| 16 octubre, 2023
Una vergüenza vaticana.
Mejor dicho, otra vergüenza vaticana.
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Conferencia en Madrid de ese lujo de obispo, hoy lamentablemente obispo emérito.
Jose Francisco Serrano da cuenta del acto y de Reig Pla.
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Al menos se consiguió que el sucesor fuera de la misma línea, lo que no es poco hoy día.
En mi opinión un obispo emérito debe tener la humildad de saber que si se le valorara mucho en el Vaticano, no se le habría aceptado la renuncia. Y obrar en consecuencia. Dedicarse a ayudar a algún párroco rural que lleve 10 pueblos, visitar a enfermos solitarios y doloridos por la enfermedad, decirle misas a unas ancianas monjas, estar horas y horas en un confesionario administrando el sacramento de la Penitencia, rezar con toda la fe del mundo para que Dios ayude a todos, dar cariño y compañía y algo de dinero a ancianos sacerdotes que están pasando frío y hambre después de haber dedicado 50 años a ayudar a los necesitados y solitario . Pero no hacer nada que salga en la prensa ni que sea notorio. Su tiempo de dar conferencias , escribir en periódicos , influir en la Nunciatura etc fue el tiempo en que era Obispo titular. Una vez que en Roma deciden que deje de serlo su papel creo que debe ser la discreción más absoluta y el respeto a lo decidido por quien está por encima. Humildad de saber que su ministerio episcopal ha finalizado.
Nota de F. de la C.: Discrepo de su opinión pero es usted muy dueño de tenerla,