Mi párroco misionero de la Misericordia

Roma ha nombrado a Don Jesús Higueras misionero de la Misericordia par este año jubilar. Me parece un notable reconocimiento vaticano de las singulares cualidades personales y eclesiales del párroco de Caná. Está facultado, desde su nombramiento, para absolver pecados reservados y no me cabe duda de que le llamarán desde diversas diócesis para predicar la Misericordia. Que será la divina y no sucedáneos de la misma. Aunque yo no voy a sus misas sino a la de las nueve de la noche, le he oído predicar en muchas ocasiones y lo hace de nota. Si en las misas en la parroquia, pese a no ser pequeña, estamos como sardinas en lata, las de doce y una y media me dicen que son ya como el metro en hora punta. Y me consta que pese a tanta incomodidad son muchos los que van movidos por las homilías de Don Jesús. No pocos de los cuales, para poder estar sentados, acuden con un cuarto de hora o más de antelación. Me ha alegrado muchísimo el nombramiento vaticano. Por el reconocimiento que supone y por el bien que hará, estoy seguro, como misionero de la Misericordia. Mi enhorabuena, pues, a Don Jesús, a Don Carlos Osoro que ve reconocido a uno de sus más notables sacerdotes y a mi parroquia de Caná por tener un párroco así. A él y a sus sacerdotes se debe que tengamos una parroquia verdaderamente gloriosa.