Miguel Ayuso relata el Concilio Vaticano II

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Miguel Ayuso Torres es autor en Editorial Reus

Con tanta contundencia como brevedad.

Y no poca razón:

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https://infovaticana.com/2021/11/27/miguel-ayuso-resume-el-concilio-vaticano-ii-en-nueve-minutos/

 

Comentarios
36 comentarios en “Miguel Ayuso relata el Concilio Vaticano II
  1. Desgraciadamente me faltan conocimientos y perspectiva para juzgar de modo riguroso el Concilio Vaticano II.

    Sin embargo, hay tres hechos que mi experiencia me ha mostrado claramente:
    – La situación actual de la Iglesia es un desastre.
    – Gran parte de ese desastre viene de una pérdida completa de sentido trascendente y de querer acomodarse al mundo.
    – Los consagrados que he conocido que más a gusto se sentían con ese proceso de degradación de la Iglesia no hacían más que invocar el Concilio Vaticano II como justificación de cualquier cosa, razonable o no.
    que me hacen concluir que algún problema debe de haber en la raíz de ese Concilio para que sus frutos hayan sido tan negativos.

  2. Ayuso es lefebvrista o muy cercano a la FSSPX. De hecho todas las Misas que organiza su partido político (la llamada «CT»), así como todos sus capellanes, pertenecen a esta Fraternidad cismática. Por ello es cuanto menos curioso que el fundador de la FSSPX, el excomulgado Marcel Lefebvre, firmara TODOS LOS DOCUMENTOS DEL CONCILIO VATICANO II.

    Y digo yo que, en consecuencia, tan malo no le debió parecer a Lefebvre este Concilio, al menos en sus fundamentos teóricos. Otra cosa que los energúmenos del progresismo eclesial hayan desorientado y desvirtuado el Concilio, que debe interpretarse de conformidad con la TRADICIÓN, que es fuente de la Revelación.

  3. Fue una pena que desapareciera «Lágrimas en la lluvia». En un panorama tan desolador como es el de la televisión en España, ese programa era como un oasis en el desierto. Lo sigo echando de menos las tardes de los domingos.
    Y Miguel Ayuso, que con tanta frecuencia intervino en sus debates, es simplemente brillante. Se podrá estar más o menos de acuerdo con sus planteamientos, pero es indiscutible su gran cultura, y su capacidad dialéctica. La crítica del Concilio Vaticano II que hizo en el programa es simplemente demoledora. Y, por desgracia, muy cierta.

    1. Llegados a este punto, más de 50 años después del último concilio, habría que hacer un acto de honestidad. Es evidente que la Iglesia tras el concilio no vivió ninguna «primavera eclesial» todo ha ido degenerando hasta el caos actual y la apostasía silenciosa pero generalizada. Lo que no sé es cómo se vuelve a meter la » pasta de dientes» en el tubo.

  4. Para vosotros la perra chica. Aviados vais pensando que los males de España se hubieran arreglado con Carlos VII reinando, y los de la Iglesia con un Pío XIII como sucesor inmediato del XII. El mundo sigue girando inexorablemente y hay que dejar que los muertos entierren a los muertos. Es orden de Xto. Y no me contéis milongas de un pasado que viví y menos de un presente que estoy viviendo. Auf wiedersehen.

  5. Ayuso es un gran intelectual y jurista. Sus numerosas intervenciones en el programa » Lágrimas en la lluvia » lo demuestran. Su pensamiento católico y político es tradicionalista. Partidario del reinado social de Cristo y enemigo del Modernismo, el liberalismo y la democracia cristiana. Su formidable cultura y dialéctica hacía que brillara por encima de los demás participantes del programa.

  6. Dice Miguel Ayuso al final del vídeo que lo que hay que rectificar del Concilio no son los textos, sino la intención. Sin embargo, hay textos del Concilio que contradicen lo que siempre ha enseñado la Iglesia. El propio Ayuso lo reconoce en el caso de la libertad religiosa.

    1. Claro, como por ejemplo la pena de muerte, que también la practicaron en los territorios pontificios, o el tener esclavos para el servicio, o el quemar a los herejes en la hoguera, o el no permitir a las mujeres hablar en la iglesia, o el negar entierro en suelo sagrado a los suicidas…todo esto se tuvo y se mantuvo hasta hace muy poquito, y sin embargo, se ha profundizado en la comprensión de la fe y afortunadamente la Iglesia ha matizado su doctrina. Lo mismo con la Dignitatis Humanae que en resumen viene a decir: el uso de la violencia f´ísica o psicológica para forzar una creencia, incluso la Fe verdadera, o coaccionar para abandonar una creencia, aun la de una religión imperfecta es contrario a la dignidad humana. Y esto no es tan novedoso: de siempre se ha condenado por ejemplo forzar el bautismo o bautizar a los hijos de judíos contra el deseo de sus padres. El concilio Vaticano II es un regalo impresionante del Espíritu Santo a la Iglesia. Todavía no se ha terminado de asimilar.

      1. La esclavitud o la quema de herejes nunca fueron magisterio. La licitud de la pena de muerte, sí y lo sigue siendo, a pesar de la chapuza que hizo el Papa Francisco. En cuanto a Dignitatis Humanae, no se limita a reconocer la inmunidad de coacción, sino que establece que la libertad religiosa, es decir, el derecho a profesar el error, se basa en la dignidad humana. Esto es contrario a lo que la Iglesia enseñó siempre.

        1. El mismo Concilio responde en Dignitatis Humanae 1

          «Ahora bien, puesto que la libertad religiosa que exigen los hombres para el cumplimiento de su obligación de rendir culto a Dios, se refiere a la inmunidad de coacción en la sociedad civil, deja íntegra la doctrina tradicional católica acerca del deber moral de los hombres y de las sociedades para con la verdadera religión y la única Iglesia de Cristo»

  7. La película “Católicos” que ha sido citada en este blog alguna otra vez es fiel reflejo de las intenciones de los enemigos De la Iglesia o cómplices de comunistas y demás gentuza que quiere ver cómo se despeña. Pro
    Domo usa, claro.

  8. Hoy llovizna y hace frío en Roma pero me llegan noticias malas de San Pedro. Los dedos se me hacían huéspedes viendo el mal tiempo, pero me temo que nos quedamos sin foto otro domingo. Y van! No nos desanimemos, el pontificado volverá a ir a pique, quizás en febrero que hay menos gente. Luego ya después vendrá otra sequía fotográfica pero siempre habrá algún cabestro que pasear.

  9. Eran programas de mucho nivel cosa que en la televisión ya no se hace. Ahora todo son eslóganes, frases manidas y dichas sin significado alguno y periodistas y tertulianos hooligans y muchas veces irracionales.
    Un debate de estos en la Sexta es impensable pues así está el nivel en el periodismo español y en general en los medios de comunicaciónque dicho sea de paso son una basura.
    Dicho todo esto, mucha razón lleva el doctor Ayuso, pues algo hubo que falló bien por la praxis o bien en los conceptos porque los frutos y resultados no son ni primaverales ni ha servido para una renovación en la Iglesia si no para una postracción y pérdida de fieles continuados, de vida religiosa y muchas veces hasta de conceptos.
    Mucha culpa ya sabemos tiene el modo de vida moderno, el nihilismo de esta sociedad, el alejamiento de Dios por el cauce de filosofías e ideologías y movimientos que parecen inventados para ir por la senda del Mal, pero casi más la dejadez, la pérdida de Fe y en casos de una Fe licuada, el agradamiento al mundo creyendo que así nos comprenderán mejor y la influencia del laicismo en los consagrados y en mucha jerarquía.
    Al profesor Ayuso poca gente el gana a exponer argumentos, desarrollarlos y encontrar las palabras adecuadas y es que se nota que sabe mucho de Historia, teología, patrística, Derecho y demás. El problema es que no haya gente de ese nivel de obispos y cardenales donde muchas veces impera el pobrismo intelectual.

  10. La reforma lit´úrgica que vino después es discutible y mejorable. La reforma en sí no es mala: Ecclesia semper reformanda. El enriquecimiento de las lecturas de la misa es un gran logro. Yo asisto con asiduidad semanalmente a la misa tradicional y la aprecio. Pero que se haya suprimido el segundo evangelio y los demás injertos post missam, no es para poner el grito en el cielo. Era una poda necesaria en mi opinión. La misa moderna ganaría mucho celebrada en latín, ad orientem y recuperando el gregoriano. Poco tendría que envidiar a la tridentina. La gran apostasía que llegó tras el Vaticano II ya se venía incubando en el mundo occidental desde mucho antes de los 60. No fue la causa el Concilio. En España nos dábamos menos cuenta por el filtro del régimen anterior. Pero las costumbres, incluso en España, ya se estaban yendo al garete. Una gran hipocresía es lo que había en aquellos años del nacional catolicismo. Incluso en política la corrupción era evidente, solo hay que acordarse de todos los escándalos de entonces: Matesa, Sofico, etc.

  11. «El Concilio Vaticano II fue un desastre como hecho histórico en su convocatoria, en su inicio, en su desarrollo, en su final, en su aplicación, en su interpretación, en su espíritu y en su intención”

    Es un poco atrevido decir esto de un concilio ecuménico: «La infalibilidad prometida a la Iglesia reside también en el cuerpo episcopal cuando ejerce el magisterio supremo con el sucesor de Pedro», sobre todo en un Concilio (LG 25; cf. Vaticano I: DS 3074).»

    ¿El Espíritu Santo se equivocó inspirando a Juan XIII su convocatoria? ¿Dejó de guiar a Pablo VI y a los obispos en su desarrollo, conclusión e interpretación por parte de Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco?

    1. El Espíritu Santo inspira pero no obliga a nadie a seguir Sus inspiraciones. Creo que ha sido el caso. Adviértase que muchas cosas que se afirman en el CVII contradicen doctrinas que, supuestamente, constituían el «magisterio ordinario» de la Iglesia con anterioridad, o directamente las Sagradas Escrituras. Tal los casos, que van solamente como ejemplos, del documento sobre «libertad religiosa», de dudosísimo texto y pasible de interpretaciones erróneas como, de hecho, lo ha sido. Y «Nostra Aetate», desautorizada por el Evangelio de San Juan o los Hechos de los Apóstoles. Otras declaraciones son notoriamente anfibológicas y, por lo tanto, impropias de un documento supuestamente «doctrinal», como aquello del «subsistit in», o aquel otro disparate (muy luterano) de la «igual veneración que la Iglesia tributa a las Escrituras y a la S. Eucaristía», Dei Verbum 21, de dónde pasó inopinadamente al Catecismo de «san» Juan Pablo, números 103 y s.s. (dejándose de lado una corrección ordenada en AAS, nº 60 con fecha de 5 de febrero de 1968). Parece que, en efecto o el Espíritu Santo no concurrió al Concilio o desde hace unos 60 años ya no Se le presta atención.

    2. el concilio vaticano ii no es dogmático, por ende puede discutirse sin problema alguno su interpretación y aplicación, sin que ello implique una negación del concilio mismo.

  12. El primer Sínodo de nuestra diócesis romana que ha de iniciarse bajo nuestra autoridad el domingo 24 del mes de enero del año 1960, en la misma archibasílica lateranense.
    No menos significativa es la legislación litúrgica del Sínodo: se confirma solemnemente el uso del latín; se condena toda creatividad del celebrante, que rebajaría el acto litúrgico, que es acto de Iglesia, a simple ejercicio de piedad privada; se urge la necesidad de bautizar a los niños quam primum; se prescribe el tabernáculo en la forma y lugar tradicionales; se ordena el canto gregoriano; se someten a la autorización del Ordinario los cantos populares de nueva invención; se aleja de las iglesias toda profanidad, prohibiendo en general que dentro del edificio sagrado tengan lugar espectáculos y conciertos, se vendan estampas e imágenes, se permitan las fotografías, o se enciendan promiscuamente luces (lo que debería encargarse al sacerdote). El antiguo rigor de lo sagrado es restablecido también alrededor de los espacios sagrados, prohibiendo a las mujeres el acceso al presbiterio. Finalmente, los altares cara al pueblo se admiten sólo como una excepción cuya concesión compete exclusivamente al obispo diocesano. Es imposible no ver que tan firme reintegración de la antigua disciplina deseada por el Sínodo ha sido contradicha y desmentida por el Concilio prácticamente en todos sus artículos.

  13. San Pablo VI en una carta dirigida a Monseñor Lefebvre, con fecha del 29/6/1975, comentó que el Concilio Vaticano II, se debe obedecer ya que tiene la misma autoridad, y, en algunos aspectos, es incluso más importante que el Concilio de Nicea (un poco exagerado dejar al primer concilio que fijaba doctrina, en este lugar, que también fijaba la celebración de la semana Santa (el domingo de resurrección debe ser el primer domingo después del primer plenilunio del equinoccio de primavera)).
    El famoso encuentro entre el Papa San Pablo VI y Monseñor Marcel Lefebvre el 11/9/1976, en Castel Gandolfo, el primero reconoció que se encontraba trabajando arduamente para eliminar «ciertos abusos que no están en concordancia con el actual Derecho Canónico en vigor, es decir, el del Concilio y de la Tradición.»
    Nosotros somos los primeros en lamentar estos excesos. Somos, en primer lugar, los más decididos a resolverlos. Pero el remedio no radica en desafiar a la autoridad de la Iglesia. Le he escrito en varias ocasiones, pero usted ha hecho caso omiso.

  14. En qué desconocimiento más absoluto nos han tenido de todo esto a los bautizados que nacimos con el Concilio y que, sin embargo, hemos sido de Iglesia. Y de la misa de siempre es que ni nos hablaron jamás. Yo veía un folleto tosco y desvencijado en la estantería titulado «Breve examen crítico», y no sabía de dónde había podido salir. Ha tenido que llegar la hecatombe religiosa de Francisco y el hundimiento demográfico de la fe, para que todo lo que ardía artificiosamente oculto emerja a plena luz con el ímpetu y el caos del volcán de Cumbre Vieja…

  15. Cuatro años tiene ese vídeo. El programa entero es muy interesante. Se ve aquí:
    https://www.youtube.com/watch?v=Z504NbGMMlo

    Sayés describe muy bien c´ómo estaban las cosas antes del concilio y el cáncer de la Nouvelle Theologie. Lo que no dice es que los responsables de ese c´áncer se adueñaron del concilio y algunos acabaron siendo creados cardenales después.

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