Creo que es algo que hay que analizar. Construyendo. Integrando.
Y sin olvidar a los muchos párrocos que han echado a sus fieles de sus parroquias.
Que ni las parroquias ni los fieles son propiedad del párroco. Aunque algunos se lo crean.
Cada vez somos más los que nos negamos a la apropiación. Y nos vamos. A donde se nos respete.
¿Vamos, pagamos y a patadas en la retambufa? Pues como que no. Que no nos da la gana.
Nada contra la tesis de estos tres sacerdotes, a dos de los cuales les conozco mucho pues fui buen amigo de sus padres. Y me parecen excelentes sacerdotes, Muy cierto lo que dicen. Siempre que el párroco no se empeñe en echar a sus fieles.
No es acertada la expresión que las parroquias sean de derecho divino. Es una circunscripción eclesiástica más establecida por la Iglesia, como lo son las prelaturas territoriales o personales, los vicariatos castrenses,….
Tenemos que tener las ideas un poco claras, en la realidad:
Vivir la fe en estos tiempos en la misa de 19:30, es muy complicado. Solo con la misa, que además el cura intenta que sea rápida, porque seguro tiene muchas reuniones, es muy complicado. Vivir en un pequeño grupo, es mas fácil, por lo menos mas intenso. La gente necesita volver a las raíces del cristianismo, vivirlo en su totalidad y su radicalidad. Las palabras del evangelio son las que son, y se entienden perfectamente, si las dulcificamos, las amoldamos a nuestro parecer, no sirven de nada. En un grupo mas pequeño se entiende mejoro el evangelio, cuando dice amar al enemigo. Tendremos seguro alguien que no nos caiga bien, y nos cuesta aceptarle, en eso vemos mejor el evangelio. En las grandes celebraciones, no vemos este sentido. Cuando el cura, que preside al pequeño grupo, hace una homilía, se puede detener mas concretamente en explicarlo para esas personas concretamente y no en una platica general que deja indiferente.
Creo que las grandes asambleas o grandes misas van decayendo, para dar paso a pequeñas reuniones.
Como ahora el chaval que se mete a cura, es por vocación y no por casi necesidad. La gran mayoría viven su vocación mas intensamente, se gastan y se desgastan por el evangelio.
Esto es una tendencia, el que le guste bien y al que no lo tendrá que admitir por los hechos.
JULIAN
Esta usted escupiendo al cielo. Si tiene un cura que dice misas rápidas y al grano, no sabe el tesoro que tiene. Le condenaría a sufrir a curas con incontinencia verbal, o que estan solos y no hablan con nadie, y agarran el sermon, hasta en las mísas de diario para soltar cosas la mayoría de las veces prescindibles. En una ocasión en una misa de esas penitenciales perpetuas, me pasaron el micro para hacer una petición, y me faltó un segundo en el metaverso para decir, por la brevedad de las misas. Debería usted ser castigado con un año de sermones insustanciales por criticar a un cura breve.
Las parroquias son el refugio de los católicos que queremos vivir el catolicismo según la universalidad de la Iglesia y no según el espíritu sectario de ningún movimiento.
Mejor explicado, imposible.
Los movimientos son el refugio de católicos que queremos vivir el catolicismo según la doctrina de la Iglesia y no según el espíritu sectario de ning´ún párroco de turno.
«Movimientos» y parroquias deberían ser complementarios. Se dice que los unos ningunean o desprecian a las otras (falso) y que las otras ignoran o ponen zancadillas a los unos (falso también).
Ya he oido a dos miembros de uno de los «movimientos» citados avanzar sobre las parroquias, o sea superarlas. Este peligro es muy peligroso. Recordemos que las primeras comunidades eran las Iglesias Domesticas, de las que «vivieron» los apostoles y muy especialmente San Pablo en sus viajes de evangelizacion, y sobre ellas, la familia de las familias, que es la parroquia.
Asi que la Parroquia debe mantenerse, pues sus cometidos son amplios y sin posibilidad de ningun otro medio de asumirlos, asi los libros registros, autentica «comunion» en la Comunion de los Santos.
Y dicho esto, tambien abogo por crar redes de iglesias domesticas, o sea puntos de refugio, pues en algunos sitios, pronto, mas pronto que tarde, habra que crear lo que en Iglaterra y su guerra contra los catolicos, se denomino «el refugio del sacerdote» en casas de catolicos.
Señores liturgos, ¿no les parece que el pueblo de Dios ya está suficientemente castigado para imponerles un salmo responsorial como UN RÍO Y SUS CANALES ALEGRAN LA CIUDAD DE DIOS, EL ALTÍSIMO CONSAGRA SU MORADA, como si todos los asistentes fueran campeones del mundo de memotecnia?
STOP al maltrato del fiel de a pie!!! 🙌
#porunsalmoresponsorialsosostenible
PÁSALO!
Hermano, hay que luchar contra el Alzheimer.
Ajajaja, sí, ha sido todo un reto el salmo de hoy. No apto para desmemoriados, adormilados o despistados…
Yo si tengo algo en contra de esas tesis. En primer lugar el tema parroquia vs movimientos es algo más profundo de lo que parece, no es un tema de prácticas externas o de entender la piedad y las devociones de un modo legítimamente diferente. Es un tema de aprender una doctrina distinta, y por ende, tener una fe distinta. Eso es lo que se viene negando desde siempre. Los movimientos se desarrollan como reacción a la decadencia de la Iglesia en general y la vida parroquial en particular. La expansión en los 70s del Opus y en los 90s de los Kikos no se entiende sin mencionar la prácticamente nula oferta católica formativa en la parroquias.
El problema entonces es que esos y otros movimientos se presentan a si mismos como la verdadera Iglesia, los cátaros, frente a la Iglesia parroquial decadente y vacía de contenido espiritual que, obviamente hay que minusvalorar o despreciar (de otra forma la existencia del movimiento tendría un papel secundario, como lo han tenido las cofradías toda la vida). Y presentan novedades que dicen ser lo realmente auténtico, lo que Dios quiere, lo que se perdió y hay que recuperar, y no son más que invenciones en buena parte, no pocas herejías de libro (de Dezinger) o prácticas prohibidas en tiempos de Papas de cuyo nombre ya nadie quiere acordarse.
«Nadie es mejor que nadie». Eso no es verdad, y por mil razones, pero, oye, suena conciliador para poder «trabajar en comunión», que es justamente lo que, en muchos movimientos se evita a toda costa. Tener celebraciones separadas, reuniones cerradas, espacios propios, textos formativos exclusivos, excluyentes y muchas veces secretos, no parece manifestar una clara intención de «trabajar en comunión». Pero, en fin, cada uno que imagine lo que quiera.
Lo peor de todo esto es la actitud de tantos sacerdotes y laicos que sabiendo lo que hay, se hacen los suecos, callan, miran hacia otro lado. No hablo, no peco, piensan. Hay que llevarse bien. Y mientras tanto, miles de personas, chavales muchas de ellas, han pasado durante varias décadas por ciertas prácticas religiosas muy reprobables que de católicas no tienen nada. Si lo acompaña un escándalo, como en el caso Maciel, entonces algo se hace. Si no, que cada uno tire como pueda.
Ahí solo hay un cura católico y digno: el que lleva sotana, los demás son el escalón previó a la iglesia protestante
¿Bronchalo y Silva protestantes? No paro de reírme. Se ve que los conoce muy pero que muy poco.
A los tres conozco, especialmente a Antonio Domenech, el de la sotana, y le digo lo que ya le ha respondido Diácono: los conoce usted muy poco, por no decir nada
El sentido de parroquia solamente queda para el papeleo de certificados de bautismo y casarse. Los fieles se mueven donde hay un sacerdote que llene o que diga la misa en 20 minutos. Los que estén en el medio perderán.