Memoria histórica de Alcalá de Henares (y II)

Comentarios
6 comentarios en “Memoria histórica de Alcalá de Henares (y II)
  1. Serafín peñalver:
    Usted es una muestra cabal del éxito de la intoxicación de la “memoria”.
    Algunos, no denigramos la Memoria histórica, sino que la reivindicamos hasta enronquecer.
    Lo peor y más vergonzoso de lo sucedido en Alcalá, es que se puede multiplicar por más de 100 pueblos, adobado por la quema de los propios archivos de los pueblos y no solamente los parroquiales.
    El identificar al Frente Popular con la República es envilecerla y denigrar a la mayoría de ambos bandos que se sentían republicanos (no del gobierno de la II República). Por cierto, algunos de los supuestos republicanos como Largo Caballero querían acabar con ella, pues aspiraban claramente a la Dictadura del proletariado y lo decían una y otra vez.
    Como muestra de intoxicación basta referirse a una de sus afirmaciones: la aviación gubernamental del Frente Popular, era superior 4 a 1 al de los sublevados durante el primer mes de guerra y mantuvieron una superioridad literalmente aplastante durante un año hasta muy avanzado 1937, por ejemplo del 30 de julio de 1936 al 8 de agosto, el Frente popular recibió 83 aviones de guerra franceses con sus pilotos mercenarios pagados como príncipes. Mientras, buena parte de las milicias, en lugar de ir al frente, se entretenían asesinando e incendiando y saqueando iglesias y colegios (solo en Madrid más de 100), salvo los que habían convertido en checas y cárceles como San Antón. Por cierto, otra de las falsedades es que la persecución y saqueos comenzaron en julio de 1936, pues empezaron casi al principio, se aceleraron a partir de febrero de 1936 y llegaron a la locura a partir de julio de 1936. Eso sí, los hoteles de lujo y muchos palacetes eran intocables para que vivieran los sacrificados dirigentes y los pilotos mercenarios. Me consta que en muchos casos influyó en el olvido y en el perdón, la vergüenza de que los asesinos formaran parte del mismo pueblo.

  2. Pues nada, la Iglesia de Zaragoza ha pedido disculpa a los herederos políticos de los perseguidores por haber puesto a la Virgen del Pilar un manto con el escudo de quienes salvaron a la Iglesia de aquel infierno.

  3. Que nunca tengamos que vivir está situación entre familias, vecinos etc.
    Querer denigrar la memoria histórica por esto, no me parece suficiente.
    La República no tenía aviación, estos desastres sólo son posibles desde el aire, sin decir que la República no sea responsable también de atrocidades, si digo, la República era una forma de Estado y de Gobierno legitima, quien se levanta violentamente contra un gobierno legitimo es una parte del ejército.

  4. Cuanto más se profundiza en los hechos, sobre todo de la llamada zona roja y separatista, más queda uno horrorizado y asqueado de los asesinatos, torturas, destrucciones del patrimonio artístico religioso y cultural, y del saqueo de cualquier riqueza, de la traición y estafa de sus propios combatientes y población en la compra de armas y alimentos. Sobre historia tan siniestra se ha realizado casi siempre el esfuerzo del perdón y del olvido rogando por el arrepentimiento y la conversión de los asesinos, que fue comprendido por los autores, pero sus sucesores han esperado a la desaparición de los autores y testigos creyéndose con derecho a inventar una una falsa historia. Los hechos se pueden contar falseándolos, pero no se pueden cambiar.

  5. Reclaman «Memoria» por la impunidad con la que han conseguido rodearse para «vencer» después de «muertos» (haber perdido). Con la pachorra, desidia y complicidad acomplejada de la «derechona» que se ha «pasado al enemigo» traicionando sus logros y, desde hace muchos años, a sus propios votantes.

  6. Cuando se controlan la mayoría de los medios de comunicación, puede resultar más provechoso hacer pasar a las víctimas por verdugos, y así poder presentar a los que se consideran herederos políticos de estos como los políticamente correctos. Aunque a alguno le pueda sonar raro, creo que sigue muy activa la famosa conspiración judeo-masónica, a la que Franco se refería en algunas ocasiones. De hecho, eran muchísimos los políticos de la segunda república de conocida pertenencia a la masonería, y sospecho que actualmente no deben ser muchos menos. Lo mismo ocurrió unos años antes en Méjico, dando lugar a otra feroz persecución anticristiana. El secreto «señor» de los masones es el enemigo ancestral del Señor de los cristianos.

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