Muerte de un gran sacerdote

descanse en paz.

Informaciones que tengo fidedignas sobre la localidad de donde era natural el Rvd Cordeiro y que pueden interesar como ejemplarizantes a algunos lectores: una aldea de nombre Aldán sita en la ria de su nombre, del ayuntamiento de Cangas de Morrazo, entre las rias de Vigo y Pontevedra.
Una aldea que durante dos o tres décadas fue un vivero de seminaristas para la archidiócesis de Santiago de Compostela en cuya jurisdicción se enmarca, de la que llegó a obispo auxiiar el aldanés D. José Cerviño, y sobre todo para la diócesis de Tuy-Vigo por proximidad física y receptividad de la que también sería obispo el mismo monseñor, contrariamente a la de Santiago más adusta y selecta de economías.
Aldán por aquél tiempo preconciliar era una aldea de pescadores , alguno de los cuales se harían armadores de barcos de pesca de altura que fueron pioneros en la pesca del fletán en los mares helados internacionales entre Terranova y Canadá al lograr la utilización de aparejos de arrastre a grandes profundidades que nadie antes había conseguido, hasta que en un acto de fuerza los echaron pretextando sobre-explotación para quedarse con el negocio, los democráticos canadienses. América para los americanos, o sea. Y lo que se tercie.
El padre del Rvd Cordeiro por supuesto familia marinera, como prácticamente las demás con ahogados en naufragios o golpes de mar. De esa gente sacrificada y laboriosa al máximo surgieron ¿treinta, cuarenta, cincuenta sacerdotes? CATÓLICOS en el espacio de tiempo en que fue su párroco D. José Graña Montes (familia de los Pesqueites de mote, es decir «te pesqué» curiosamente, saga interesantísima pues uno de ellos fue sec retario pàrticular del cardenal-periodista Herrera Oria) y su hermana Doña Josefa como ama de llaves. Una mujer excepcional que se mantuvo célibe cuidando de su hermano como una madre, pero también como dinamizadora del celo sacerdotal de su hermano y en realidad de la entera vida parroquial. Fue una auténtica daconisa pre-conciliar y por eso cuando ahora los clerigos merengosos o levitas se dedican al feminismo, la gente de este pueblo se sonríe con los blabases tontorrones . Una mujer que ha dejado un recuerdo imperecedero por su dinamismo, su entrega piadosa, caritativa empática, capaz de revolver Roma con Santiago, nunca mejor dicho, para atender necesidades y en particular em la procura de becas de estudio en los seminarios como el mejor y mayor destino en este mundo, y si no para que salieran bien formados como católicos para ser buenos padres de familia como era su lema. Eso ha quedado grabado a fuego en la conciencia colectiva de los aldanenses cuyo reflejo compulsado in situ es este apunte.
Una labor que se extendió a todos los aspectos culturales incluido teatro popular por actores excelentísimos del propio pueblo y cuyo substrato ha servido para que de allí salieran en la actualidad campeones del mundo femeninos y masculinos de remo.
Y es que un sacerdote de Jesucristo, un Liturgo de verdad, no tiene parangón en esta vida para el bien intramundano que trasciende al bien de la Gloria eterna. Estos sacerdotes fueron así marcados y por supuesto que entran en los 144.000 del Apocalipsis a los que una vez fallecidos les acompañan sus obras de salvación a la presencia de Dios.
Benditos sean. Y por eso la necesidad perentoria de defender, arropar y proteger como especie en inminente extinción, a nuestros SACERDOTES CATÓLICOS. Y que los interconfesionales se queden con las vaticanerías hodiernadas del nihilismo.

Le acompañamos en su cuidado, que luzca para él el eterno descanse. Que descanse en paz.