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Me dedican un soneto

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Un muy querido amigo me envía, sin referencia de lugar ni de autor,  un soneto que alguien me dedicó y que está bien versificado. A mí estas cosas me divierten mucho:

Roja la boina, negra la pezuña

del rencor que lo tiñe y que lo empreña,

prosa de buitre más que de cigüeña
tan sólo escupe, ensaña y refunfuña.
Insulta a cada obispo que no empuña
su carlistona fe, cuerva y fraileña,
pero en su blog le sigue mucha peña
que ríe sus mordiscos de garduña.
Saco de vanidad y mala entraña,
pelado si la envidia fuera tiña,
sienta cátedra cínica y gazmoña:
Pobre gallego lleno de morriña
del «francofrancofrancorribaspaña»:
don Francisco José de la Ponzoña
Pues le responderé con otro soneto y además con estrambote. Que eso está al alcance de cualquiera que haya hecho el bachillerato antiguo. Aunque el mío fue de Ciencias.
A mí estas cosas me divierten mucho
y os las traigo con sorna y regocijo.
No vaya a ser que la rimó algún hijo
De Spadaro, Palmerio u otro Trucho.
Les irrita mi prosa deslenguada
tal vez por alcanzado su objetivo.
 Sea pobre cigüeña, buitre altivo
o lo que quiera en comezón frustrada.
¡Fraile, cuervo, carlista! ¡Vaya insultos!
Que asumo con orgullo en mis espaldas
aunque jamás hiciere gala de ello.
Del cuervo, buen saber, frailunas faldas
que hoy tanto echo de menos, tan ocultas,
y la espada carlista en un destello.
Dos más para cerrar el estrambote.
Bienvenidos seáis , tontos del bote.
Comentarios
13 comentarios en “Me dedican un soneto
  1. Don Paco Pepe, he leído el soneto grotesco, burlesco diría mi madre (que en gloria esté) mientras tenía ante mí ua sentencia de Churchill que viene como anillo al dedo a propósito de la lucha ad hominem que tienen que sufrir constantemente quien defienden la fe de Nicea, la moral cristiana, la eclesiología del Vaticano II o la doctrina sacramental del Concilio de Trento. En una palabra quienes, como es mi caso, me siento en las antípodas doctrinales de Francisco, con su reivindicación de la ética relativista en Amoris Laetitia, la conculcacoón de la teología sacramental a propósito de la reivindixación de
    Lutero. Ante el desastre doctrinal de Francisco, nunca desmentido ninguno de sus disparates mayúsculos (si alguien me demuestra que los troipiezos aludidos son falsos seré el ptrimero en `pedir disculpas). longallardo, lo noblr, es oponerse, y al hacerlo, sufrir el insulto, el ataque. El soneto mostrenco: You have ennmeies? Good. That means you have stood up for something sometime in your live. Así, sin desfallecimiento, Como los árboeles, que Casina sabía que morían de pie. Mi enhorabuena y afecto.

  2. Pensaba yo, que este articulo traería de corrido un verso de Carlos el poetiso oficial de su blog.
    Veo con decepción y con alivio que tal ofensa al idioma no se ha producido.
    ¡Menos mal!

  3. El soneto es magnífico, pues huye de las rimas fáciles, que están al alcance de cualquiera y la respuesta, también formidable.Y yo que pensaba que esto de la poesía era asunto de cuatro viejos chiflados.Felicitaciones a ambos.

  4. Ja ja ja, Don Pacopepe, es usted único e irrepetible. No hay detritus posoñero que pueda con usted. Dios lo guarde muchos años.

  5. La luz de la conciencia

    Fray Barnabas McHenry OP
    Bioética, Virtud y Vida Moral
    05 de Marzo de 2018

    Nuestro amigo Tom se encuentra en un aprieto moral. Su anciana madre, postrada en la cama con demencia senil, deslizándose dentro y fuera de la conciencia, no obstante, se aferra a la vida.
    No hay forma de saber cuánto tiempo durará hasta que se deshaga de su envoltura mortal. Mientras tanto, su continua y tenue existencia le causa un tremendo sufrimiento, por no mencionar el dolor experimentado por Tom y sus hermanas menores.

    Tom, crecido y educado en un ambiente animado por el relativismo y el utilitarismo en lo concerniente a la fe católica, no tiene dudas a nivel intelectual, sobre lo que se debe hacer.
    Desea aliviar la angustia de su madre y sus hermanas, así como la suya: Mañana, firmará la documentación que permita a un médico poner dos inyecciones a su madre: La primera para que entre en coma, y la segunda para detener su corazón y permitirle, por fin, descansar en paz.

    Pero, la eutanasia es un acto intrínsecamente malo que siempre es contrario al mandamiento del Autor de la Vida: no matarás. Indiscutiblemente, querer terminar con el sufrimiento de otra persona implica una buena y noble intención.
    La demencia es ciertamente una circunstancia terrible, que compromete la calidad de vida. Sin embargo, ninguna buena intención o mala circunstancia pueden permitir el acto de eliminar una vida inocente.
    Sin embargo, al examinar su conciencia, Tom llega a la conclusión de que, dada la situación concreta de su madre, que yace en la cama de un hospital, esperando morir, está real, verdadera y moralmente seguro de que su acción está justificada.

    Según Santo Tomás de Aquino, su tocayo, este otro Tom, se encuentra en una posición nada envidiable.
    De un lado, está su conciencia, formada en un ejercicio racional defectuoso, que le obliga a actuar: Nuestras decisiones se basan en la conciencia, incluso cuando se fundamenta en formas de pensar objetivamente defectuosas.
    Decidir contra la conciencia y el proceso del raciocinio podría constituir una contradicción interna del yo.
    Si Tom cree que la situación le obliga a ordenar la muerte de su madre mediante inyección letal, su conciencia lo vincula a esta acción.
    Santo Tomás de Aquino dice que su voluntad sería malvada, estaría pecando, en la medida en que actuase en contra de su conciencia, aunque objetivamente fuese errónea. Su mala conciencia le obligará a firmar la muerte de su madre.

    Por otro lado, Santo Tomás enseña que, aunque la mala conciencia puede obligar, no excusa a la persona. La excepción a este principio es el caso en que una persona se encuentra en una situación de ignorancia moral invencible por causas ajenas.
    Sin embargo, Tom tuvo una educación católica. Por lo tanto, se podía esperar legítimamente que supiese que la vida inocente no puede dañarse bajo ningún concepto. De hecho, cada persona puede conocer esta verdad a través de la ley natural, explicitada en la sindéresis, que imperará un dictamen práctico.
    Por lo tanto, Tom peca si se atiene a su mala conciencia y lleva a cabo la mala acción que percibe como buena. Un objetivo malo sencillamente no puede convertirse en algo bueno, porque se aprecie erróneamente una presunta bondad.

    La luz de nuestra razón humana, oscurecida por el pecado, tiende a fallar. Dado esta situación, tenemos dos caminos frente a nosotros. El camino de la soberbia y el relativismo popular ignoran tal debilidad, aferrándose a la autonomía de nuestra frágil voluntad.
    Al contrario, el camino de la humildad reconoce, como escribe el Doctor Angélico, que «la bondad de la voluntad humana depende mucho más de la Ley Eterna que de la luz de la razón: Y cuando la razón humana falla, debemos recurrir a la Razón Eterna.» (ST I-II, q 19, a 4). Tenemos la necesidad apremiante de formar adecuadamente nuestra conciencia para que esté cada vez más en consonancia con la Ley Eterna.

    Podemos estar seguros de dos cosas. Primero: Siempre existe una opción virtuosa, incluso cuendo entraña dificultad.
    Segundo: Dios siempre nos ofrecerá la gracia de poner en obra este acto virtuoso difícil. En el caso de Tom, si hubiera emprendido la vía difícil y laboriosa, formando su conciencia de acuerdo con la Ley Eterna, entonces no habría elegido el mal en la situación difícil descrita anteriormente.

    En las semanas que quedan de la Santa Cuaresma, una buena práctica para evitar encontrarse en la difícil situación de Tom, puede ser buscar más seriamente la educación de nuestra conciencia de acuerdo con la luz de la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición de la Iglesia. Tal esfuerzo requiere de nosotros que cometamos un asesinato: la muerte de nuestra autosuficiencia intelectual y el discernimiento independiente de lo bueno y lo malo. Como dice un himno:

    Enséñanos Tu perfecta voluntad,
    para entender y cumplir,
    Cuando la visión humana falla,
    Concede la luz a nuestro intelecto,
    Y así irán nuestros andares por la vía recta.

  6. Al menos ambos sonetos, el suyo y el contrario, son buenos sonetos.
    No como los que estamos acostumbrados a leer a uno de los comentaristas habituales.
    bueno, más bien ese no ha escrito un soneto decente en su vida, que suele tratar de escribir decimillas que más bien son «nueveymedias».

  7. No conozca al tal Eslava, pero me da la impresión de un personaje inteligente que vivió su juventud durante la era de Franco, por lo que me sorprende su postura, ya que de vivir en una república engendrada por el Frente Popular de la II República, hubiera sido un peón semianalfabeto en una sociedad tiránica de tipo africano. Por eso la mayor parte de los que fuimos críticos en aquella época, la miramos con envidia al compararla con la actual, aunque sepamos que aquello fue un paréntesis irrepetible que fue desaprovechado como base en el aspecto moral y material.

  8. Eslava Galán es un bolchevique irreverente que escribió un libro impresentable: «El catolicismo explicado a las ovejas» que es un panfleto blasfemo lleno de sarcasmos paletos y del argumentario zafio e ignorante tan característico del rojerío ñoño-progre.

  9. Aokro: Gracias. Me sonaba algo el soneto pero se me había olvidado totalmente que era de Eslava Galán. .Como también se me olvidó lo que había leído de él en Wikipedia. Cosa que no voy a hacer otra vez. Lo que sí parece quedar claro es que no me molestó nada dada mi insistencia en el que lo conozcan los lectores del Blog.

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