Muere el cardenal Arns

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El franciscano Paulo Evaristo Arns, arzobispo emérito de Sâo Paulo (Brasil), ha fallecido hoy. Era el cardenal más antiguo de la Iglesia y el último que quedaba de los creados por Pablo VI. Con 49 años ese Papa le nombró arzobispo de Sâo Paulo y tres años después le crearía cardenal. JuanPablo II le aceptó la renuncia el 15 d abril de 1998 y prácticamente a partir d esa fecha desapareció.

En mi opinión fue uno de los cardenales más progresistas del posconcilio `pero hoy no  voy a referirme a su historia sino a daros cuenta de su fallecimiento y pediros que encomendéis su alma a Dios.

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Es posible que pasados unos días le haga una semblanza crítica como uno de los dinamitadores de la Iglesia brasileña desde su alto cargo eclesial. Aunque pienso también que no valdrá perder el tiempo en ello porque ¿quién era hoy Don Paulo Evaristo Arns? Un absoluto desconocido. Aunque vaya si dio guerra.

Tenía 95 años y ocupaba en tercer lugar entre los cardenales más ancianos sólo superado por el colombiano Pimiento, a punto de cumplir los 98 y por el libanés Sfeir, de 96  pero ambos más recientes que él en el cardenalato.

Comentarios
10 comentarios en “Muere el cardenal Arns
  1. El propio brasileño, sin querer, retrata el problema de la Iglesia del postconcilio. Mucha promoción de la democracia y de los derechos humanos y muy poca de la santidad y de la vida cristiana. Eso es lo que ha llevado a muchísima gente en América Latina a las sectas, pues en la Iglesia verdadera no había manera de encontrar a Dios.

  2. Totalmente de acuerdo, Hermenegildo. Y conocí en los años 80 a un Obispo argentino, Claretiano, de ascendencia canaria, muy humilde y piadoso con muy buenas dotes de gobierno. Iba cada año a Las Palmas a tratar el incipiente parkinson. Presentó la renuncia al Papa Juan Pablo y le dijo que lo suyo era estar al frente de la Diócesis -Zárate-Campana- hasta el final, como así fue. Dejó el recuerdo de un Obispo Santo, como lo fue el Cardenal Pironio.

  3. Hoy cumple noventa años el único cardenal ugandés, monseñor Wamala (espero que sea Wa-buena).Uganda tiene catorce millones de católicos y ningún voto en cónclave, mientras Portugal, cuya población no llega a esa cifra, posee dos (uno es el incompetente del «caldito zapateril» y las cualidades del otro están por ver).Ojalá en el próximo consistorio, una vez pierda el voto monseñor Caldito, veamos un purpurado angoleño o mozambiqueño con menos de ochenta años y, como mal menor, uno de Uganda, Zambia o Congo-Brazaville, donde los católicos se cuentan por millones.Lo del mal menor no es peyorativo: va solo por lo de las antiguas colonias portuguesas.

  4. Franciscano, como el Grelo Tangerino (más ácido que el gallego), como el cardenal Malos Humos (recogevotos de Su Jesuitidad), como Chámame Pepe de Trapallada Carballeira (una lumbrera que no alumbra ni la caseta de un perro) y como el cardenal Enemigo (que dejó Sevilla con curas amancebados, prostibularios y aficionados a saunas de sodomitas).¡Qué tropa!

  5. Canali: no podemos olvidar a D. Geraldo Proença Sigaud, obispo de Diamantina (Brasil), gran defensor de la Tradición en el Concilio Vaticano II.

  6. Respecto a Chestertonófilo, decir que cuando comenzó el Concilio había Cardenales hispanoamericanos de gran talla: Pienso en el Cardenal Caggiano, de Buenos Aires, el Cardenal Raúl Silva Henríquez, de Santiago de Chile -aunque progresista fue de gran talla- Item el Cardenal Landázuri, Arzobispo de Lima, el Cardenal Quintero, Arzobispo de Caracas, el Cardenal Miguel Darío Miranda, Arzobispo de Méjico, el Cardenal Antonio María Barbieri, de Montevideo. Fueron Prelados que dejaron huella y de gran prestigio personal, doctrinal y moral.
    Arns fue un acérrimo progresista, pero con una cabeza muy bien amueblada y ajeno a la teología liberacionista. Su faceta negativa fue compensada por la positiva del Cardenal Sales y el Cardenal Moreira Neves, que acabó como Prefecto de la Congregación de Obispos.

  7. Las sectas protestantes agradecen la ayuda inefable de Arns por haberlas favorecido al máximo encarrilando a los católicos en masa a las mismas.!¡¡Muito obrigado!!

  8. Una matización, el episcopado brasileño nunca rayó a mucha altura, no nos engañemos. Ni el de ningún otro país sudamericano, con la importantísima excepción de México, pero ojo, en este último caso solo después de la revuelta cristera.

  9. Primeiramente peço licença para escrever em português. Sou fiel católico da Arquidiocese de São Paulo, e não sou nem um pouco progressista.
    Sr. Cigoña, admiro o seu trabalho, sou seu leitor, mas já esperava que o senhor fosse criticar o cardeal Arns pois percebo que o senhor é extremamente crítico à Igreja e ao episcopado do Brasil como um todo, só lhe recordo que um dos piores bispos que já trabalharam no Brasil tem a mesma origem que o senhor: o espanhol Pedro Casaldáliga Plá.
    O cardeal Arns foi progressista sim, mas dizer que ele foi o «dinamitadores de la Iglesia brasileña» mostra o tremendo desconhecimento que o senhor tem da Igreja do Brasil. Como todos nós Dom Paulo acertou muito e errou muito também, mas compreendo que a postura dele foi essencial para dar visibilidade à Igreja em um momento muito delicado da política do país. Não à toa, Dom Paulo foi reconhecido internacionalmente pela sua luta pelos direitos humanos e pela democracia. Sendo inclusive indicado para o prêmio Nobel da Paz. Dizer também que Dom Paulo era um «absoluto desconocido» também mostra grande desconhecimento, uma vez que até pouco antes de sua morte Dom Paulo recebia homenagens pelo Brasil todo.
    Convido o senhor se abrir um pouco, ser menos eurocêntrico, e conhecer um pouco mais de perto a nossa Igreja do Brasil (com seus erros e acertos).
    E uma correção: Não se pode considerar Dom Paulo o último cardeal sobrevivente criado por Paulo VI. Bento XVI também foi criado cardeal por ele e está vivo. Então Bento é o último que foi criado cardeal por Paulo VI e que ainda está vivo.

  10. ¿ Pero qué criterio se sigue en la Iglesia para crear cardenales, los más pelotas, los más malvados ? ¡ Mira que hay cada uno ! Ya se ve que la Iglesia es de Dios, pues no han conseguido acabar con ella, y eso que algunos han puesto especial empeño dinamitador, como señala La Cigüeña.

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