínimos, yo creo, como bien decía y dice Benedicto XVI.

            Y es que al final, a mi entender, el cristianismo y el «mundo» son dos trenes en los que ‘no se puede’ ir a la vez; cada día lo vamos viendo en temas como el aborto, la eutanasia, el divorcio, la ideología de genero…..o simplemente en que alguien que vaya a comulgar no se hable con la hermana, el padre o la madre.

  3. Buenas tardes, parecen olvidar todos los comentarios, que El Valle de los Caídos pertenece a Patrimonio Nacional y está financiado por tanto con los impuestos de todos los españoles. Parece razonable la entrega de los restos de Franco dignamente a su familia, para su entierro razonablemente con su mujer, cementerio del Pardo. Es lógico pensar que la España actual no debe mantener ese mausoleo faraónico a mayor gloria del caudillo, en equivalencia como único ejemplo en Occidente, de la momia de Lenin en la Plaza Roja de Moscú. Un saludo.

    1. Hola Francisco.

      Yo creo que es más politiqueo que otra cosa, pero será también si la familia quiere, entiendo.

      Luego ya son opiniones de cada pensamiento, pero es monumento histórico del patrimonio nacional también, y son figuras históricas.

      Es que al entrar en esas batallas, terminamos quitando el Arco del Triunfo de Napoleón o la Pirámide de Keops porque eran tiranos y déspotas, o grandes generales y faraones, a ojos de cada gobierno de turno.

      Yo creo que la Historia está ahí, y salvo que se hagan akelarres o cosas extrañas en ellos, pues tampoco van más allá de contemplar historia hecha ya.

      Nadie en Francia discute a Luis XIV, y «lo siento, pero mucho me gustó la guerra» dijo a poco de morir de cangrena a los 72 años o así.

      Fijate que ahora querían quitar la estatua de Colón, por exterminador de indígenas, en Los Angeles.

      Que se nos va de madre la cosa, vaya, con la corrección política y el revanchismo, yo creo.

  4. Lo vemos en cualquier Catedral o Colegiata o incluso en iglesias parroquiales de pueblo con historia donde había gente de cierta solera o hidalguía. Fundaban capillas para enterrarse ampliando las catedrales o templos, donde ponían rejería y escudo y enterraban a sus difuntos durante generaciones. También se fundaban capellanías que es el antecedente de las actuales Fundaciones, en la que se dotaban de unos bienes colativos vinculados que servían a una familia para tener su capellán, sus vestimentas y ornamentos sacerdotales e incluso daban becas para los estudios de sus miembros.
    Otras iglesias eran de patronato, sobre todo en el Norte de España, donde por la actividad repobladora alguien erigía un monasterio o iglesia y se establecía una comunidad y solían ser señores, que nombraban a los párrocos en vez del obispo y así fue hasta el siglo XII y XIII en los papados de Gregorio VII y más tarde Inocencio III y Gregorio IX gran canonista, con el perfeccionamiento de la finalidad organizatoria y jurisdiccional de las Diócesis en detrimento de los monasterios como el de Cluny que fue muy influyente en el siglo XI. Ese patronato dió problemas en la poca formación intelectual y la relajación de costumbres del clero en esa época medieval.
    No es el caso de la catedral de la Almudena desde luego, pero si en cualquier parroquia se realizan osarios o una cripta donde familias compran panteón o sepultura y contribuyen a lo que se llama la Fábrica del templo, pues es como si en el cementerio compras un nicho o un panteón que puede ser en propiedad o bien una concesión administrativa con la oportuna Tasa por un número de años que ahora suele ser 50 y antes 100. Si lo haces en el interior de un templo pues tienes derecho que te sepulten allí sea la familia de Franco o de Pepito Pérez porque si no sería una discriminación y eso es más que claro y el Gobierno no se puede negar sin que conculque el Derecho, ni pueden obligar a la familia a enterrar a nadie donde no quieren. Otra cosa es que en virtud de esa nefasta Ley de Memoria poco histórica y muy sectaria, no se puedan realizar actos de exaltación como concentraciones, manifestaciones ni nada de eso que tampoco se realizan en el interior del Valle de los Caidos.
    Al final todo esto lo han precipitado adrede por demagogia y lectoralismo barato y porque así creen que movilizan a los más radical, lo han hecho desde el principio como una chapuza sabiendo donde se metían y han abierto un melón difícil de digerir. Además de eso son unos torpes con una manifiesta inutilidad para gobernar, pues en que cabeza cabe que saquemos a Espartero o a Narváez o a quien no me gusta del Panteón de Hombres ilustres que es Historia de España, cuando el Valle de los Caidos es uno de lso monumentos y paisajes más visitados por los turistas. Para lo poco que va bien en España nos lo cargamos por prejuicios y fanatismos ideológicos, así nos va.

  5. Alex:
    No anda usted muy descaminado. Algunos tenemos ya la pila de años y precisamente por eso somos más difíciles de engañar, pues incluso las tremendas cifras de la persecución religiosa solo son un pálido reflejo de la magnitud y saña de esa persecución, que por cierto nada tiene que ver con la República, de la que eran partidarios la mitad de la población en ambos bandos.
    Tenga en cuenta que el asesinato de casi 7.000 sacerdotes y religiosos fue durante el corto período de 8 años 1931-1939, en que más del 90% corresponden a 1936-1939, pero sobre la mitad del territorio español en una operación de exterminio sistemática simplemente leyendo las interminables listas de asesinados con sus profesiones y actividades en donde los religiosos son una minoría, pues aparte de los miles de asesinados por motivos políticos, la mayoría eran cazados a través de las listas de pertenencia a asociaciones piadosas y muchos de ellos asesinados con sadismo. En Madrid fueron saqueadas e incendiadas casi todas las iglesias con la excepción de las que fueron dedicadas a cuarteles, hospitales y almacenes solamente saqueadas. Lo que usted ve ahora en Madrid y en la mitad de la España que cayó en zona del Frente Popular, es la reconstrucción y rehabilitación realizada entre 1939-1975, excepto archivos y bibliotecas incendiadas eran irrecuperables. La persecución fue mayor que en el espacio soviético durante más de medio siglo. Y por cierto, conviene no olvidar que las persecuciones lograron que desapareciera el cristianismo en muchos lugares del mundo y en especial el catolicismo en los lugares en que fue más vigoroso.

    1. Lo decía con cariño, don Aro.

      Siempre es bueno escuchar con atención a nuestros padres y honrarles también, como nos dice el Señor.

      La Historia siempre ha sido cosa que me apasiona, y lo que nos comenta usted es rigurosamente cierto y probado.

      Gracias por leer mi comentario, también.

  6. En el asunto de Franco, el Vaticano, en la persona del Cardenal Parolin, está lavándose las manos como Pilatos. Si a ustedes ponerse de perfil ante la indignidad de perturbar por revanchismo ideológico el eterno descanso de un muerto a quien la Iglesia debe tanto agradecimiento, en contra además de la posición de la familia, les parece una lección de finura diplomática, es que la diplomacia definitivamente se ha convertido en vulgar cinismo. O va a resultar ahora que Poncio Pilatos fue un modelo de alta diplomacia.

    Aunque, claro, ¿qué se va a esperar de quien ha traicionado a los católicos chinos, en palabras del benemérito Cardenal Zen?

  7. De no haber sido por Franco y los nacionales, la Iglesia en España probablemente no habría desaparecido del todo, pero habría tenido que volver a las catacumbas, como ocurrió en la Albania de Hoxha y ocurre en la actual Corea del Norte. En lugar de eso, gracias a Franco la Iglesia no sólo tuvo plena libertad para existir y desenvolverse, sino que gozó de una posición privilegiada en la sociedad española. ¿Crees entonces que es exagerado decir que Franco salvó a la Iglesia en España?

    1. Hum, me da que es pregunta que podría dar para un debate largo y hasta a veces peligroso, yo creo, Hermenegildo.

      Siempre he pensado que los gobiernos de tal o cual bando, han usado y usarán la religión para manejar a las masas en pro o en contra.

      Pero insisto en que no tengo edad para opinar sobre tiempos de Franco, no los he vivido.

      Si sé que prefiero confiar del Señor, que fiarme de los hombres.

      Ahora bien, si el Señor quiso o permitió que así fuera, en sus designios, no soy yo quién para rebatírselo tampoco.

      En resúmen, que hago un poco como el departamento de comunicación vaticana: lo digo todo y no he dicho nada, por la que me podría caer aquí. ^^

      PD: Agradecido por leer mi comentario, también.

        1. Bueno, Hermenegildo; pues ya eres «de mi quinta» ^^ y vamos por ahí te respondo: No, ni de lejos, yo creo.

          Lo que estamos contemplando, hoy día, es el efecto «rebote» de querer aplicar una especie de reino de Dios político, social y militar, que nunca ha funcionado a lo largo de la Historia en ningún sitio, me da.

          Ten en cuenta de que el Dios cristiano no es sometimiento, ni uno que está ahí en su trono presto a ajustar cuentas con el infiel y pecador (como en el Islam, sino Padre y Nuestro).

          Por otro lado, la tradición cristiana de Albania o Corea del Norte nada tiene que ver con la de España, yo creo.

          Es natural que pensemos, a veces, que «cualquier tiempo pasado fue mejor», o tratar de convencer a cristazos al mundo de que tenemos razón, pero no vamos a conseguir nada, intuyo.

          Amén de correr el riesgo de quedarse atrapados ahí, incluso bien documentados e informados a nuestro entender.

          Tampoco podemos justificarnos echándole la culpa al C. Vaticano II o al Papa de turno, con sus virtudes y carencias, del tiempo que se vive.

          No hubiera desaparecido la Iglesia, de perder los nacionales. De hecho en la Rusia comunista no desapareció.

          1. Insisto; no hubiera desaparecido del todo la Iglesia pero habría quedado recluida en las catacumbas, como de hecho, ya había ocurrido en la zona dominada por el Frente Popular, donde buena parte de los sacerdotes habían sido asesinados y el culto público estaba prohibido. En toda la Rusia comunista creo que quedaron abiertos dos templos católicos, ¿te parece una situación deseable?

            En cuanto al «reino de Dios político, social y militar, que nunca ha funcionado», si te refieres al Estado confesional, ¿cómo que nunca ha funcionado? Cuando España era un Estado confesional el catolicismo estaba mucho mejor que ahora. Cuando España dejó de ser confesional, el catolicismo se desplomó.

  8. Decir que yo soy un pipiolo de 41 años aquí, y todo ésto para mi es de oídas y, depende quién, una versión u otra.

    Pero lo que sí que no creo es que la Iglesia «se salvase» por tal o cual bando.

    Siempre ha habido persecución (bendita persecución, que decía San Agustín) a lo largo de los tiempos, y la Iglesia siempre a perdurado incluso en los climas y gobiernos más hostiles.

    Además, lo que se evangeliza con sangre florece y perdura, siempre.

    Ya lo otro me suena a debate de señores con larga barba y bastón, con más años y el «culo más pelao» que yo, en esas lides, así que me callo.

  9. El cardenal Pirulín es el italiano típico, representante ideal de lo que ellos llaman «finezza»: no se moja ni debajo del agua.

  10. Pepe: Lo de Espartero ya es definitivo. Ya hubiera querido la Iglesia de España en el siglo XIX veinte Francos y ningún Espartero.

  11. Una pequeña puntualización, Carlos V y Felipe II se encuentran enterrados en el panteón de Reyes. Los conjuntos escultóricos situados a ambos lados del altar mayor de la basílica del Escorial, y destinados en un principio para acoger los cuerpos de dichos monarcas están vacíos. Un saludo

  12. Siento decepcionarle, Hermenegildo, pero hoy estoy ocupado en otra de mis dedicaciones y un término «ad quem» que me fina el lunes me amenaza. Creo que es como usted dice pero no tengo tiempo de buscar la legislación anterior al CIC y la evolución del asunto. Pero sí quiero decir dos cosas.
    .
    Una, a don Francisco, que su opinión me parece intachable. Hace un par de días, al saber de la cartita a la Vicepresidenta, el P. Canali sugirió un apaga y vámonos. Yo creo que se precipitó y que en realidad, como usted sostiene, Parolin ha escrito lo pertinente. Más aún, creo que la carta es un modelo de finura diplomática en el buen sentido. Parece aquiescente, pero es reticente. O displicente. Reconoce las potestades de los poderes civiles, no podía ser menos; reconoce los deberes cívicos; no podía ser menos; de lo que se infiere que también reconoce las facultades del Poder judicial y los derechos cívicos, valga decir el derecho de la familia a recurrir las normas gubernamentales, y lo que decida en su momento el Tribunal Supremo. O sea que la carta de Parolin, por mucho que el Gobierno quiera interpretarla «pro domo sua», ni apoya ni opone: solo queda a las decisiones jurisdiccionales, competentes para resolver la contienda entre partes. Dicho más claro: la iglesia queda bien, respetuosa y nada sectaria, pero deja quien decida quien va a decidir. A Parolin se le podrán discutir varias cosas, pero como usted dice, no es un bobo ignorante. Y, como diría usted, tiene percebes donde dijimos.

    Segunda. El procedimiento administrativo seguido emana de una modificación del at. 16 de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura (Ley de la memoria histórica). Para conseguir su pretensión exhumatoria, el Gobierno logró introducir un apartado adicional: «3. En el Valle de los Caídos sólo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil española, como lugar de conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas de la contienda.» No he visto que nadie lo diga pero yo me pregunto qué pasa con los monjes fallecidos o que fallezcan. Con la ley en la mano, no pueden ser enterrados en el Valle. No en la basílica; no en la Abadía. En todo el Valle. Yo he estado hace años en el Valle pero solo en la iglesia. No conozco lo demás, pero imagino que habrá un pequeño cementerio de monjes. ¿Hay que desenterrar a los allí enterrados? ¿Se impedirá enterrar a los que mueren en lo sucesivo? Pero sobre todo, ¿quién diablos es el Gobierno; quién diablos es las Cortes para decidir quién se entierra y quién no en una basílica inviolable por tratados internacionales? En mi irrelevante opinión, el asunto ha llegado a un punto que lo de menos es el futuro lugar de reposo del exjefe del Estado y del Gobierno. Más importante me parece, y creo que el Supremo deberá ocuparse de ello, decidir la validez de la retroactividad de una ley «ad personam» y de caso único; frenar las pretensiones intromisivas de un Poder Ejecutivo entrometido hasta en las tumbas, y establecer si los tratados internacionales pueden o no ser pisoteados por una de las partes solo por motivos ideológicos perfectamente opinables. O dicho más claro, adverar o rechazar lo que, por mucho que le cambien el nombre, no es sino una «damnatio memoriae». Como si del mismísimo Ajenatón se tratara.

    1. Yo sí he visitado el cementerio de los frailes, de la mano de quien tuvo la idea de ponerlo en marcha, el P. Primitivo. Y no sólo están los enterramientos de los frailes que en la Abadía fallecieron, con un lugar específico para los abades, sino que existe una fosa común para aquellos seglares que deseen ser enterrados allí. Si bien es cierto que ya no se van a dar nuevas autorizaciones para ello, de aquellos seglares que ya lo tengan solicitado y concedido, podrán sus restos depositarse en dicha fosa. Y como bien dice, D. Antonio, según está redactado el real decreto en cuestión, llevarlo a su cumplimiento supondría el traslado de todos esos restos a otro lugar fuera del Valle de los Caídos. Y esto es así no porque sea deseo de este gobierno el traslado de los restos que yacen en dicho cementerio, de cuya existencia seguramente no tenga la más mínima información, sino que su indigencia mental y su manifiesta incultura, así como su supina ignorancia hace que se pongan a redactar decretos sin el mínimo conocimiento de causa que en cualquier caso les es exigible. Pero es el gobierno que nos está tocando «disfrutar», esperemos que ya por poco tiempo.

  13. Que es una cuestión política, es evidente y ese empeño de un gobierno en desenterrar a un muerto, solo demuestra la indigencia intelectual, moral y política de semejante gobierno, que pretende adornarse como máximo logro semejante hazaña.
    En cuanto a la profanación de las tumbas de Pablo Iglesias y de la Pasionaria, da la sensación de ser obra de sicarios con la finalidad de tratar de justificar que todos somos iguales, y deben ser sancionados con lo que disponga la Ley para los ejecutores materiales y sobre todo para los que pagaron semejante felonía. Lo cierto es que no recuerdo ninguna profanación de tumbas por parte de la derecha, ni antes de Franco, ni durante, ni después, en cambio la izquierda se mostraba tan orgullosa de profanar tumbas, que después de asaltar y saquear iglesias y conventos se hacían fotografías (se pueden ver en internet) junto a los cadáveres que habían desenterrado, para que nadie olvidara semejantes heroicidades.

  14. «Derecho a ser enterrado allí. Ninguno.»

    El derecho de patronato otorgaba a los fundadores de un templo la facultad de enterrarse en él. Creo que el Derecho Canónico reconocía este derecho. D. Antonio Lasierra puede ampliar esta cuestión.

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