| 09 noviembre, 2023
METAS EDUCATIVAS
Un lector de “La Nación”, Pablo Marchetti comenta las metas educativas del ministro-
candidato Sergio Massa expuestas en “una reunión con empresarios del conocimiento y
anticipó su intención de establecer como materia obligatoria para el nivel secundario robótica
y programación” y comenta: “Dado la catástrofe educativa en la que nos sumieron los
Kirchner, sería más realista y prudente pensar en incluir las materias leer y escribir”.
Después critica el proyecto de crear nuevas universidades, sin bibliotecas, laboratorios,
obras de infraestructura, con lo cual las denomina “meros enseñaderos”.
Está bien enseñar a leer y escribir, pero no basta, pues como escribía Ignacio
Anzoátegui se ha intentado que todos fueran alfabetos, pero analfabetos mentales.
Hace años Carlos Obligado en su poema “Patria” critica los resultados de nuestra
escuela media:
“Y es, además de estólido, inhumano
Que en falaz intelectual se desmejore
Quien pudo ser magnífico artesano…
Ni prolifere un aula infanticida
Monstruo de pobladísima memoria,
Si entendimiento y voluntad descuida.
¡Aun sufres mi rencor, árida Historia,
Química abstrusa, Evolución, ya rancia
De datos insalubre pepitoria!
Que así la “Ciencia” liberal se escancia.
Mi credencial de bachiller no miente:
Padrón de enciclopédica ignorancia” Canto IX).
Bueno es enseñar a leer, a escribir y a contar; allí está el comienzo. Pero falta el
Principio que nos permite ubicarnos respecto a nosotros mismos, a los demás hombres y al
resto de lo creado: Dios.
Por eso, reclama Martín Fierro:
“debe el gaucho tener casa,
Escuela, iglesia y derechos”.
La escuela y la iglesia se unen porque la primera es “templo o guarida”.
Y eso es lo primero que debemos reclamar: el retorno de Dios, hoy expulsado de las
escuelas públicas (llamadas de gestión estatal) en la Argentina.
El medio será la reimplantación de la enseñanza religiosa optativa en todas las escuelas
de gestión estatal. Ante nuestro requerimiento saltarán las logias y sus anexos, los plumíferos
de los grandes diarios, los opinadores de la TV, las organizaciones de derechos humanos, las
organizaciones israelitas, la izquierda caniche, las LGTB, etcétera, pero estará neta la gran
división: restauración de la Argentina insertada en sus raíces u otra Argentina que reniega de sí
misma y se entrega sumisa a los poderes y a los planes mundialistas.
Bernardino Montejano