| 17 noviembre, 2019
Me las envían.
Me parecen basrante voluntaristas y alguna no poco ingenua. Otras, discutibles. Pero no me parece mal leerlas y pensar sobre ellas. Y por supuesto decirlo si se quiere.
Personalmente pienso que la parroquia y también la Iglesia sólo se levantarán con un catolicismo militante hoy desaparecido o casi. Y por sspuesto no sólo de los fieles.
12 medidas muy fáciles para levantar una parroquia en poco tiempo
- MISA. La misa deberá ser de 20 minutos con homilía incluida, al menos alguna de las que se celebren durante las fiestas. Esto supone eliminar algunas cosas que no afectan a su esencia, pero que servirá para atraer a una gran multitud de fieles, deseosa de cumplir con el tercer mandamiento de la Iglesia: Santificarás las fiestas. Es verdad que se prima la cantidad (de fieles) por encima de la cualidad (el fervor), pero será cuestión de tiempo que todos vayan mejorando su vida cristiana. Además, y para salir al paso de la críticas, siempre que sea posible, se mantendrá el templo abierto para dar la oportunidad de llegar 10 minutos antes para preparar la misa en silencio y alargarla 10 minutos después para los más fervorosos con la finalidad exclusiva de realizar la acción de gracias por la Comunión. Las iglesias se llenarán con el paso de las semanas a un ritmo asombroso, a medida que la gente se vaya enterando de la nueva gran facilidad para rendir culto a Dios al menos una vez por semana. NOTA: Al final de la misa se podría o debería dar de vez en cuando la bendición a los enfermos que se colocaran en los primeros bancos para que Cristo presente en la persona del sacerdote se dignase sanarlos, tal como hacía en Palestina.
- CONFESIÓN. Aparte del confesionario para la confesión individual, la Iglesia podría experimentar la Confesión mixta, que sería una mezcla de la confesión individual y la absolución general. El sacerdote, como ministro del sacramento, enunciaría ante los fieles sentados en los bancos los pecados más comunes repasando el Decálogo. Según su parecer podría empezar por los pecados contra el primer mandamiento y seguir con los demás. Después de enunciar o especificar algún pecado o dos o tres de la misma especie, pediría a los fieles sentados en los bancos que cerraran los ojos y que aquellos que hubiesen cometido aquel pecado se pusieran el puño en el pecho, como signo de culpa y porque es un signo que seguramente ya se hacía servir para este tipo de confesión en un tiempo muy lejano, antes de Cristo. Sólo lo podría ver el sacerdote, los demás no porque tendrían los ojos cerrados. Algunos pecados no podrían ser perdonados por este medio, algunos por su gravedad intrínseca y otros por ser extremadamente privados, como el adulterio. Antes de dar la absolución a todos los presuntos pecadores, se debería advertir que si algunos han caído en la tentación de abrir los ojos para ver los pecados de los demás, la absolución no será válida para ellos. Por lo tanto, después de promover una gran asistencia de fieles a la misa, tocaría hacer lo mismo con el sacramento de la Penitencia, sin abolir naturalmente la confesión individual, pero una cosa llevaría a la otra.
- ROSARIO. Es normal que se tenga que rezar el rosario en la parroquia. Siempre se había hecho, y se puede hacer de muchas maneras, con Santísimo o sin, pero cuidando que no se alargue más de un cuarto de hora en atención al nivel medio de fervor de los fieles, que no es el mismo para todo el mundo.
- FORMACION RELIGIOSA. Colocar libros y revistas gratuitos en la entrada de las iglesias de carácter apologético, piadoso, etc. con la particularidad que una vez leídos o consultados los podrán devolver en buen estado para que sirvan a otros. Incluso los mismos fieles podrán colocar o regalar libros que crean interesantes para los demás, relacionados lógicamente con la fe católica.
- CINE. Sería interesante que en la sala de la parroquia, o en locales profanos para alcanzar a los alejados, se proyectaran periódicamente películas de vidas de santos y santas. No salir de este filón inagotable, a no ser en pocos casos. Constituyen sin duda el gran argumento a favor de la fe católica, totalmente olvidado además de pasar desapercibido. Simplemente decir que no existen películas sobre personas que no sean santas o muy poquitas, mientras que sobre vidas de santos encontraremos más de cien y podrían ser miles. Sólo ellos fascinan, sólo ellos no tienen las manos manchadas de sangre u otros defectos que ensucian sus vidas, sólo ellos resplandecen por sus virtudes, sólo ellos han realizado grandes milagros. Es más, algunos santos o santas tienen varias versiones de sus vidas a la pantalla, como Juana de Arco unas trece, Francisco de Asís cuatro o cinco, incluso el P. Damián tiene varias y el mismo Duns Escoto tiene una muy bella. Aquí sí que ya no existe parangón posible con películas de personas no santas. Y guardemos silencio ya sobre este argumento asombroso porque el mundo no quiere conocerlo.
- ADORACION EUCARISTICA. Es algo que se está imponiendo en todo el mundo y al parecer funciona. O está Jesús presente en la Eucaristía o no está. Si está, no debemos extrañarnos de la eficacia de la Adoración Eucarística. Fácil, gratis y al alcance de todos.
- INTENCIONES DE MISAS. La Iglesia debe vivir de la celebración sacramental del Sacrificio de Cristo en la Cruz. Su eficacia se extiende a las almas del Purgatorio y la aplicación de las misas para aplacar sus sufrimientos y su liberación forma parte de la tradición secular de la Iglesia. Para fomentar las intenciones de las misas, se podría recurrir a los talonarios de misas, emitidos por la parroquia y con el tiempo quizás por el obispado. Cada talón numerado sería UN VALE PARA UNA MISA al precio del estipendio establecido y en él el interesado podría apuntar el nombre del difunto o difuntos para los que se quiera ofrecer la misa. Se podrían vender los talonarios, ya previamente cobrados, en diferentes lugares (panaderías, mercerías.. e incluso en las entradas de las iglesias) para que los fieles no se viesen obligados a acudir a la parroquia para encargar las misas. Después de adquirir el VALE, escribirían la intención y la entregarían al cura antes de la misa o bien la depositarían en el buzón de la parroquia especificando o no el día que se debería aplicar la intención. Incluso sería muy práctico depositarlas en el cepillo de la misa. Esto supondría una fuente de ingresos que se iría perfeccionando con el tiempo. En algunos casos se podría obsequiar algún servicio con vales de misas.
- FUTBOL SALA. Esta modalidad de fútbol es ideal para asociaciones y demás, ya que resulta fácil de organizar. Precisa poco espacio y pocos participantes, de manera que muchas parroquias podrían tener su equipo de fútbol sala y competir incluso con otras parroquias o equipos de otras entidades. La finalidad sería lógicamente la formación religiosa y moral de los jugadores en el recinto de la parroquia.
- EXCURSIONES Y VISITAS A SANTUARIOS. Tenemos multitud de santuarios en lugares estupendos, llenos de belleza.
- VOLUNTARIADO. Los voluntarios seguramente surgirán espontáneamente a medida que las misas estén más concurridas: Cáritas, catequistas, encargados de abrir y cerrar las iglesias, limpieza, sacristanes, monaguillos, etc. Una observación. Para muchos casos resulta más fácil encontrar dos personas o más que una sola. Por ejemplo, para las lecturas, dar la comunión, repartir la hoja dominical a domicilio… debido a que la gente no quiere comprometerse para algo que no tiene relevo. Si lo tiene que hacer siempre el mismo, lógicamente no lo querrán hacer, pero si se puede realizar y combinar entre dos o más voluntarios, la cosa cambia totalmente.
- TEOLOGÍA ON LINE. Se trataría de alentar a los jóvenes al estudio de la Teología a través de Internet a nivel académico, de manera que el título sería válido para cualquier efecto y ya no digamos para ser sacerdote si algún día el Señor les llamase a este ministerio, con la enorme ventaja de que se podría hacer sin abandonar el hogar ni el trabajo.
- IGLESIAS ABIERTAS. La técnica lo suple todo y ya no hace falta que una persona se encargue de ir a abrir y cerrar la iglesia porque se puede hacer a distancia, sea programando el horario automático, sea con el mando a distancia mediante una aplicación del móvil. Nadie podría quedar encerrado en el templo ya que siempre sería posible abrir la puerta desde dentro.
- El autor de Recuperar la fe en dos días, editorial Punto Didot, Sevilla.