No dejan nada salvo el regocijo momentáneo de algunos tan chorras como el cura. http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2015/02/una-parroquia-convertida-en-happening_8.html Es que Dios los cría y ellos se juntan. Felices de haberse conocido. Pero como no hay nada más estúpido que una misa happening y una vez que se ha ido a tres la cuarta ya es insoportable, salvo tal vez como entretenimiento para el pobre niño hasta el día en el que pasen a aburrirle semejantes sandeces y ya no pise una misa más en su vida, me parece muy acertado el artículo de Germinans. Y con nombre y apellidos. Para que el chorras se vea retratado y el resto, incluido su obispo, lo puedan reconocer.
Misas chorras de curas chorras
| 09 febrero, 2015
Al hilo del comentario Quién como Dios, por asociación de ideas uno se pregunta si la Doctrina Secramental y de la Gracia ha caducado o ya no rige en los contenidos y comprensión de la Liturgia Sacramental.
Hay quien habla de celebraciones de culto en la Iglesia como liturgia y el propio Quién como Dios, con indudable buena intención, reduce la Liturgia a adoración.
En Hebreos 8,1-2 se no dice: «Recapitulación sobre lo dicho:Tenemos un Sumo Pontífice (arji-erea) de una tal índole que se situó en la diestra del trono de la Majestad en los cielos, LITURGO de los santos y del tabernáculo verdadero, el que fundó el Señor, no un hombre». Y remacha en el versículo 6:» Ahora, pues, obtuvo tan diferenciadas liturgias cuanto que es más superior el mediador del Testamento, el cual lo estableció sobre todas las promesas».
Liturgia en la antigua Grecia era la donación a cuenta del propio peculio a favor del pueblo carente de medios. Y por eso Jesucristo el LITURGO al ser hombre y Dios, es por sí mismo ipso facto mediador ¡nherente entre la humanidad y Dios. La única manera de tener acceso a la Divinidad. Y si Dios, nos comunica con la Santísimo Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Aquí y ahora con el Espíritu Santo Dios santificador actuante precisamente en los Sacramentos de la Iglesia donde los sacerdotes de Jesucristo nos ponen en contacto con él en el Sacramento del Altar y Comunión, a parte sus demás poderes sacramentales que en el Sacramento del Orden Sagrado le son conferidos por otorgamiento de los poderes sacerdoitales de Jesucristo.
Hay intensidad de Gracia santificante, por lo tanto, en más o en menos según que nuestras actuaciones sean más o menos meritorias en el sentido de convertibles o no a Gracia divina por la acción del Espíritu santo. Pero resulta que de eso no se habla ni palabra ni desde la significación del sacerdocio católico ni desde la adquisición de intensidad de Gracia por parte de los fieles, que será la capacidad adquirida de intensidad de visión de Dios en el Cielo. Que no se reduce a gracias actuales o carismas, sino la transformación de nuestra mera vida humana en participación de la vida divina
Lo curioso es que el jesuita teólogo Karl Rhaner trató este tema con intuición notable y sin embargo no supo atinar, probablemente por el ámbito protestante que atribuye a magia la operatividad del Espíiritu Santo santificador, con la sacralidad que supone la acción del Espíritu Santo en la Iglesia de Jesucristo. Hasta el punto, como no podía ser menos, de irse a una especulación profana ética con barniz religioso. Y en esas estamos.
¿Hay consagración? ¡Sí! ¡Pues igual de válidas! ¡Eso es mucho asegurar! ¿Igual de válidas para quién? Bien se puede deducir que, en ocasiones, en vista de las irreverencias más les valdría a los asistentes que no hubiera habido consagración. Es evidente que la Misa tiene un valor que depende de la intención de los que celebran y asisten. Si el celebrante no actúa con conciencia de que ofrece a Dios Padre el Sacrificio Puro y Santo, habrá consagración (Cristo se hará presente), pero no es absurdo pensar que difícilmente puede alcanzarse aquello por lo que no se ofrece el Sacrificio. Tres cuartos de lo mismo en cuanto a las gracias a alcanzar por los asistentes. Cierto es que esto último es aplicable también a cada uno de los asistentes a la Misa tradicional pero, en la nueva, el sentido sacrificial se desdibuja no poco, hasta el punto de que la inmensa mayoría de los católicos ni lo conocen. A ello han contribuido, en gran medida, los cambios litúrgicos que, dejémoslo en desafortunadamente, introdujo el Beato Pablo VI (cambiar el altar por la mesa; el sacerdote que, ya no es un adelantado del pueblo que ofrece el sacrificio a la Divinidad, pasa presidir la asamblea; destacar el aspecto pascual sobre el sacrificial, etc.). ¿Influencia protestante? ¡Más que influencia! Y todo por una porquería de plato de lentejas ecuménico. ¿La raíz del problema? Pensar que la autoridad de la Iglesia para cambiar la liturgia no tiene límite. ¡Y vaya que lo tiene! Más allá del obedecer al Señor está el hacer su beneplácito. La Iglesia parece haber olvidado que el propio Dios establece en el Antiguo Testamento el modo en que debe hacerse esa adoración (liturgia). Y no lo hace porque sí. Es como le agrada. Es una imagen del verdadero culto que se le da en los cielos. Culto que el propio Juan ve en su visión apocalíptica y que se parece en nada al cachondeo de no pocas Misas. Repito, por ejemplo, que antes las iglesias seguían la distribución del Templo de Jerusalén, que a su vez seguía la de la Tienda, que a su vez seguía la del Cielo. No lo digo yo, lo dice San Pablo: “Este es el punto capital de cuanto venimos diciendo, que tenemos un Sumo Sacerdote tal, que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, AL SERVICIO DEL SANTUARIO Y DE LA TIENDA VERDADERA, erigida por el Señor, no por un hombre…. Estos (los antiguos israelitas) dan culto en lo que es SOMBRA Y FIGURA DE REALIDADES CELESTIALES, según le fue revelado a Moisés al emprender la construcción de la Tienda. Pues dice: Mira, harás todo conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte” (Hebreos 8:5). “Pues no penetró Cristo en un santuario hecho por mano de hombre, EN UNA REPRODUCCIÓN DEL VERDADERO (la Tienda, el Templo y, antes, la Iglesia), sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro (Hebreos 9:29). Lo mismo es invitar a la novia a cenar en un restaurante bonito, obsequiarle con flores, sorprenderle con un mariachi, regalarle un anillo y pedirle con toda la dulzura y cortesía del mundo en matrimonio que, andando por la calle muerta de frío, decirle: “Bueno tronca. ¡A lo mejor conviene que pasemos por vicaría! Alguno dirá: “Si acepta, el valor es el mismo”. Claro, claro… ¡Qué pragmáticos! ¡Como si las disposiciones interiores y los gestos no contaran!
Menuda pantomima.
Una pantomima inadmisible.
Y que lo sepa el Universo mundo de una vez: el Vaticano II es un fracaso monumental en todos los renglones y no se hace nada para corregir el rumbo, al contrario, han arrancado el timón de cuajo. Sin timón y con la brújula perdida. Y con un motín a bordo gestándose.
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Comparando la compañìa Coca-Cola con la Iglesia, cuando la nueva coca salió al mercado, los expertos se dieron cuenta en 70 días que la nueva coca había hundido el mercado. Y sacaron de vuelta la vieja coca, que llamaron clásica. Y el mercado se recuperó. La Iglesia lanzó al mercado la novus ordo. Y el resultado ha sido catastrófico. Con una bancarrota espiritual y financiera. La gente no va a abrir la cartera para que le devuelvan una ópera bufa. Pero el orgullo es mal consejero y la iglesia mantiene el rumbo equivocado.
A río revuelto , ganancia de pescadores, las sectas herejes protestantes han aprovechado la oportunidad a las mil maravillas y se dedican a la repesca de católicos con un éxito asombroso. En Brasil , ya casi nos quitan el 50% de fieles.
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Y, padre Bernardo, no quiero mentar la soga en la casa del ahorcado, pero para nuestros amigos europeos y de América del Sur, que quizás tienen una idealizada iglesia norteamericana en la mente, hay que volverlos a la realidad: EEUU estuvo en ojo del huracán de los abusos sexuales, al grado de que hay una epidemia de bancarrotas en un efecto dominó, con la décimasegunda diócesis declarándose en quiebra, a saber:
1. Montana
2. Davenport
3. Oakland
4. Milwakee
5. Portland
6. Nuevo México
7. San Diego
8. Tucson
9. Spokane
10. Fairbanks
11. Wisconsin
12. St. Paul-Minneápolis
Totalizando más de mil millones de dólares en demandas. Que se han tenido que pagar, con la condición de que los prelados responsables del encubrimiento no pisen la cárcel. Toda una panda de felones alcahuetes encubridores. Deberían darles cadena perpetua. Al peor de todos, monseñor Bernard Law. lo «castigaron» con una Basìlica en Roma, con un retiro dorado y una vida cual no hay dos.
Item mas: Este bochornoso espectaculo que nos deja el blogger son los ultimos estertores de muerte de la agonizante iglesia catalans.
Desvirtuar la Santa Misa es una forma de blasfemia.
Yo hace tiempo que dejé de preocuparme de chorradas. DE ahora en más , pura Tridentina. Aunque de repente sale un cura trabucaire y quiere comenzar a cambiar las rúbricas. Cuando detecto a un trol, me levanto , me persigno y me voy de allí tan rápido como puedo. Si no aprecian mi presencia, que noten nuestra resonante ausencia.
El padre Gálvez da un gran sermón, que no homilía, término acuñado por los progres:
http://www.adelantelafe.com/homilia-verdades-sobre-la-situacion-liturgica-para-mantener-la-paz-de-espiritu-padre-galvez/
No se trata de latín sí o latín no. Se trata de la LITURGIA SACRAMENTAL que necesariamente ha de oficiar un LITURGO de Jesucristo como finalidad de la llamada pastoral y vida consciente en la FE, «fuente y CULMINACIÓN de toda vida cristiana» que formuló ratificando la Doctrina de FE CATÓLICA el Vaticano II aunque los confesionales se lo pasen por el arco de triunfo. Se trata de los contenidos mismos de la razón de ser y finalidad de los Sacramentos en los que se nos induce Gracia Santificante por acción inmediata del Espíritu Santo, Dios santificador actuante en la Iglesia al comunicarnos con Jesucristo. Cuyos resultados efectivos dependen del ex opere operato según nuestra actividades en conformidad con el Evangelio ya que no actúa los Sacramentos en vacío ni se trasmutan en Gracia las actuaciones neutras ni dispares con la Revelación del Señor.
Y esta es la cuestión porque no podía llegarse al unionismo con los protestantes para los que el contenido sacramental católico es MAGIA si no se desacralizaban los Sacramentos poniéndolos en el plano humanista de celebración y acción de gracias de alcance profano (solo «eucaristía», no Santa Misa lo que llevamos para que se nos convierta en Gracia).
No importa que se insistiera en mantener en la Santa Misa las partes comunes como Kyrie, Gloria, Credo, Pater noster tal como se venían rezando sin pasar a lengua vernácula. La dinámica arrasaría con todo porque los principios de fe sacramental quedaban heridos de muerte.
No es lo terrible el vernaculismo; es la eventración y la disipación de la sacralidad sacramental que supone el Novus Ordo en su estructura, que permite creer o no creer, estar en gracia o en pecado, dado que según osan decir todos estamos salvados se quiera o no, confundiendo Redención con Salvación. Por algo los que estaban en el secreto del sumario comenzaron con la voladura de la LITURGIA que dejaron reducida a escombros de ritual o protocolo de celebraciones de iniciación o de continuidad a la manera masonista de un pretendido perfeccionismo humano. Se acabó la trascendencia y la responsabilidad personal y la adquisición de méritos o deméritos. Si Jesucristo dejó muy claro y definitivo que «NO todo el que me diga Señor, Señor, entrará en el reino de los Cielos», los hodiernados le echan un pulso y le replican exigentes: Ahora mismo, todos adentro. Mandamos nosotros así en el cielo como en la tierra.
Un horror.
Las «misas para niños» mundanizadas con globos, bailes en el presbiterio, disfraces, payasos y saltinbanquis y desacralizadas al máximo que dominan las iglesias hacen que al acabar la catequesis TODOS ABSOLUTAMENTE TODOS ABANDONEN LA IGLESIA. Al papa Francisco le sorprende muchísimo que esto ocurra así pero a mí me parece lo más lógico. Si todos todos todos van a ira al cielo y no hay que confesarse para comulgar y todo es un pitorreo, para que ir a misa nunca más? El abandono es TOTAL !!!
A tenor de los anteriores comentarios, me gustaría decir que el hacer, al menos una misa en latín (¡Incluso en el «Novus Ordo», a tenor de lo dispuesto en el Concilio Vaticano II se podría hacer!), no significa que todas las demás sean automaticamente en latín o «Vetus Ordo».
Por otra parte, el realizar al menos una misa, como toda la vida se ha hecho, no significa que vaya a vaciarse el templo, porque una de las tres o cuatro misas de ese domingo vayan a ser en latín. Tal vez signifique que, gentes procedentes de otras parroquias, hartas de tanta ñoñería, decidan acudir a un sitio donde se hacen las misas «Como Dios Manda». A este respecto, hay parroquias que han pedido crear un coro para cantar misas con cantos gregorianos y polifonía al modo de Palestrina, y han visto que su solicitud era respondida de inmediato, y los coros podían empezar desde el minuto uno.
Yo tengo la intuición de que si se vuelve a la música litúrgica que debe ser empleada, pasaría algo similar a lo que pasó con la Compañía de Jesús en España (según pudimos ver relatado en este mismo blog hace unos días): Pasados 50 años de la expulsión de los Jesuitas de España, pasados unos 40 años del Breve de Clemente XIV, la Compañía resurgía con gran fuerza en España, sin que medio siglo pareciera ser nada.
En los sitios donde se organizan misas tradicionales y que he comprobado con mis propios ojos, aparecen montones de jóvenes, incluso algunos que anteriormente no iban a misa. Eso de espantar es falso,
Estas y otras por el estilo y aún más desacralizadas a posta son las «eucaristías» promovidas por el conciliarismo, que por algo están como faros y polos de atracción la mixtificada ecumenicidad de Taizé elogiada por los pontífices postvaticanos y el monasterio de Boise que comanda Bianchi con el espiritu flatus vocis que les sopla de pleno priscilianismo profano.
La colección de testimonios gráficos con motivos de las «eucaristías» especializadas en las que toda invención, disparate y hasta sacrilegio es posible resulta bien elocuente. Que no solamente no se cortan sino que se estimulan por los llamados liturgistas empingorotados de erudición torticera. Para esa gente no existe la defenestración, antes al contrario se les pone en tareas y lugares donde puedan descatolizar en plan de elefantes en cacharrería. No hay más que verles el talante externo que es un signo que delata su frivolidad vacua.
En Sevilla, misa tridentina, éxito seguro.
En mi barriada al párroco se le ocurre hacer una misa tridentina y espanta a la poca gente que acuden a misa habitualmente. Decía Jesucristo: «Yo os aseguro, si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el reino de los cielos». Lo sagrado no está reñido con lo popular y con acercar la religiosidad al pueblo y, por lo tanto, a los niños.
¿Alguien se imagina estas charlotadas en una Misa Tridentina? Pues eso.