Es absolutamente voluntaria. E impresionante.
Comprendo que tras tantos intentos de boicot, tantas zancadillas, limitaciones, prohibiciones y rebajas una presencia así haya puesto de los nervios a más de uno. No hay banderines de enganche, órdenes de obligado cumplimiento, ni siquiera conductas gratas al mando. Sólo la limpia voluntad de unos jóvenes que en vez de disfrutar de un día de fiesta se ponen el uniforme para acompañar al Santísimo por las calles de Toledo y con una temperatura próxima a los 40 grados. Todo, en la sociedad de hoy, invitaba a no ir. Ellos, sin embargo, fueron.
Vale la pena ver el vídeo. De un acto que no era obligatorio en absoluto.
Siempre he pensado que en una sociedad decadente como la nuestra el Ejército es de las instituciones que mejor conserva valores morales notables. Evidentemente con quiebras pero menores que en otras. Creo que también es de justicia mencionar la buena labor de los capellanes castrenses
Hombre, jovenes, jovenes…lo que se dice jovenes… Si se ven las imagenes, unos chavales tampoco eran.
Y voluntarios…por lo que me dicen mis amigos de Infantería de Toledo, en teoría iban voluntarios, pero más de un mando fue muy convincente…..
No hace muchas promociones el premio a los mejores cadetes de la Academia de Infantería en Toledo era portar la Custodia con el Santísimo en la Fiesta del Corpus.
Para los militates era un orgullo y un privilegio.
Ese sentir no se destruye con añagazas ni torpe deos a la Institución militar por mucho tarado al estilo Julito el rojo, que traten de infiltrar.
Y ello al cabo de tantos años en que los seminaristas boicoteran la Procesión del Corpus.
Pero los años no pasaron en balde, y tales seminaristas son obispos y aun más.
Pero siguen en las mismas.
El Ejército Español dió a España su mejor Gobernante en siglos.
Con el amparo de la Inmaculada la salvará de la disolución masónica-liberal-marxista.
Es la mejor respuesta a tanto despropósito. Vivas Jesús Sacramentado! Viva España!
Ejemplar, emocionante, mucho de agradecer. ¡Viva el Ejercito español!
Una de las cosas que me llamaron la atención mientras cumplía el servicio militar, primero en el CIR de Marines (Valencia), y luego en el cuartel general de la División Maestrazgo, era la profunda religiosidad de muchos mandos. Había un teniente coronel, fervoroso de una advocación de la Virgen virgen cercana a mi residencia civil, que en cuanto tuvo conocimiento de ello, me rogó que le llevara un recuerdo de la misma. Fuera del cuartel coincidí en alguna ocasión con algún que otro mando y era impresionante el recogimiento con que se acercaban a comulgar. El propio coronel del CIR (que llegaría más tarde a Teniente General) , curtido en la guerra civil y en la campaña de Rusia, solía remitirse a algún referencia religiosa en sus arengas a los jóvenes. Los militares que yo conocí no sólo pertenecían a una religión de hombres honrados, como escribió Calderón de la milicia, sino que eran profundamente creyentes. Lo del general podemita y su sectarismo practicante era sólo una anécdota. No conocí ninguno de aquellos militares masones que tanto desquiciaron a la nación en el primer tercio del siglo pasado.